Biocombustibles: el sector espera que suba el porcentaje de corte que anunció Massa y que el tema se convierta en política de Estado

El anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, en San Miguel de Tucumán, de que se dispondrá un aumento en el cupo del biocombustible en las naftas causó expectativas en el sector privado, donde desde hace años se viene reclamando una política de Estado que permita establecer reglas claras y previsibles para el funcionamiento del mercado. Mientras que, en la Argentina, el corte del bioetanol en naftas ronda el 12%, en países vecinos como en Brasil y Paraguay, supera el 25 por ciento.

Ayer Massa sostuvo en plena crisis de desabastecimiento de combustibles que “les guste o no a las petroleras” avanzará en una actualización de los cupos y argumentó que “con la caída del precio del azúcar, la normalización del abastecimiento del programa de Precios Justos en el caso de los ingenios, tenemos la oportunidad de hacer crecer la caña”, dijo Massa. En el caso del maíz, prosiguió “tenemos primero que tomar otra medida los próximos días que favorece a pequeños productores y después sí podemos definir cupo”.

Pedro Vigneau, presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), aseguró a Infobae que “aumentar el corte del bioetanol de maíz en los combustibles es el camino que hay que recorrer: es lo que deberían haber hecho hace rato” y agregó que “no hay una política de Estado al respecto, y debería haberla en relación a la que ya hay en Paraguay y Brasil, donde se tendría que llevar adelante una política común dentro del Mercosur. En el caso de Argentina, hemos aumentado los cupos y luego bajamos los cupos, con idas y venidas”.

Ante las dificultades que presentó en las últimas semanas el abastecimiento de combustible, Maizar afirmó a través de un informe que “el bioetanol es el remedio contra la escasez de naftas y la pérdida de divisas”. “El faltante en las estaciones se servicio de todo el país pone de manifiesto, una vez más, la urgente necesidad de sustituir las importaciones de naftas con la producción local de bioetanol”, aseguró el comunicado.

Según los cálculos realizados por la entidad, una suba, por ejemplo, de 3 puntos en la mezcla, significaría una producción adicional de 300.000 metros cúbicos anuales de bioetanol, lo que representa unas 750 mil toneladas más de maíz industrializados por año.

También Luis Zubizarreta, titular de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), aseguró que el anuncio “es una buena noticia, ya que estos son parte de la solución para mejorar la matriz energética del país y mejorar el medioambiente, además de generar inversiones y trabajo de calidad”.

“Sin embargo, esta es una decisión que requiere una estrategia de largo plazo para darle previsibilidad a los proveedores y genere un cambio en el esquema actual: que genere también transparencia y competencia entre las empresas abastecedoras, permitiendo participar a todos los jugadores por igual en condiciones que permitan evitar la discriminación”, dijo a este medio.

Zubizarreta instó a “replicar lo que ya hacen otros países exitosos, donde hay un mercado que funciona en beneficio del consumidor”.

Por otro lado, desde la Cámara de Bioetanol de Maíz, comentaron en las últimas horas a través de las redes sociales que “vivir racionamiento de naftas e importarla a pérdida en vez de utilizar bioetanol, es tanto inentendible como insostenible” y, por ello, la entidad ante este medio reiteró que “es hora de discutir y planificar seriamente la política de combustibles líquidos de la Argentina”.

Mónica Esteban Dávalos, de la Asociación de Cañeros Unidos del Este en Tucumán, aseguró a Infobae que “hoy el corte del bioetanol para naftas se ubica en un 12%, la mitad aportada por caña de azúcar y la otra por maíz, allí los cañeros pedimos que este corte se eleve al 15% y que la división que realicen de manera equitativa por las autoridades”.

“Tiene que haber una política agropecuaria en el tema de la caña de azúcar para la producción de Salta, Jujuy y Tucumán. No hay una política por la cual se fijen reglas claras de cómo manejar todo esto. Tiene que haber estrategias que protejan y respalden a la producción local, ya que muchas veces los trabajos que se realizan con los funcionarios no avanza”, explicó.

“La idea es que crezca la elaboración de bioetanol para que compense el exceso de azúcar que puede haber en el mercado interno, y el productor de materia prima pueda seguir teniendo un precio estable. Recordemos que durante los últimos seis años hemos tenido un precio estático que se ajustó por debajo de la suba de la inflación. Ahora llama la atención la suba registrada de un 300% tras enfrentar años, donde la producción no cubría sus costos”, comentó Esteban Dávalos.

Axel Boerr, de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (Capba), aseguró que lo dicho por Massa “visibiliza un tema tabú, ya que los beneficios que recibe el sector petrolero, que ascendieron a 10.198 millones de dólares en 2021, según la OCDE, y los subsidios directos, que ascendieron a 4.417 millones de dólares, es decir unos USD 98 per cápita, por arriba de los 22 dólares obtenidos en Brasil o los 21 dólares en Estados Unidos por el mismo concepto”.

“Sin embargo, la industria elaboradora de biodiesel para corte con gasoil es la contracara: no recibe subsidios y se ve obligada a parar cuando el gobierno decide congelar su precio, debido a que no solo no recibe compensaciones, sino que el tipo de cambio diferencial que beneficia a la industria aceitera (Dólar Soja) resulta en un mayor costo de producción que la afecta negativamente. Una clara demostración de la situación descripta es la situación de paro total que hoy afecta a la industria doméstica de biodiesel”, explicó Boerr.

Frente al reclamo de las sociedades rurales zonales y asociaciones de productores por no poder trabajar en momentos de siembra de soja y maíz, 27 empresas pymes de biodiesel de la Argentina, la mayoría integrantes de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb), pusieron a disposición del Gobierno la totalidad de la producción -unas 75.000 toneladas- para poder salir adelante frente a la situación del sector agrario en tiempos de cosecha y siembra.

De esas 27 pymes productoras de biodiesel, 20 pararon sus plantas en septiembre y las restantes operaron a un 20% de su capacidad por el aumento de los costos del aceite de soja y el congelamiento del precio regulado que rige desde agosto. Se trata de compañías que utilizan como materia prima el aceite de soja y el producto final es el biodiesel que se mezcla con el gasoil que se vende en todo el país. La histórica lucha en el sector se ubica en el cobro de las primas excesivas de las principales aceiteras que obligan a las pymes a pagar en dólares el aceite de soja para producir biodiesel.

Las pymes de biodiesel vienen reclamando que el Gobierno aumente el precio regulado del biodiesel. La suba podría ser de 20%, impulsada por el aumento de las primas en el Aceite de Soja por parte de las Aceiteras que se vende en dólares y los plazos de pago largos de las petroleras que pagan en pesos, aunque si se resuelven algunos de estos puntos estarían dispuestas a prescindir en parte del aumento, según fuentes del sector.

Un día después de las PASO, se actualizó el precio de adquisición de biodiesel por última vez e implicó una suba de 20%, justo después de la devaluación. “No alcanza”, afirmaron representantes de las pymes. “Hoy la tonelada tiene un valor de $434.006 y desde ese momento está congelado pese a la inflación mensual”, dijeron.

El 4 de agosto de 2022 fue promulgada por el gobierno de Alberto Fernández la ley 27.640 de Biocombustibles, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2030 y fue impulsada por impulsada por Máximo Kirchner. Allí el Poder Ejecutivo tendrá la potestad de extenderla, por un plazo de cinco años más.

La nueva ley estableció un corte con biodiesel del 5% para el gasoil, mientras que el régimen anterior promovía un corte del 10 por ciento. Allí también se dispuso la posibilidad de bajar hasta el 3%, según el criterio que propondría la autoridad de aplicación.

Para el corte con bioetanol en las naftas, este se mantuvo en un nivel del 12%, tal como venía rigiendo con la anterior ley 26.093. Dicho porcentaje se compondría con un 6% de caña de azúcar y 6% de maíz, aunque en este último caso ahora podría reducirse hasta el 3%, también según lo que dispongan las autoridades competentes.

Entre los beneficios impositivos promovidos en beneficio de las empresas del sector figuran exenciones impositivas en el IVA y el Impuesto a las Ganancias para la adquisición de bienes de capital u obras de infraestructura y en el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta. También los biocombustibles no están alcanzados por la Tasa de Infraestructura Hídrica, Impuestos sobre los Combustibles y el Gas Natural, y por el impuesto sobre la importación de gasoil.

Se debe tener en cuenta que el bioetanol empleado para el corte de naftas, cuenta con una participación del 12% en el volumen total, de acuerdo con lo establecido en la ley. Este porcentaje se ubica lejos del corte de un 27% que rige en Brasil y del 25% en Paraguay.

Al evaluar el caso de Brasil, la actual legislación dejó el corte de bioetanol entre el 18% y el 27%, sin embargo, desde el 2006 el corte mínimo obligatorio de etanol en las naftas no baja del 20 por ciento. Allí, el 85% del biocombustible se produce a partir de la utilización de caña de azúcar, generado esto por los importantes incentivos que tiene la utilización del bioetanol.

El corte establecido en EEUU es de 10 por ciento. Sin embargo, cada estado tiene su propia normativa y regulación, lo que hace que el corte efectivo en la mezcla del combustible se sitúe entre un 20 y 30%, según cada jurisdicción.

En la Argentina, el corte obligatorio del bioetanol en las naftas es del 12%, con una integración del 6% del bioetanol a base de maíz y un 6% realizado a base de caña de azúcar. Desde la industria se advierte que se podría elevar de modo inmediato a un 15% el corte a partir de la capacidad instalada actual.

Si bien la ley 27.640 fijó un corte de 6% para el aporte de etanol de caña de azúcar, y un porcentaje similar para el maíz, desde el ámbito privado se advierte que en la práctica dicho porcentaje no llega a utilizarse, no superándose un nivel de 5% en cada caso. Por ello, aunque no se cumple de modo práctico, se estaría cerca de un alcanzar un 12% en el corte.

El gobernador cordobés Juan Schiaretti incluyó el tema biocombustibles en su agenda de propuestas presidenciales. Tal como lo planteó en el debate presidencial, advirtió la necesidad de incrementar la mezcla de biocombustible hasta un mínimo obligatorio del 20%, tal como se aplica en Córdoba en flota de unos 1.300 vehículos oficiales que utilizan el biodiesel cordobés.

Por otro lado, en junio pasado, Roberto Mirabella, diputado nacional santafesino de Unión por la Patria (UxP), presentó un proyecto para elevar el corte mínimo obligatorio del biocombustible en gasoil y naftas. La iniciativa no tuvo éxito, y tampoco lo tuvo cuando fue presentado por Mirabella cuando ocupó el cargo de Senador. La propuesta planteaba elevar el corte del 5% actual a un 12% para el gasoil, e incrementar un punto por año hasta alcanzar un porcentaje del 18%. El bioetanol podría llegar al 22% con esta propuesta al 2030.