Videoclub, canchas de padel, lavaderos de autos, locutorios, remiserías, canchitas de fútbol, parripollos. La lista de los emprendimientos que se ponen de moda, se convierten en un "negoción" y desaparecen al poco tiempo, es un clásico argentino. Encariñarse con ese proyecto en el que el emprendedor que lo lleva adelante deja todo –¡cómo no hacerlo!–, y no ver a tiempo que "fue", también es un clásico local.
Mientras proliferan como nunca las cervecerías artesanales y los bares que las venden también son un boom que se agrega a la lista, muchos se empieza a preguntar cuando explota esta burbuja, o cuando comenzar a bajar la espuma, para usar una metáfora más acorde.
Los emprendimientos de moda son negocios que tienen barreras de entrada muy bajas, que cualquiera puede replicar
En la Argentina hay unas 600 microcervecerías, según un relevamiento de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina (CCAA). Sólo en la provincia de Buenos Aires, el crecimiento anual de nuevas fábricas durante 2017 fue del 25% (15% en el resto del país). Esos establecimientos bonaerenses tienen una capacidad de producción de 50.000 litros por mes. Y el fenómeno ya tiene una vuelta de tuerca: los establecimientos que producen maltas artesanales, sobre todo en Buenos Aires y Santa Fe. Además, en Capital Federal ya hay unos 200 bares que venden cervezas artesanales.
Según Cerveceros Argentinos, la cámara que nuclea al negocio tradicional en el país,la venta de artesanales crece a un ritmo de 40% por año, aunque apenas representan el 2% del mercado total.
"Uno de los primeros errores es que los emprendedores de este tipo de negocios suelen ser autodidactas y no invierten mucho en conocimiento. Además, inician su carrera sin plan de negocios, sólo con la impronta de vender", asegura Juan Manuel González Insfrán, secretario de la CCAA.
Más errores para la moda de "homebrewing": no mirar ni testear con lo que hace la competencia y no apostar rápido por un sistema de calidad establecido, con seguimientos y controles estrictos. "Después, cuando el pequeño productor entiende su mercado y su producción, es muy probable que también haga estas dos cosas que están mal: no rodearse de personas que saben cosas que él no, y abocarse a la producción y no a la empresa. No da el salto de emprendedor a empresario", afirma González Insfrán.
Uno de los primeros errores es que los emprendedores de este tipo de negocios suelen ser autodidactas y no invierten mucho en conocimiento. E inician su carrera sin plan de negocios
Si bien hay tips puntuales para el sector de la espuma artesanal, como los hay también para cualquier rubro, los expertos en emprendedorismo aseguran que la base de las buenas prácticas es común a cualquier proyecto que comienza. Infobae consultó a tres perfiles muy distintos de ejecutivos que estudian el fenómeno de las startups: Pablo Boruchowicz, socio de PwC Argentina y responsable de la División Pymes; Ezequiel Calcarami, Presidente de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA) y Martín Ferrari, co-fundador de 123 Seguro.
Del intercambio de ideas con ellos surgió una lista de 11 consejos para zambullirse al negocio de la cerveza artesanal… o a cualquier otro, esté de moda o no tanto.
1 – Por qué voy a desarrollar mi emprendimiento
La primera clave, aseguran en ASEA, es analizar cómo hacer el proyecto de una manera profesional para que subsista en el tiempo.
"La primera pregunta que uno debe hacerse es: ¿lo hago por moda o lo hago porque creo que tengo una ventaja competitiva que a la larga me va a permitir subsistir? La segunda pregunta es: ¿esta moda durará lo suficiente como para tener un retorno lógico de la inversión? Seguramente, si se lo hace porque todos los hacen, ya es tarde. A menos que se tenga una vuelta de tuerca diferencial. Los emprendimientos de moda son negocios que tienen barreras de entrada muy bajas, que cualquiera puede replicar. Y es probable que la oferta sature la demanda rápidamente. Por lo tanto, diferenciarse pasa a ser la clave y la pasión el motor", explican desde la Asociación.
Boruchowicz, de PwC, asegura que primero hay que "fijar el objetivo del negocio, otorgarle un valor que se diferencie de la competencia y analizar el mercado, mirar lo que hace la competencia (tamaño, tiempo que lleva el producto/servicio en el mercado, política de precios y servicios, soporte a clientes etc.)". Luego, plantea cuatro preguntas que hay que poder responder: ¿Es una idea realista? ¿Por qué ahora? ¿Es viable técnicamente y desde el punto de vista económico y financiero? ¿La rentabilidad estimada justifica los esfuerzos necesarios para ponerlo en marcha?
Al elaborar el plan de negocios hay que analizar las herramientas que impulsa el Estado para potenciar la red de emprendedores
2 – Foco, Foco, Foco
Una de las figuras que mejor describe a un emprendedor es ese malabarista que tiene que hacer que varios platos apoyados en palitos giren al mismo tiempo sin que caiga ninguno. O un arquero atajando penales todo el tiempo. "Los desafíos son múltiples: armar equipo, definir producto o solución, buscar financiamiento, vender, dar atención a los clientes. Son tantas cosas que si uno no define dónde poner el foco es probable que no termine tomando la mejor decisión", dice Ferrari, que también es miembro de ASEA.
"Por otro lado, cuando te empieza a ir bien tenés la tentación de sumar un nuevo producto o servicio a tu oferta. Y el tiempo que antes dedicabas en ser el mejor en algo, ahora lo empezás a distribuir. Para esto es clave preguntarse: ¿es el momento adecuado? ¿Puedo seguir creciendo con mi actual oferta? ¿La organización está preparada para una mayor complejidad?", detalla.
3 – Cómo hacer un plan de negocios
Desde PwC detallan las claves para elaborar un plan de negocios "breve estructurado y eficaz" que "si bien no garantiza el éxito de la empresa, es un documento necesario para organizar nuestras ideas".
Según Boruchowicz, este plan debe responder, entre otras, las siguientes preguntas:
a) ¿QUÉ? Descripción del producto/servicio y a qué segmento irá dirigido
b) ¿QUIÉN? Quiénes serán los principales clientes/consumidores ( mercado potencial)
c) ¿CÓMO?
1) Elegir la forma en que se ejercerá la actividad y el tipo societario que mejor se adapte a sus necesidades (¿SAS? Sociedades por Acciones Simplificada), evaluando previamente el impacto impositivo y las regulaciones que pueden afectar el producto/servicio ofrecido.
2) Estrategia de marketing y ventas para enfrentar la competencia: qué se quiere comunicar y cómo encontrar una forma efectiva de hacerlo.
3) Infraestructura y organización. Quiénes estarán detrás del proyecto, rodearse de personas con experiencia e inspiradoras.
4) Control de gestión. Contabilidad ordenada, automatización, mantener foco en los objetivos de largo plazo.
d) ¿CUÁNTO?
1) Fondos necesarios para arrancar el proyecto.
2) Proyección de ingresos y gastos en distintos escenarios (optimista/pesimista)/ Cash Flow. Saber diferenciar entre "gasto" e "inversión".
3) Financiamiento
"Al elaborar el plan de negocios hay que analizar también las herramientas que impulsa el Estado para potenciar la red de emprendedores (Ministerio de Producción y Secretaría de Emprendedores y PyMEs) para informarse sobre los planes de capacitación ofrecidos y asesorarse sobre cómo administrar un proyecto", explica el consultor.
Más allá de los altibajos que surjan, si uno tiene pasión por lo que hace, va a ser más fácil sobrellevar los obstáculos
4 – El valor está en el equipo
"Es fundamental, antes de empezar, definir si uno va a emprender solo o con socios. El camino del emprendedor es duro y por momentos muy duro, por lo que poder tener alguien más en quien apoyarse es de gran ayuda. Obvio que esto supone otro desafío que es elegir a los socios adecuados. Pero en mi experiencia constituir un equipo sólido ayuda mucho, nos potencia individualmente y logramos mejores resultados", afirma Ferrari.
"En el caso de querer sumar socios, la clave es entender desde el inicio cuan alineados están al proyecto, qué tiempo cada uno le va a dedicar, si son complementarios y tener en claro los roles de cada uno. La tentación de emprender con amigos, o familia, puede ser fuerte, pero si desde el comienzo no están claras las funciones es muy probable que peligre el emprendimiento y los vínculos de afecto", agrega el fundador de 123 Seguro.
5 – Entender que los procesos de negocio llevan tiempo
"Los emprendedores en general son muy optimistas, pero es importante tener en claro que el proceso de negocios y generar una propuesta de valor que la gente vaya consumiendo no es algo que se logra de un día para otro. No hay muchos proyectos o negocios que de la noche a la mañana se conviertan en un hito disruptivo", explica Calcarami, que además es cofundador de Simplicar, una web que promete simplificar el proceso de compra de un auto.
6 – No hay que tenerle miedo al riesgo
"Si vas a emprender, tenés que sentir que el camino implica tomar riesgos. Y tomar riesgos no es apostar a la ruleta, es poder tomar decisiones en situaciones de incertidumbre. En ese sentido, el emprendedor va a trabajar todo el tiempo para mitigar el costo de sus decisiones", detalla Ferrari.
7 – No sobrestimar a la competencia ni subestimar la capacidad de ejecución
Es un clásico el emprendedor que está pendiente todo el tiempo si aparece un competidor nuevo, tiene mucho foco en eso y muy poco en la capacidad de ejecución. ¿Sirve? "Para que realmente te vaya bien te tenés que concentrar en ejecutar algo de primer nivel, no está mal preocuparse por la competencia, pero lo más importante es que nuestra propuesta sea de excelencia", aseveran desde ASEA.
8 – El cliente siempre tiene razón
Suena a una frase hecha, pero no por eso hay que dejar de lado el concepto. "El cliente es la mayor fuente de conocimiento. Al empezar cualquier tipo de emprendimiento, es fundamental estar cerca suyo para lograr empatía. Entenderlo, saber preguntarle y tener conversaciones de valor, seguramente ayudará a resolver muchos de los problemas o dudas. El cliente no miente y hoy en día son muy activos en decirnos que está bien y qué debemos mejorar", recomienda Ferarri.
Es importante tener en claro que generar una propuesta de valor que la gente consuma no es algo que se logra de un día para otro
9 – Los proyectos deben ser sustentables desde el inicio
Los números importan, y mucho. "Sobre todo en Argentina y Latinoamérica, hay que tratar desde el comienzo que la cuenta a fin de mes de positiva y tener clientes reales que paguen lo más rápido posible. Si bien se puede buscar capital para hacer crecer el proyecto, no hay nada más potente que tener clientes concretos. Se genera facturación, se hace un proyecto sustentable y se le quita presión a los emprendedores. Además, el 'costo del aprendizaje' y pivoteo del producto será financiado por los mismos clientes, resultando en algo virtuoso y de poco riesgo", asegura Calcarami.
10 – Ser flexibles y capaces de adaptarse al cambio
En el largo camino de emprender es fundamental tener la capacidad de adaptar todo, desde el plan de negocios hasta los productos o servicios. "Muchas veces no sucede lo que uno planifica, es muy importante ser flexibles y adaptarse. Los consumidores y el mercado van a ir marcando hacia dónde orientar la propuesta de valor. Hay que tener la habilidad para detectarlo y realizar el cambio de rumbo: emprender es un proceso dinámico", explican en ASEA.
Tomar riesgos no es apostar a la ruleta, es poder tomar decisiones en situaciones de incertidumbre
11 – No es en una carrera, estás en una maratón
"No hay que preocuparse por la inmediatez, sino entender que esto es algo que lleva tiempo. Hay que tener una visión y sostenerla en el tiempo. Siempre recomiendo emprender en aquello que a uno le gusta y poner pasión. Más allá de los altibajos que surjan, si uno tiene pasión por lo que hace, va a ser más fácil sobrellevar los obstáculos", cierra Calcarami.
Bonus Track – Esto, nunca
Boruchowicz, de PwC, da su "top five" de sugerencias sobre lo que "no" debería hacer un emprendedor:
1) No temerle a la innovación: aceptar el cambio permite evolucionar y continuar a la vanguardia.
2) No pensar sólo en el corto plazo: ningún negocio es viable en términos de crecimiento y sostenibilidad si no se piensa a largo plazo.
3) No tenerle miedo a competir: lo importante es desarrollar un buen producto/servicio que ofrecer y presentarlo de una manera efectiva destacando su diferencial.
4) No lanzar un negocio que necesite tener el precio más bajo para que funcione.
5) No creerse omnipotente aún cuando el negocio alcance su punto de maduración: aceptar el asesoramiento de profesionales y no alejarse de las necesidades de los clientes.
Es fundamental, antes de empezar, definir si uno va a emprender solo o con socios. El camino del emprendedor es duro y por momentos muy duro
Es muy probable que el sector cervecero artesanal decante y en algunos años queden muchos menos fabricantes de los que hay por estos días. Reglas del mercado y la competencia. Lo mismo pasará con los muy coquetos bares que se abren de hasta cuatro o cinco por manzana, como ocurre en algunas zonas de Palermo. ¿Seguirán la espuma artesanal el camino de la extinción, como los parripollos, o se concentrarán en pocas opciones, como ocurrió con el padel o los lavaderos? El tiempo lo dirá.
Cómo sea, siempre aparecen aliados. Gestión Cervecera, por ejemplo, es una startup que nació para ayudar a controlar el negocio de la espuma artesanales. Fundada por Nicolás Mohamed, este sistema de gestión integral en la nube apunta a las microcervecerías que requieren profesionalizar sus procesos con el objetivo de ser más competitivas y evitar pérdidas. Permite controlar el tracking de los barriles que entregan a los bares, hacer trazabilidad de toda la cadena de producción, ayudar a revisar la calidad de la cerveza y proyectar el stock de insumos, entre otros. Y hay cientos de sistemas, también "cloud" y económicos, para casi cualquier tipo de proyectos. Todo con tal de hacerle el trabajo más fácil a ese emprendedor que sueña con que su negocio –su pasión en muchos casos–, no sea el parripollo que viene.
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