En sólo 16 meses el avance de la inflación y la estabilidad del precio del dólar, por distintos factores que influyen en la dinámica del mercado de cambios, arrasó con el efecto de competitividad cambiaria obtenida por la fuerte devaluación encarada en diciembre de 2015.
Según las distintas cotizaciones, el dólar acumuló un incremento de precios entre 54,6 y 56 por ciento, que equivale a la inflación del mismo lapso, entre 54,5 y 57,1 por ciento.
El gran volumen de divisas que se ofrecen en el mercado de cambios por los ingresos de la emisión de bonos soberanos, provinciales y corporativos, sumado a las liquidaciones de exportaciones del agro, que se concentran en el segundo trimestre del año, saturan la plaza, cuya demanda no llega absorberlos en su totalidad, mientras el Banco Central opta por no intervenir con compras.
En simultáneo, las elevadas tasas de interés brindadas por distintos instrumentos financieros (títulos de deuda, Letras del Tesoro, Letras del BCRA), inciden en que los inversores se deshagan de posiciones en dólares para aprovechar estos rendimientos únicos en el mundo.
Esta semana el Ministerio de Finanzas convalidó tasas de 5,75% anual en dólares para el Bonar 2025, y de 7,6% para el Bonar 2037. En su licitación de Letras del Tesoro, de corto plazo, la tasa nominal anual se situó entre 2,6 y 3,35 por ciento.
Por la inflación y la baja del tipo de cambio, la economía doméstica se encareció 10% en dólares en 2017
El Banco Central subió fuerte las tasas de interés para contener el repunte de la inflación y dio la referencia al mercado financiero del 26,25% anual en pesos.
Todas estas condiciones confluyeron en una inevitable caída de los precios del dólar. La divisa retrocede en lo que va del año un 4%, mientras que la inflación acumulada solo en el primer trimestre fue de 6,1%, según el INDEC, lo que suma un encarecimiento de la economía doméstica del 10% en dólares en 2017.
Desde la eliminación del "cepo" cambiario a mediados de 2016, el dólar mayorista aumentó 54,6% en el mercado mayorista, de 9,8275 a 15,19 pesos. Según el Tipo de Cambio de referencia del BCRA, el incremento fue de 55,1%, de 9,8268 a 15,2393 pesos.
El dólar al público se negoció en bancos con un aumento de 56,3% en los últimos 16 meses, de $9,91 a $15,49, según el promedio informado por el Banco Central.
En tanto, según la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación acumulada entre diciembre de 2015 y marzo de 2017 fue de 57,1 por ciento. Como el impacto del aumento de tarifas fue mayor en el distrito porteño que en el resto del país, la inflación de los últimos 16 meses fue dos puntos y medio superior a la medida por el Índice Congreso, de 54,5% en el período de gobierno de Cambiemos.
El atraso del dólar de la era Macri ya es mayor que el del final del gobierno de Cristina Kirchner
Una inflación que no cede y un dólar poco demandado explican por qué en poco tiempo la economía argentina se deglutió el efecto de la abrupta devaluación del peso luego del cambio de Gobierno.
"El inicio del ciclo lectivo contribuyó al aumento del nivel general de precios (y) trajo consigo incrementos en sus costos asociados", afirmó la consultora Invenómica. "También impactaron (…) incrementos en los alimentos, en los peajes y en los servicios públicos".
Las metas de inflación del Banco Central quedan en la mira y su cumplimiento es cada vez más improbable. La entidad fijó un rango del 12 al 17 por ciento de aumento para todo 2017, mientras que la encuesta de agentes del mercado realizada por la misma entidad prevé un 21,3% en promedio.
"Queda en evidencia que las tensiones inflacionarias están aún lejos de desaparecer, y se reducen las posibilidades de cumplir las metas de inflación inicialmente estipuladas (por el Gobierno)", añadió el informe de Invenómica.
DEL "CEPO" AL DÓLAR "BARATO"
El 16 de diciembre de 2015 el entonces ministro Alfonso Prat Gay anunció el final del "cepo" cambiario, que determinó al día siguiente salto contundente del precio del dólar en todas las franjas, después de cuatro años en el que el gobierno de Cristina Kirchner intentó mantener un estricto control de capitales, tanto en la oferta como en la cotización del billete.
Entre 2011 y 2015 el Gobierno había intentado atrasar el dólar para enfriar el avance de la inflación y generar, a la vez, un efecto de derrame desde los sectores productivos muy superavitarios en el comercio exterior, como el agro, en favor de aquellos muy deficitarios y dependientes de las importaciones, como las industrias automotriz y electrónica.
La consecuencia lógica de esta decisión fue la imposición de medidas restrictivas para impedir que los ahorristas accedieran al dólar y férreos controles a las importaciones, para evitar que productos más baratos desde el exterior invadieran los comercios del país.
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El dólar volvió a bajar y ya consumió toda la devaluación de la era Macri
De todos modos, la iniciativa de Cristina Kirchner y su equipo económico fracasó: se interrumpió el ingreso de dólares financieros y de inversiones productivas y las reservas internacionales se redujeron en unos USD 30.000 millones en menos de cuatro años. A la par, el dólar "blue" triplicó su valor y superó los 16 pesos, mientras que el PBI quedó prácticamente estancado en los niveles de 2011.
Al asumir Macri, la necesidad de dólares para financiar el déficit fiscal, salir del default de deuda pública, recomponer reservas y amortiguar la devaluación para poner fin al "cepo" llevó a un proceso de emisión de bonos en moneda extranjera que provocó a una situación impensada hace apenas dos años: hoy sobran los dólares en la Argentina y por eso su precio baja.