(Enviado especial a Washington) "Lo primero que voy a hacer cuando llegue a la Argentina es ir a comer empanadas, choripán, medialunas, una carne y un poquito de vino". El que bromea ante la prensa es Edward Charles Prado, un ex juez texano de 70 años, quien es el nuevo embajador de EEUU ante la Argentina designado por el presidente de ese país, Donald Trump.
Prado, quien también hizo un chiste sobre las dimensiones de su futura "casita" -el imponente Palacio Bosch, sobre la Avenida del Libertador, en el barrio porteño de Palermo-, llegará al país el 8 de mayo a presentar sus credenciales ante el presidente Mauricio Macri, quien deberá otorgarle el "plácet", o aprobación, para ejercer la representación diplomática.
Ante la pregunta de Infobae, Prado aseguró que no conoce a Macri de ninguno de sus varios viajes que hizo al país como juez.
– ¿Qué opinión tiene del presidente argentino?
– Cambió mucho las cosas. Mejoró las oportunidades. Es un presidente con experiencia en negocios que va a ayudar a que el país se abra más. Veremos cómo ayudar y apoyar al presidente Macri.
Prioridades del nuevo embajador
Prado, que tiene 35 años de carrera judicial y ya fue confirmado en su nominación por el Senado de EEUU, tendrá que dejar su cargo vitalicio como juez en la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Distrito, con jurisdicción en Texas, Luisiana y Misisipi. Es un reconocido republicano que habla "español con fluidez", según la Casa Blanca. Llega para reemplazar a Noah Mamet, quién aseguró que le desea "lo mejor" y que ofrecerá "lo que pueda aportar para ayudarlo a tener éxito".
Ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, el futuro embajador se comprometió a ayudar a que se haga justicia por el atentado a la AMIA. Además, dijo que cooperará en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman y que hará todo lo posible para ayudar al gobierno local a buscar una solución para Venezuela.
El embajador participó ayer viernes del cóctel de B20, el brazo empresarial del G20, en una terraza con vista al Capitolio. "¿Quién es?", le preguntó a este cronista un importante empresario local. Es que Prado, de muy bajo perfil, había pasado casi inadvertido hasta que los grabadores y las cámaras de fotos lo rodearon. Minutos después, ya conversaba animadamente con Alejandro Bulgheroni, de Pan American Energy; Paolo Rocca, de Techint; y Miguel Acevedo, presidente de la UIA, entre otros hombres de negocios.
– ¿Cuál es su primer objetivo en el país?
– Primero tengo que presentar mis papeles para ver si me van a aceptar. Creo que sí, todo está bien, pero primero que todo hay que presentarse. Voy a ir a escuchar y aprender, a llevar la voz de los Estados Unidos, pero también puedo ser la voz de la Argentina ante el presidente Trump. Ayuda que Macri y Trump sean amigos desde antes de ser presidentes.
– ¿Lo tomó por sorpresa la designación?
– No. Un poco sí, un poco no. He tenido la posibilidad de viajar varias veces a la Argentina. Y no sólo conozco Buenos Aires, también Rosario, Salta y Neuquén. Viajé a hacer presentaciones sobre el sistema legal. Conozco a muchos abogados y jueces, pero aún me queda mucho por conocer. Me encanta la Argentina, es una suerte la designación.
Como juez espero ver cómo puedo ayudarle a la rama judicial. Puedo ayudar con mi experiencia, pero no voy a decirles qué hacer
– ¿Lo estimulan los cambios a nivel judicial que se impulsan en la Argentina?
– Sí, como juez espero ver cómo puedo ayudarle a la rama judicial. Puedo ayudar con mi experiencia, pero no voy a decirles qué hacer. Podemos hablar y trabajar juntos para mejorar el sistema judicial. Siempre hay lugar para mejorar las cosas y la relación entre los dos países.
– ¿Cuáles se imagina que serán sus temas centrales de agenda para los primeros meses en el cargo?
– Las empresas de EEUU tienen que venir a la Argentina. Tienen que tener confianza. Hay que convencerlas y tienen que tener fe en el país. Hoy, la oportunidad es muy buena.
– ¿Por qué no llegan esas inversiones?
– Por la historia reciente: hay un poco de temor a ir, pero las cosas van bien. El presidente Macri está ayudado mucho a que vengan las empresas extranjeras.
Las empresas de EEUU tiene que venir a la Argentina. Tienen que tener confianza. Hay que convencerlas y tienen que tener fe en el país
– También hay temas comerciales pendientes, como los aranceles al aluminio y acero, por ejemplo.
– Habrá que ver si se pueden hacer arreglos: cuando Trump tomó esa decisión no fue contra la Argentina, fue por otros países. Se está hablando en este momento y se habló de estos temas en Lima (en la Cumbre de las Américas).
– ¿Cree que se van a solucionar?
– Sí, creo que se están cerca de hacer arreglos con esos temas.
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