En la cuenta regresiva hacia el inicio de la gestión presidencial de Javier Milei, uno de tantos interrogantes es cuál será su política exterior y su relación con los principales socios comerciales del país, Brasil y China, muy relevantes para el sector agroindustrial.
La incógnita es cuál será la postura del nuevo gobierno en la relación comercial del país con esas naciones. Milei dijo que el comercio exterior consiste en acuerdos entre privados. ¿Es factible que así puedan funcionar los negocios locales con importadores chinos y brasileños? Infobae consultó a 3 especialistas en comercio exterior y negociaciones agrícolas, para que aporten su visión sobre el tema.
Según Marcelo Elizondo, consultor en negocios y comercio internacional, “en lo agroindustrial, lo relevante para Argentina es China, no Brasil, al que le exportamos trigo pero con el cual el rubro más imporante son los bienes industriales. Sí agregó otros mercados relevantes en materia agroindustrial, como India, Vietnam y laUnión Europea (UE).
“Lo que ha dicho Milei es que no va a generar relaciones privilegiadas entre Argentina y China, No promoverá negocios ni habrá vínculos de promoción entre los estados y que los privados negocien entre ellos. No es muy distinto a lo que ocurre hoy. No hay ninguna relación privilegiada ni preferencial entre ambos países”, destacó Elizondo.
“Lo que dijo Milei, de que no promoverá negocios ni vínculos de promoción con China y que los privados negocien entre ellos, no es muy distinto a lo que ocurre hoy. No hay ninguna relación privilegiada ni preferencial entre ambos países” (Marcelo Elizondo)
A diferencia de Chile, que tiene un acuerdo de libre comercio (TLC) con China, por el que no paga aranceles por exportar sus vinos, Argentina entra al gigante asiático pagando entre 10 y 14% por ese producto. “Y si se quiere importar desde China se pagan aranceles en la Argentina y se somete a los importadores a las SIRA. Hay importadores argentinos que tienen deudas con exportadores chinos y no les pueden pagar. Lo que Milei está diciendo es “no voy a privilegiar la relación ni voy a hacer un acuerdo estratégico entre países, sino que los privados comercien entre sí”, subrayó Elizondo.
“Si Milei regulariza el comercio exterior, suprime el cepo, abandona el atraso cambiario, saca las retenciones a las exportaciones, desaparecen las SIRAs, va a ser más fácil comerciar, aun si no hay trato privilegiado, porque hoy hay muchos obstáculos”, explicó el experto. Distinto es el caso del Mercosur. “Ahí hay un acuerdo estratégico, romperlo sería conflictivo. Pero por lo que he escuchado de la futura canciller, Diana Mondino, no se prevé romper el Mercosur. En todo caso se va a discutir dentro del bloque”, señaló Elizondo.
Lo que quiere hacer Milei, insistió, es abrir la Argentina al mundo reduciendo aranceles, algo que requiere el consenso del Mercosur. “La relación entre Argentina y Brasil, a pesar del Mercosur, está muy obstruida. Si uno quiere importar desde Brasil hay que pasar por las SIRAs, el Banco Central no da los dólares, hay un impuesto para-arancelario para pagar importaciones que viola el tratado del Mercosur. La verdad es que no va a ser peor que hoy”, aseguró Elizondo.
Rol indelegable
Nelson Illescas, director del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), señaló que los negocios internacionales se dan entre empresas privadas, pero requieren la presencia de los gobiernos “para tratar cuestiones arancelarias, sanitarias y fitosanitarias, especialmente en productos del agro”, a través de protocolos.
Esta función del sector público, junto a otras como la de promoción comercial organizando ferias y eventos donde se reúnen productores, exportadores e importadores, facilita la generación de negocios. También, el rol que juegan los agregados agrícolas y las embajadas argentinas en los países de destinos, que pueden informar de primera mano cambios en la normativa de los flujos comerciales.
Para Raúl Roccatagliata, del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), “el problema se da cuando se distorsionan los roles en el sector público y el sector privado”.
Si en el gobierno de Milei, señaló, se promueve más la iniciativa del sector privado habrá más, no menos, comercio, y el sector privado será más eficiente en el uso de los recursos y definirá mercados prioritarios. “El Estado no puede dejar de cumplir su rol, habrá que ver cómo se interactúa en forma conjunta para definir las prioridades y en qué mercados y sectores tenemos que negociar para definir una estrategia de país con el sector público”, explicó.
Mercados prioritarios
Sobre cómo podría seguir la relación comercial con China, destino del 80% de las exportaciones de carne vacuna argentina, Elizondo señaló que es mejor tener “relaciones fluidas y privilegiadas, acuerdos de preferencias arancelarias, pactos estratégicos, alianzas económico comerciales, acuerdos de libre comercio. Argentina no los tiene, con China y con casi nadie”, pero igual sigue comerciando con el gigante asiático.
“No veo que Milei vaya a empeorar nada, porque hoy Argentina entorpece el comercio con todo el mundo, incluso con sus aliados, y no tiene pactos de preferencias salvo con el Mercosur. En el Mercosur, creo que (el nuevo Gobierno) discutirá como lo está haciendo Uruguay”, dijo Elizondo, que al respecto prevé una discusión importante. “Milei va a querer una Argentina más abierta el mundo y el Mercosur es un bloque muy cerrado, con aranceles muy altos y sin pactos con terceros países”, remarcó.
Sobre la elección de socios comerciales, Illescas apuntó que “desde el Gobierno se pueden elegir cuáles son los mercados más atractivos para estrechar vínculos y tener acuerdos prioritarios de comercio”. Si no se quisiera comerciar con China o Brasil, habría que elegir otros mercados que los reemplacen. Históricamente, dijo Illescas, Argentina ha tenido cierta neutralidad para comercializar sus productos agrícolas. “Hay que buscar disociar el vínculo político o ideológico del comercial. Sucede en todo el mundo, salvo casos muy precisos”.
En la misma línea, Roccatagliata recordó que cuando asumió Alberto Fernández y el canciller era Felipe Solá, al principio no se negociaba ni con Brasil, pero no hubo ninguna ruptura comercial con los países vecinos ni con China. “No van a llegar a eso. Se trata de los más grandes socios comerciales en alimentos que la Argentina tiene”, aseguró.
Cómo sigue
Sobre el futuro del comercio exterior argentino, y particularmente el agrobioindustrial, Elizondo destacó que “van a ser los privados los que van a comerciar y tendrán que desarrollar estrategias competitivas propias. Van a seguir entrando en China”. Respecto de Brasil, si el Mercosur se mantiene con sus instituciones teóricas habrá un comercio privilegiado con el país vecino.
“Pero suponiendo que hubiera obstáculos y tensiones en el Mercosur, Milei no dijo eso, sino que lo que él no quiere es privilegiar relaciones y que no se llevaría bien con un presidente como Lula, pero no habló de obstruir el vínculo entre los países. Pero hoy está súper obstruido”. Agregó al respecto que “sí podría ser complicado si hay un conflicto dentro del Mercosur, que está en una discusión muy fuerte no con la Argentina de Milei”.
En este punto señaló que “se viene una discusión muy fuerte sobre el modelo del Mercosur. Milei dice que quiere bajar aranceles unilateralmente para la Argentina. Eso no está permitido en el Mercosur, con lo cual si ocurre va a generar tensiones. Ya Bolsonaro, cuando era presidente, bajó dos veces los aranceles de Brasil sin consultar con el bloque, lo cual no sería nada nuevo, pero genera tensión, y en ese caso el escenario no es el mejor, pero habrá que ver si eso termina ocurriendo”, advirtió Elizondo.
Sobre las prioridades que el país debiera tener en materia de política comercial exportadora en materia agroindustrial, Illescas sostuvo que “hay que ampliar la canasta de productos y de mercados” para bajar la vulnerabilidad externa. Y coincidió con Elizondo en que para eso se necesitan acuerdos comerciales. Argentina, a través del Mercosur, tiene tratados comerciales con el 10 por ciento del PBI global, mientras Chile los tiene con el 88 por ciento de ese PBI, Perú con más del 80% y Colombia y México, con más del 60%. “Hay que ir hacia un esquema de negociación que permita ampliar la participación de los productos agroindustriales en el comercio mundial. Hay un gran potencial para aumentar el comercio y sostener el crecimiento económico”, señaló.
Plataforma común
En este sentido, Roccatagliatta agregó que “la Argentina y Brasil, dentro del Mercosur, deberían trabajar como una plataforma de productos alimenticios exportables al mundo. Ese es el desafío por la gran complementariedad que tenemos ese rubro. Hay que lograr trabajar en las cuestiones que, hasta ahora, dentro del Mercosur no se han logrado coordinar básicamente por cuestiones macroeconómicas. No hay razón para generar alertas en este sentido porque el comercio que tiene el sector privado de Argentina es sólido hace años con China y con Brasil”. Destacó que esta situación ha trascendido a varios gobiernos sin que hubiera conflictos y que el sector privado tendrá en este contexto la libertad para comercializar y entablar relaciones comerciales sólidas y beneficiosas para el país.
En la misma línea, Illescas destacó que “si la decisión es avanzar a través del Mercosur, cerrar el acuerdo con la UE es fundamental, porque representa más del 20 por ciento del PBI global” y porque Europa necesita abastecedores de alimentos y energía como el Mercosur. En su visión en el actual contexto geopolítico (guerra Ucrania-Rusia) es lógico que el acuerdo Mercosur UE se cierre. “Si eso sucede se le da un espaldarazo al Mercosur para que el bloque siga teniendo una razón de ser. Es preferible un mejor Mercosur, no el actual, porque el país tendría más poder negociador al ser un bloque de 250 millones de habitantes. Una opción es flexibilizar el Mercosur y dejar de ser una unión aduanera y pasar a una zona de libre comercio”, puntualizó.
Finalmente, Elizondo consideró que “la Argentina debe eliminar todos los obstáculos que tiene el comercio exterior, que son muchos. Me resulta curioso que haya cierto temor sobre lo que dice Milei y no se considere que hoy está todo el comercio exterior obstruido, interferido y con limitaciones”, enfatizó.
Más allá de la imprescindible estabilidad macroeconómica para poder competir, para Elizondo, “lo ideal sería generar acuerdos de libre comercio con terceros mercados, porque eso es lo que permite el más fluido tránsito entre productos y empresas” aunque precisó que “Milei tampoco ha dicho que lo vaya a hacer”.
En la visión del consultor, “los tratados de libre comercio no son una mera reducción arancelaria, La incluyen, pero también prevén coaliciones regulatorias para que el costo de adaptación de un producto en otro mercado no sea alto. Hay que ir avanzando hacia eso. El mundo tiene hoy una consolidación de pactos de este tipo. La Argentina no los tiene ni participa de esa tendencia y solo tiene el acuerdo del Mercosur”, recordó.