Supertasa: ¿techo para el dólar? Entre las señales y la historia

Por Ariel Squeo y el Departamento de Investigación y Análisis de ICB Argentina

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La entidad monetaria redobla esfuerzos
La entidad monetaria redobla esfuerzos para contener la inflación. (DyN)

En Argentina nunca es buena idea decir que "el dólar estará estable" o mucho menos que "el mismo se depreciará respecto del peso". En general, el par (USD/ARS) va para arriba y tiende a quebrar hasta los mejores análisis posibles. Es innegable, entonces, que los argentinos tenemos una relación particular con la divisa norteamericana. En verdad, este fenómeno existe en toda la región, pero es en nuestro país donde adquiere proporciones realmente sorprendentes.

Por ejemplo, el escenario actual es un buen momento para verlo: pese a que la tasas en moneda local están por los cielos, la compra de dólares no aminoró la marcha en todo el año, más bien al contrario. Sin embargo, este antecedente histórico no debe anular por completo todos los análisis o la lectura de señales. En este aspecto, la autoridad monetaria y el mercado siguen dando pistas claras de que hacia fin de año el dólar tendría que estar estable o tender a la baja por cuatro cuestiones centrales:

– El rally de tasas que desató el BCRA modificando en dos comunicados seguidos su tasa de referencia

– La resistencia, hasta ahora infranqueable, en $17,80

– Las recientes declaraciones del presidente del BCRA en New York: "Vamos a revisar nuestra política de acumulación de reservas"

– La continuidad del "gradualismo" de la Fed

Vamos punto por punto. Hacia fines de octubre el BCRA anunció que subiría su tasa de referencia monetaria unos 150 puntos llevándola al valor de 27,75%, cuestión que profundizó el 7 de noviembre elevando otros 100 bases y dejando la misma en 28,75%. Esto se trasladó rápidamente a todo el complejo de tasas: subieron las LEBAC, tanto en la suscripción mensual como en el mercado secundario, subieron las tasas para PyME (como cheques de pago diferido), las cauciones y las tasas de préstamos y depósitos (estos últimos, siempre más lento). Se estila pensar que en nuestro país la suba de tasas desalienta la dolarización y por ende "pincha" el tipo de cambio.

El BCRA pone la tasa en niveles sumamente elevados a la par que promete descomprimir la demanda de divisas

En términos generales esta relación aplica, pero no en determinados niveles de tasa el efecto comienza a diluirse. En este caso, por ejemplo, el efecto fue más de morigeración que otra cosa. Desde aquella suba de tasas, el dólar mayorista restó 17 centavos (-1%) de 17,63 a 17,46 pesos. Es decir, el impacto fue bajo y es entendible dado el nivel exageradamente alto del interés, a medida que el interés sube su efecto sobre el tipo de cambio es menor y para generar un impacto relevante cada vez el aumento de tasa debe ser más y más grande. Pero lo cierto es que la señal del BCRA fue clara: va a favorecer posiciones en pesos.

EVOLUCIÓN DEL TIPO DE CAMBIO MAYORISTA

Fuente: ICB en base a
Fuente: ICB en base a BCRA

En segundo lugar, y dado que el BCRA comenzó a dejar flotar el tipo de cambio de manera un tanto más "pura" en su cotización, el análisis técnico del tipo de cambio comienza a tomar sentido y el mismo arroja señales claras: hay una resistencia fuerte en $17,80 y un MACD (Moving Average Convergence Divergence o Convergencia/Divergencia del Promedio Móvil) que se aproxima a dar señal de venta. Con lo cual tampoco habría indicios en el mercado de que el dólar vaya a subir mucho más.

EVOLUCIÓN DEL TIPO DEL PAR USD/ARS Y MACD

Fuente: ICB sobre la base
Fuente: ICB sobre la base de TradingView

En tercer lugar, pero no menos importante, el actual presidente del BCRA declaró recientemente en Nueva York que va a revisar su política de compra de reservas. Dicho en criollo, la autoridad monetaria reducirá el ritmo de compra de dólares en mercado cambiario, lo que descomprimirá fuertemente la demanda de divisas. Esto debería tener un impacto relevante en la cotización del dólar, al menos desalentando un alza brusca en el corto plazo.

Finalmente, en el plano internacional la confirmación de Jerome Powell como sucesor de Janet Yellen como presidente de la Reserva Federal de los EEUU avizora un fin de 2017 con estabilidad internacional y un 2018 con aumentos moderadas en la tasa de la Fed, que garantizarán la continuidad del escenario de híperliquidez de dólares a nivel global. De este modo, se desarticula uno de los principales riesgos que el mercado local tenía en agenda, un eventual rally de la tasa a 10 años de Estados Unidos, arrastrada por la tasa de la Fed. Incluso, una vez confirmado Powell, la misma retrocedió los 10 basis que había ganado en el último mes y rompió los 2,35. Hoy los bonos del Tesoro de los EEUU están rindiendo 2,36% anual. Esto brinda aún más aire al resto del mundo y quita presión a la cotización de las monedas respecto de la divisa norteamericana.

En conclusión, y sin olvidar que generalmente el que apuesta a que el dólar baje pierde, las señales parecen ser claras y dirigirse todas hacia el mismo lado: el dólar estaría sondeando un techo y no hay impulsos a la vista que indiquen que vaya a romperlo.

 

(*) Ariel Squeo es presidente de ICB Argentina

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