Fernando Vilella, el secretario de Bioeconomía confirmado por el presidente electo Javier Milei para gestionar la ex secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, presentó los lineamientos de los que será su gestión, así como el equipo que lo acompañará.
Destacó que su gestión buscará duplicar las exportaciones del agro con una fuerte impronta desreguladora para superar un modelo que “cruje y provocó 46% de pobres en nombre de defender la mesa de los argentinos”. En este sentido, anticipó que el equipo que encabeza redactó un proyecto de decreto de necesidad de urgencia (DNU) vinculados con resoluciones administrativas que derogarán una serie de regulaciones que limitan el comercio y las exportaciones del agro, que será sancionado en los primeros días de gobierno.
Por otra parte, señaló que la ley ómnibus que “el mismo domingo 10 se presentará en el Congreso” contiene un apartado que impedirá que “nunca más un funcionario pueda generar regulaciones que restrinjan el comercio y que se atribuya funciones que son del Congreso”. En este sentido, Vilella recordó que los fideicomisos, los volúmenes de equilibrio y las limitaciones a la exportación de cortes vacunos “son falsas estrategias que solo han empobrecido a los argentinos”.
“La oportunidad es enorme y quisimos expresar esa oportunidad desde el nombre de la Secretaría. Agricultura, Ganadería y Pesca son centrales en la producción, pero estamos pensando en las transformaciones que podemos hacer con ellas agregando valor en origen que implican hablar de Bioeconomía” (Fernando Vilella)
La presentación, realizada en la llamada Casa Guerrero, del barrio de San Telmo, que fue la primera sede de la Asociación Argentina de Angus, contó con la presencia de unos 200 invitados especiales, todos referentes de la actividad agrobioindustrial de la Argentina, que tras la exposición de Vilella realizaron preguntas al nuevo funcionario.
Vilella sostuvo que a nivel regional y mundial la Argentina y el Mercosur son la solución al problema de la provisión de alimentos y fibras de calidad y bajo nivel de huella de carbono. “Nuestros sistemas son sustentables. La oportunidad es enorme y quisimos expresar esa oportunidad desde el nombre de la Secretaría. Agricultura, Ganadería y Pesca son centrales en la producción, pero estamos pensando en las transformaciones que podemos hacer con ellas agregando valor en origen que implican hablar de Bioeconomía”.
El equipo de Vilella
El próximo y primer secretario del área, señaló que “al hablar de bioeconomía hablamos también de lo social. Es un desarrollo que tiene que involucrar a la mayor parte de la población porque puede generar 1 millón 200 mil puestos de trabajo. La única manera de pagar mejores sueldos es que haya inversiones y productividad”, recalcó.
Vilella, presentó al equipo que lo acompañará en su gestión. En la subsecretaría de Mercados estará Agustin Tejeda; en la de Bioeconomía e Innovación, Pablo Nardone, el jefe de Gabinete será Pedro Vigneau; el vicejefe, Germán Paats; en la dirección de Producción Vegetal estará Nicolás Bronzovich, y en la subsecretaría de Producción Animal,Belisario Castillo. En tanto, en la dirección de Producción Lechera, estará Sebastián Alconada; en la de Producción Forestal, Sabrina Bertet, en la dirección Nacional de Control Agropecuario, Luis María Magliano; en la dirección Nacional de Cooperación Internacional, Maximiliano Moreno, y en la de Capacitación y Extensión, Leonardo Galaburri, al tiempo que habrá una Unidad de Desregulación, a cargo de Julián Echazarreta.
Al referirse a los organismos descentralizados que dependen de Bioeconomía, Vilella anticipó que Juan Cruz Molina será el nuevo presidente del INTA, secundado por María Beatriz Giraudo; en tanto que, en el Senasa, estarán Pablo Cortese y Sergio Roberts como presidente y vice, respectivamente, al tiempo que Leonardo Sarquís coordinará el funcionamiento del Consejo Federal Agropecuario, que reúne a los ministros de Agricultura y Producción de todas las provincias. Tras presentar a su equipo, Vilella destacó que más allá de los antecedentes de cada uno de ellos, si el sistema privado no invierte, colabora y transforma la idea que propone su plan de Bioeconomía, va a fracasar.
Huella ambiental
Vilella destacó que “los alimentos, las energías y la producción de fibras que produce la Argentina tiene una muy buena huella ambiental. El maíz tiene la menor huella de carbono del mundo. Según nos dicen los expertos del INTA y del INTI, la tercera parte de huella del pollo que produce Brasil, que es líder en el comercio mundial de este producto”. También destacó la muy baja huella de carbono que tiene el bioetanol que se produce en la provincia de Córdoba y se exporta a Europa.
“Nuestro diagnóstico es que la bioeconomía es uno de los motores principales del país. La biomasa y su transformación debe ser realizada en el territorio, lo que implica desarrollo sustentado en el gerenciamiento de la fotosíntesis realizando múltiples productos desarrollados en todo el país. Es una herramienta de generación de desarrollo. Y que no sea en una región en detrimento de otra. Tiene que ser pareja para todos los sectores”.
“Al hablar de bioeconomía hablamos también de lo social. Es un desarrollo que tiene que involucrar a la mayor parte de la población porque puede generar 1 millón 200 mil puestos de trabajo. La única manera de pagar mejores sueldos es que haya inversiones y productividad” (Fernando Vilella)
El nuevo funcionario señaló que la actual situación requiere requieren liberar regulaciones, quitar las retenciones y unificar el tipo de cambio lo más rápido posible. No obstante, advirtió que “mejorar la macroeconomía es imprescindible, pero con eso solo no basta. Hay que utilizar una estrategia específica para la bioeconomía en su conjunto”. No obstante, Vilella señaló que sí debe haber algunas regulaciones específicas, para cumplir con los parámetros internacionales que exige el comercio mundial y los importadores de productos agrobioindustriales argentinos.
Agregó que la gestión de Bioeconomía tendrá como eje la trazabilidad y la certificación y señaló que “si tenemos productos, hay que saber venderlos, por eso tenemos que estar abiertos al comercio. Estamos en una de las zonas más aisladas del mundo y la Argentina no está limitada por la demanda, sino por la oferta de productos. Y para desarrollar esa oferta es importante que tengamos una ley de inversiones que no distinta entre regiones, sectores y montos, para que todos tengan las mismas reglas de juego”, enfatizó.
Propiedad intelectual
Sobre el comercio de los productos agrobioindustriales, Vilella señaló que “hay distintas estrategias en las diferentes actividades, cuyo eje es duplicar las exportaciones, lo que se puede hacer en pocos años. Ese desarrollo se puede conjugar con productos saludables, sustentables y que respeten el ambiente. Los sistemas argentinos son sostenibles y podemos llegar a tener una marca país. Con desarrollo e inversión habrá más productividad y más empleos y podrá haber aumentos salariales reales”.
En otro orden, Vilella resaltó la necesidad que la propiedad intelectual sea respetada: “Hay nuevas tecnologías que están arribando. Hay posibilidades de multiplicar por seis las áreas de riego, si hay ley de inversiones, moneda y tipo de cambio único, tanto en las zonas desérticas, como el riego complementario en zonas de seca no podrán crecer”.
“Básicamente la Argentina exporta alimentos para animales, el 70% de la harina de soja, y el maíz se exporta sin procesar. La producción de pollos y cerdos que ha crecido podría crecer mucho más. Todas las producciones vegetales tienen el mismo trabajo pendiente de agregar valor en origen” recalcó.
Finalmente, el primer secretario de Bioeconomía que tendrá el país señaló: “Pensamos que este sector juega un papel fundamental en la construcción del futuro como hace más de un siglo. Eso va asegurar la seguridad alimentaria de Argentina, y también su rol como un participante importante de la seguridad alimentaria global”.