El sector exportador de carne vacuna vive un momento por demás particular, en el que se conjugan dos situaciones de alto impacto en el sector frigorífico. Por un lado, el volumen embarcado de carne sigue en aumento. Por el otro, los precios internacionales del producto no encuentran piso y generan marcadas mermas en los ingresos de la actividad.
Según el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), en los primeros siete meses del año (último dato privado), se despacharon unas 556.700 toneladas, un 8,5% más que en el mismo período del año pasado, mientras que los ingresos por esos envíos se redujeron en 20,9%, a USD 1.678 millones. Esta tendencia parece no cambiar, ya que el Indec indicó el jueves en su informe sobre Intercambio Comercial que durante agosto las exportaciones de carne en valor cayeron 28,3% hasta los USD 164 millones.
Volumen récord, precio en baja
Al respecto, el presidente de Ciccra, Miguel Schiaritti precisó que el mes pasado, las exportaciones fueron de 66.000 toneladas, “las mayores de la historia si se las toma a nivel mensual, pero con una caída de precios de entre el 20% y el 35%. Aumentamos la exportación en volumen, pero cae la recaudación por la baja de precios”.
“El mes pasado, las exportaciones fueron de 66.000 toneladas, las mayores de la historia, si se las toma a nivel mensual, pero con una caída fuerte de precios de entre el 20% y el 35%” (Schiaritti)
En su visión, la baja de precios internacionales, tanto para la tonelada que se vende a China, que ronda los USD 3.500 a USD 4.000 la tonelada, como la de cortes especiales a Europa, que se ubican en torno a los USD 10.000, con una caída del 20% en lo que va del año, se debe al menos dos factores. “En principio, por el aumento de la producción de Brasil, que tiene la capacidad de vender muchas toneladas a precios bajos, siendo el primer exportador mundial a China. Tienen una política muy agresiva, sustentada en la prefinanciación de exportaciones que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) les da a los frigoríficos brasileños y en que agregan valor en origen, transformando soja y maíz en carne”, explicó.
A propósito, Schiaritti citó que el vecino país le vende al gigante asiático a valores que son entre un 10 y 12% más baratos que los que puede ofrecer nuestro país. “Argentina vende a USD 4.200 por tonelada y los brasileños a unos USD 3.500 a USD 3.700 la tonelada.
El agua se hace esperar
Otro motivo tiene que ver con las consecuencias de la sequía que aún afectan el sistema productivo. “Si bien hace más de tres meses que estamos hablando que terminó La Niña, todavía no llueve y hace que el productor deba seguir metiendo los animales en el corral. Esto genera 2 deficiencias: estamos mandando al mercado animales para consumo más livianos que antes. Perdimos más de 10 kilos en el promedio de la res en el último año”, precisó respecto de algo que también influye en la exportación.
“Esto provoca que haya muchos animales livianos que van al mercado interno, que son el 15% más que el año pasado y eso hace que el precio en el mercado interno se caiga. Dado que el consumo no soportó el aumento de precios del 45 o 50% (en agosto), lo que hacen es complicarle la vida a los exportadores, que tienen animales muy livianos para exportar y esto genera la caída de precios en el exterior porque no se puede mandar a Alemania una colita de cuadril de 1,800 kilos, en lugar de mandar de 2,5 kilos, como se hacía habitualmente. Se está mandando un animal de 480 kilos en lugar de uno de 580 kilos, por lo que Europa paga menos por ese animal más liviano”, explicó.
Impacto
El analista Económico y de Mercados del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, Miguel Jairala, coincide respecto de la evolución del mercado externo. En este sentido, señaló que durante septiembre “va a seguir dando buenos volúmenes, pero con la caída de precios que se vino dando desde hace un año (-30% en China). Desde mediados de mes se ajustó la compra de hacienda y la producción está a la baja, por la suba de costos que dejó un margen negativo de $150 por kilo en una integración de novillo. Así seguimos con menos faena diaria, menos días de faena y algunos cierres de una o dos semanas anticipando vacaciones”, precisó.
Consultado sobre los volúmenes en que puede haber bajado la compra de hacienda por parte de los frigoríficos, explicó que “depende de cada empresa y de los negocios ya pactados. Los que más recortaron fueron los que pararon una o dos semanas dando vacaciones; los demás bajaron más que nada por no disponer de hacienda con los valores de compra que podían pagar”, al tiempo que consignó que “la baja de la faena se va a notar más, sobre todo cuando se empiecen a vaciar los corrales entrada la primavera”.
“La recomposición de precios que hubo en agosto afectó al sector exportador” (Urcía)
A su turno, el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), Daniel Urcía, señaló que “la recomposición de precios que hubo en agosto afectó al sector exportador, porque la brecha cambiaria lo coloca en una situación desventajosa, al quedar con un precio en dólares mayor que Brasil, Paraguay y Uruguay”.
Haciendo una comparación, marcó que “esos países no tienen retenciones ni cortes prohibidos para exportar. Y en un esquema de mercado internacional que viene con precios deprimidos, es el combo perfecto para que el número no cierre, por eso hay menor actividad. Las empresas están cumpliendo contratos: en algunos casos perdiendo dinero o minimizando pérdidas”.
En este sentido, Urcía explicó que la industria frigorífica, al tener costos fijos muy elevados, no achica sus gastos al parar las operaciones, ya que “a veces hay que seguir en actividad para minimizar las pérdidas y mantener circulando el capital de trabajo” y concluyó puntualizando en que hoy el sector está con “menos producción para todos los destinos.
“A eso hay que agregarle que en septiembre no trabajan las cuadrillas kosher, por el año nuevo judío, con lo cual actualmente también hay menos demanda estacional. Al no tener un mercado como Israel, que se integra a Chile y Europa, disminuye la participación de novillos y vaquillonas pesadas en la faena”, cerró.