A una semana de culminar la última edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), que establece un tipo de cambio diferencial a partir de un esquema de liquidación de divisas del 50% al valor del dólar oficial y el restante 50% al Contado con Liquidación (CCL), el mercado granario se dinamizó con un aumento en el volumen negociado diario en un primer momento, aunque no en gran medida. Los productores continúan expectantes para conocer las medidas que pueda tomar el presidente electo Javier Milei a partir del 10 de diciembre.
Los cambios dispuestos tras el balotaje en el esquema del PIE, más conocido como dólar exportador, dejando atrás el anterior de 70% al cambio oficial y 30% al CCL, derivaron en un aumento en el valor de los granos de entre el 16% y el 23% respecto a los precios que se registraron antes de la segunda vuelta electoral. Esto quiere decir que la soja pasó de un precio promedio de $160.000 a $180.000 con el anterior esquema a valores pico de casi $250.000 la tonelada. Medido en dólares, el precio de la oleaginosa pasó de USD 527 a USD 647 la tonelada.
Según analistas y operadores consultados por Infobae, se registró un incremento en el nivel de operaciones, a partir de los negocios declarados en la plataforma oficial SIO-Granos. Así, desde la elección del 22 de octubre al 19 de noviembre, se registró se comercializaron entre 40.000 a 60.000 toneladas diarias de soja, mientras que luego del balotaje, con los cambios propuestos por el Decreto 569, se logró operar un promedio de 110.000 toneladas.
Si bien en los negocios de maíz, en ambos períodos, se realizaron operaciones diarias de compraventa de unas 125.000 toneladas diarias, en el caso puntual del trigo, tras la primera vuelta presidencial se negociaron unas 90.000 toneladas diarias, cifra que aumentó tras la segunda vuelta electoral a un promedio de 120.000 toneladas. En todos los casos con precios mejores a partir de la reformulación de la cotización oficial del tipo de cambio vigente.
Cambios
Lorena D’Angelo, analista de la consultora AZ Group, aseguró que “entre las dos últimas ediciones de vigencia del esquema de tipo de cambio diferencial, primero 30/70 y luego 50/50, podemos observar que con menos días de negocios hay un mayor volumen de operaciones, esto mayormente en el mercado del trigo”.
En el caso de las ventas de trigo, la especialista consignó que “el avance de la cosecha triguera hace que los productores que están vendiendo su cereal puedan capturar buenos precios en pesos para cancelar deudas que les vencen durante el mes de diciembre”.
Según señaló la especialista, en los 20 días posteriores a la elección presidencial del 22 de octubre se negociaron en soja 1.132.000 toneladas; en maíz, 2.230.000 tn., y en trigo, 1.620.000 toneladas. En tanto, para los mismos productos, en los seis días posteriores al balotaje, se concretaron ventas externas por 675.000 toneladas de soja, y otras 765.000 y 718.000 toneladas de maíz y trigo, respectivamente.
La mejora en la cotización oficial, que apoyó la comercialización de granos, fue de un 22,77% para la soja respecto a la cotización del dólar oficial empleado entre ambas elecciones presidenciales. El valor obtenido en pesos por el maíz y trigo, también reportaron mejoras del 19,70% y del 16,61%. “Esto muestra una suba importante, valuado todo al tipo de cambio oficial vigente a estas fechas”, dijo D’Angelo.
La especialista de AZ Group expresó que “actualmente, más allá de estos resultados, hoy el productor no tiene muchas intenciones de vender sus granos, principalmente porque le queda poco volumen sin comercializarse la campaña gruesa 2022-23, y está esperando una mejora en el tipo de cambio, aun cuando los precios en dólares de los granos en el mercado mundial están mostrando bajas. Tal como sucede con la soja en la posición mayo de 2024, que baja fuerte respecto de su cotización de la semana pasada”.
Ventas estacionales
También Nicolás Sesnich, consultor de Fyo, explicó que “la modificación de las proporciones en la conformación del tipo de cambio para establecer el precio en pesos de los granos, que pasó de 70/30 a 50/50, no generó una gran operatoria adicional a lo que el mercado venía negociando diariamente previo a la segunda vuelta electoral. Allí las variables se dieron por cuestiones estacionales, como es el caso del trigo, donde comenzó la cosecha y las ventas por logística aumentaron. La certidumbre sobre las reglas de juego es hasta el 10 de diciembre”.
Aseguró además que “la variación en el volumen de ventas de soja se dio en los primeros días posteriores al balotaje, cuando se llegó a negociar hasta 120.000 toneladas en un día a los nuevos precios, cifra que dista de las 40.000 toneladas diarias operadas en el mercado previo a la definición de la elección presidencial. Recordemos que, en la semana previa a los comicios, la incertidumbre electoral paralizó las ventas, y luego, ante las nuevas medidas, la oferta contenida apareció. Hoy ya nos encontramos en volúmenes promedio previos a las elecciones”.
“El productor espera la asunción del nuevo gobierno y las nuevas medidas cambiarias para decidir sus ventas. Esto es algo particularmente visible en el trigo. Se comercializa lo necesario para generar flujo de caja en las empresas y esperan comercializar el grueso de la trilla a partir del 10 de diciembre” (Javier Preciado Patiño)
Sesnich explicó que “las ventas realizadas tienen como disparadores: el precio, la necesidad de hacer caja y la logística” y refirió que “si bien los precios mejoraron fuertemente en pesos, como en dólares oficiales, a la actividad le quedan muchas instancias de cambio por delante desde lo político-económico, por lo que esperar (una mejora en la cotización) es la naturaleza del productor”.
Agregó que “el mercado granario sigue frenado, ya que en diez días vendrá un nuevo gobierno, y los granos son para el productor su refugio de valor, para dejar a segundo plano lo que es la fluctuación del precio”.
A la espera del nuevo gobierno
Javier Preciado Patiño, director de la consultora Ria, aseguró que “con el esquema 50/50, el precio FAS (es decir, el valor del grano en planta de acopio y antes de subirlo al buque) que paga la exportación se mueve al compás del dólar financiero, generando volatilidad en los precios de los granos. Y lo que el productor espera es la asunción del nuevo gobierno, y las nuevas medidas cambiarias para decidir sus ventas. Esto es algo particularmente visible en el trigo en el arranque de la cosecha. Por ello, se comercializa lo necesario en trigo para generar flujo de caja en las empresas agropecuarias, y esperan comercializar el grueso de la trilla a partir del 10 de diciembre”.
En lo que respecta a las existencias en el poroto de soja, el ex subsecretario de Mercados Agropecuarios explicó que “hay dudas sobre qué volumen realmente queda de soja por comercializarse, en tal caso, un tipo de cambio único haría mover hacia el circuito exportador las últimas existencias del stock hasta el ingreso de los porotos de la próxima cosecha” de la campaña 2023-24, que hoy se está sembrando.
“Con el esquema 50/50, se mejoró sustancialmente el tipo de cambio para el productor. Apenas implementado, con un dólar CCL a $980, el tipo de cambio rondaba los $670: esto disparó ventas de soja, con volúmenes diarios que llegaron a triplicar los previos: con una comercialización diaria de unas 100.000 toneladas diarias. Pero el tipo de cambio es móvil, y con un CCL que retrocedió a $ 828, el tipo de cambio exportador, también cayó a $ 600. Lo que enfrió la venta de soja, retornando a los niveles precios al balotaje”, explicó Preciado Patiño.