Luego de bajar la tasa de referencia en 0,75 puntos porcentuales, el Banco Central anunció la emisión de títulos de cortísimo plazo. Se trata de las nuevas Letras de Liquidez, que a partir de mañana estarán disponibles exclusivamente para las entidades financieras. Tendrán un plazo de siete días y la tasa será la misma que se fijó en el reciente encuentro del Comité de Política Monetaria, es decir, 28% anual.
Esta suerte de "mini Lebac" procura que los bancos coloquen sus excedentes de pesos más activamente en las cuentas de la autoridad monetaria. Este mecanismo permite, justamente, facilitar la absorción de dinero, ante la reticencia de los bancos por colocar a corto plazo bajo el mecanismo de pases pasivos.
Una de las novedades que traerá aparejadas la Leliq es que podrá negociarse en el mercado secundario. Es decir que los bancos que adquieran estos instrumentos podrán venderlos si precisan el dinero.
La Leliq podrá negociarse en el mercado secundario. Es decir que los bancos que adquieran estos instrumentos podrán venderlos si precisan el dinero
Uno de los argumentos que señalaban en los bancos para resistirse a la colocación de dinero a través del mecanismo de pases era que le restaba mucha liquidez, por lo que optaban por comprar Lebac. El plazo mínimo de estos títulos es de 28 o 35 días, según la semana en que se realice la licitación, pero la conveniencia es que se trata de un título que se puede comprar y vender en el mercado secundario. Esas características tendrán ahora las Leliq.
Las nuevas Letras de Liquidez no serán licitadas semanal o mensualmente, sino que podrán ser demandadas en todo momento por parte de los bancos, cuando consideren que tienen liquidez excedente. De esta forma, razonan en la entidad que preside Federico Sturzenegger, habrá un margen mayor para absorber pesos a través de estos mecanismos de corto plazo, en vez de salir a colocar Lebac, ya sea en la licitación mensual o interviniendo en el mercado secundario.
La rebaja de tasas instrumentada por el BCRA impone al mismo tiempo un desafío, ya que habrá que salir a absorber una gran cantidad de pesos en los próximos meses a través de la colocación de títulos, pero con una remuneración menor. Ofrecer opciones más flexibles a los bancos debería ayudar en la tarea de absorción de pesos, que es un aspecto central para intentar cumplir con las nuevas metas de inflación, ahora en el 15%, que el Gobierno le impuso al Banco Central para 2018.
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