"Trabajamos para crear conciencia sobre la importancia del emprendedorismo. Argentina necesita fortalecer su espíritu emprendedor", dijo el presidente Mauricio Macri, a fines de noviembre, cuando clausuró el 1er Foro Argentino de Inversiones, un jornada de la que participaron inversores y emprendedores del país y el exterior, que organizó la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP) y el Ministerio de Producción.
No es la primera vez que Macri interpelaba con entusiasmo al ecosistema emprendedor de alto impacto local. Cada vez que puede los pone como ejemplo y los señala como uno de sus motores productivos preferidos. A los pocos meses de asumir, el Presidente ya había visitado los headquarters de Mercado Libre y Globant, dos de los unicornios argentinos –empresas de base tecnológica con un valor de mercado de al menos US$ 1.000 millones–, y en noviembre de 2016 sumó a los otros dos unicornios criollos, Despegar y OLX, para cerrar su "mini Davos". Además, el impulso de las leyes de Emprendedores y Pyme suma beneficios para el sector. ¿Alcanza? En parte, pero sin dudas le dan mejores perspectivas y nuevos bríos al sector.
"Tenemos cuatro de los seis unicornios de la región; tenemos la oportunidad de recuperar tiempo perdido porque los emprendedores son los principales referentes del 'sí se puede'. Ellos lo hicieron en condiciones más adversas. Ahora, en una Argentina que se va normalizando tendríamos que dar un salto exponencial", afirmó Macri en el evento de ARCAP en la Torre YPF.
La ley de Emprendedores incorpora las Sociedades por Acción Simplificadas (SAS), la simplificación de trámites (ventanilla única) y algunos beneficios impositivos. Además, y para muchos lo más importante para impulsar el sector, se podrá usar deducción fiscal para inversores que destinen sus billetes a los nuevos proyectos. Para eso se creó el Registro Nacional de Capital Emprendedor: por cada $1 que pone un inversor en una compañía de este tipo, tendrá una deducción especial de $0,75 hasta un tope de un 10% de sus ganancias netas anuales sujetas a impuestos (es para individuos en forma directa –las empresas pueden hacerlo por medio de gestores de venture capital–, no puede ser una autoinversión, no se puede tomar control del proyecto y se tiene que mantener la inversión al menos dos años).
Además, como parte de la Ley, se creó el Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor (FONDCE) –también conocido como "Fondo de fondos"–, un instrumento de inversión público/privado de $1.000 millones que busca facilitar el despegue de nuevas startups. En ese contexto, se eligieron las 13 aceleradoras que seleccionarán y acompañarán a proyectos en su etapa de crecimiento (tres están orientadas a startups científicas), y a tres fondos de inversión del tipo venture capital, o VC. Así, hay tres nuevos tipos de fondo: Semilla, Aceleración y Expansión. A continuación, un detalle de cada uno y quiénes son sus protagonistas.
Fondo Semilla
Es el más básico y se administra con fondos públicos. Son los denominados "préstamos de honor" de hasta $250.000. El plazo de devolución del crédito es de seis años, con un año de gracia y a tasa 0.
En este caso, los proyectos tienen que tener hasta un año de facturación y si son de impacto social y/o medioambiental, este plazo se extiende hasta cuatro años. El trámite de ingreso se hace por medio de las incubadoras registradas en el Ministerio de Producción.
Fondo Aceleradoras
En pocas palabras, el modelo consiste en que las aceleradoras seleccionan proyectos que ya tienen equipos conformados y están en marcha (aunque sean prototipos o versiones beta). Invierten en ellas y se quedan con un promedio del 10% de las acciones. Durante el proceso de aceleración, que suele durar entre algunos meses y un año, en general, se ayuda a consolidar el equipo, mejorar el plan de negocios y afinar otras cuestiones, como temas legales, composición de la empresa, etc.
En el caso puntual del FONDCE, las aceleradoras tech hacen inversiones 1 a 1 (por cada peso que pone el privado, el Estado pone un peso), de hasta US$ 100.000 por proyecto. Cada aceleradora preseleccionada tiene que presentar al menos tres proyectos por año y no más de 10.
Las aceleradoras tecno son:
NXTP LABS. Una de las pioneras del sector. Nació en 2011 y fue fundada por Ariel Arrieta, Gonzalo Costa, Marta Cruz y Francisco Coronel. Hoy está integrada verticalmente y funciona también como un fondo VC. Ya invirtió más de 138 millones en más de 180 compañías.
EMBARCA. Nació en el coworking mendocino Campus Olegario, y sus socios son los jóvenes emprendedores Belén Fernández, Valentina Terranova y Gonzalo Innocenti. El mes que viene convocará a empresas locales para invertir en ellas y darles cuatro meses de trabajo full time. También usan la modalidad de preaceleración, para proyectos que apenas son una idea.
IMAGINE LAB. Es de origen chileno y desembarcó en el país el año pasado. Su fundador es Luis Stein y a nivel local tiene como socios estratégicos a la Universidad de San Andrés, Microsoft Argentina y Grupo San Cristóbal. Espera tener 20 proyectos en su primer año, con una inversión de US$ 100.000 por startup.
GLOCAL. Es rosarina y la primera de la región que se enfoca 100% en inversiones ag-tech, o proyectos de base agrícola cruzados por la tecnología. Su fundador es Bernardo Milesy.
GLOBANT. Globant Ventures (GV) es la aceleradora de proyectos externos de alto impacto de uno de los unicornios locales. "Sabemos lo que un emprendedor argentino de base tecnológico necesita para crecer y vamos a buscarlos y a seleccionar aquellos dispuestos a acelerar su negocio", aseguran desde GV.
WAYRA. La aceleradora del Grupo Telefónica es otra de las pioneras locales en inversión en "early stage". La dirige Lorena Suárez y, desde 2011, lleva aceleradas en la Argentina 53 startups.
INCUTEX. De origen cordobés, nació como una "company builder" en 2010. Invierten en tres empresas por año. Para este año planean, además, constituir un fondo VC de US$ 30 millones. La dirige Juan Santiago, cofundador y CEO de Santex América.
FOUNDERS LAB. Esta nueva aceleradora está manejada por Pablo Larguía (fundador de Bumeran.com y socio de Red Innova), Pablo Orlando (GoodPeople) y Nicolás Bayerque (Gone). Se van a enfocar en Inteligencia Artificial, blockcahin e Internet of Things. A partir de marzo, analizarán proyectos para una aceleración de cuatro meses e inversiones de US$ 100.000 en cada caso, a cambio de entre 8 y un 15% de la compañía.
YAVU. Otro de los nuevos jugadores del sector. Está comandada por Francisco Simone (Al Mundo) y Sacha Spitz (X-Miles / Points.Market).
INCA LABS. Dirigida por Emiliano Giacobbe, director de Inca Games, una compañía editora y productora de contenido interactivo y videogames.
Aceleradoras científicas
En este caso, el modelo de inversión es similar al de las aceleradoras tech, pero como se trata de proyectos estratégicos, de mucho más largo plazo y que pueden involucrar patentes y permisos, el Estado puede duplicar la inversión de los privados. El tope es de US$ 300.000 por proyecto. Cada empresa tiene que presentar al menos uno y no más de cinco por año.
Son tres las aceleradoras seleccionadas:
CITES. Del Grupo Sancor Seguros. Se inspira en el modelo de inversión israelí y desembolsa US$ 500.000 por el 50% de cada startup. Además, lanzarán un fondo VC de US$ 24 millones para invertir en 32 empresas. Su gerente es Nicolás Tognalli.
GRID EXPONENTIAL. Su fundador y CEO es Matías Peire. Entre sus partners figuran importantes miembros de la Cámara Argentina de Biotecnología, como Grupo Insud, el holding del empresario Hugo Sigman, y otras empresas del sector, como Bioceres, Gador, Vicentín y Bagó.
ACELERADORA DEL LITORAL. Con base en Santa Fe, está formada por la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el Parque Tecnológico del Litoral Centro (PTLC), la Bolsa de Comercio de Santa Fe y la Unión Industrial de Santa Fe (UISF).
Fondos Expansión
En estos casos, las inversiones son más altas y sofisticadas, en general para segundas rondas de proyectos más avanzados. Estas líneas están enfocadas a fondos VC, quienes se comprometen a invertir US$ 18 millones. La inversión del Estado será de US$ 12 millones en cada fondo.
Los ganadores fueron:
NXTP LABS. Fue elegido como aceleradora y también como VC. El nuevo fondo de NXTP Labs (NXTP Fund II de unos US$ 120 millones) proveerá capital a entre 30 y 40 compañías con inversiones de entre US$ 1 y 5 millones en verticales como FinTech, AgTech, EdTech, CleanTech, marketplaces, economía colaborativa y tecnologías disruptivas, entre otros.
DRAPER CYGNUS. Flamante sociedad entre el fondo Cygnus (Ignacio Plaza, Diego González Bravo y Diego Steverlynk) y Tim Draper, inversionista de Silicon Valley. Destinará US$ 60 millones para proyectos de fintech, agrotech, biotecnología y cleantech, con inversiones de entre US$ 1 y 5 millones. Rofex, el mercado a término de Rosario, también es parte.
JAGUAR VENTURES. Fondo de origen mexicano que es representado en el país por Cristóbal Perdomo. Realiza inversiones de entre US$ 300.000 y US$ 500.000. A nivel local invirtió en empresas como Zolvers, Nubimetrics y Producteca.