El maíz es, hace ya varios años, el principal cultivo en volumen producido en el país. Con una cosecha promedio en el último lustro por encima de las 50 millones de toneladas (a excepción de la última campaña fuertemente afectada por la sequía), supo superar a la soja, aunque la exportación sigue siendo mayormente en forma de grano sin transformar y soporta una alta presión fiscal. Es por eso, que la cadena del cereal pidió poder producir “sin penalizaciones” y aprovechar las oportunidades para impulsar el crecimiento del sector, teniendo en cuenta su bajo impacto ambiental.
“Tenemos que estimular las producciones sin penalizaciones. Hay que ponerse de acuerdo. Queremos consensos. Nos merecemos buenos momentos como nación; no podemos tolerar lo que nos pasa como sociedad”, dijo el presidente de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), Pedro Vigneau, durante la apertura del 2° Congreso Internacional de Maíz (CIM), que se lleva a cabo en Paraná, Entre Ríos.
Ante un multitudinario auditorio, Vigneau, marcó que “el índice FADA de junio indicó que de cada 100 pesos que generamos, el Estado se lleva $74,6. Necesitamos mejorar la logística, optimizar las vías de trenes y mucho más. Los derechos a la exportación no deberían ser tema, sino consecuencia de las oportunidades que hay”.
“Tenemos que estimular las producciones sin penalizaciones. Hay que ponerse de acuerdo. Queremos consensos. Nos merecemos buenos momentos como nación” (Vigneau)
Es por eso, que Vigneau pidió al sector y a la política centrarse en las oportunidades: “Somos los productores más eficientes del mundo con la menor huella hídrica y la menor huella de carbono del mundo. Desde Maizar, estamos creando el observatorio de la huella de carbono del maíz con la cabeza puesta en el consumidor, que le pone mucho foco a lo ambiental”.
En la misma línea, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, destacó la importancia histórica del grano amarillo en nuestro país y la región y subrayó que “eso nos obliga a tener una agenda en pos de mejorar la biotecnología, la huella ambiental, la sostenibilidad del paquete tecnológico que usamos y la manera de producir alimentos, además del desarrollo de nuevos mercados”.
De la misma manera, Sergio Busso, el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, planteó que el maíz “es uno de los cultivos más nobles que tenemos por lo que genera y produce, porque da fortalecimiento y arraigo a nuestra gente. Nos proponemos objetivos que son totalmente posibles, como producir más para exportar más y tener más recursos. Argentina va a salir con trabajo y producción. Pero para eso tenemos que ponernos de acuerdo con una macro previsible y transparente”.
Tecnología y transformación
Otro de los puntos centrales que se discutieron durante la primera jornada del CIM fue la aplicación de tecnología a la producción y cómo el grano puede transformarse en proteína animal. Hoy la ganancia genética del maíz duplica la de soja”, destacó Matías Cardascia, director de ventas de la División de Semillas de Syngenta y agregó que “las inversiones en investigación y desarrollo en maíz son cinco veces más grandes que las inversiones en software”. al tiempo que destacó el trabajo conjunto con las áreas de ciencia y biotecnología”.
Por su parte, el referente para el Cono Sur de Bayer, Manuel Areco, expresó que “nuevamente (en el país) tenemos una expectativa de más de 50 millones de toneladas y eso ubica al maíz como el cultivo número uno a nivel nacional”; mientras que el fundador de la plataforma AgroPro, Horario Eguren, explicó que “el productor es muy exigente en cuanto a la calidad del producto de los insumos y las tecnologías, y que el maíz abrió un cambio grandísimo. (La tecnología) se ha convertido en una herramienta fundamental, creo que por la versatilidad que tiene el cultivo, la estabilidad y el potencial nos ha permitido explorar otros terrenos que antes no hacíamos con maíz”.
Otro de los paneles estuvo centrado en la transformación del maíz en proteína animal, una de las principales formas de agregarle valor al grano de manera masiva y Entre Ríos es un ejemplo acabado de ello. Así, el presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Diego Maier, detalló estadísticas provinciales acerca la producción maicera de la provincia, la cual pasó de 139.000 hectáreas sembradas en 2009 a 500.000 hectáreas, en 2022, “lo que implica que, en los últimos 15 años, Entre Ríos triplicó su superficie maicera”.
Esto llevó a un salto productivo en la provincia que fue totalmente aprovechado, ya que fue absorbido por la actividad ganadera del distrito. “la producción animal que más consume maíz en Entre Ríos es la cría de pollo y la producción de huevos con el 60% del total. Luego le siguen las actividades bovina y porcina, habiendo crecido sostenidamente esta última, en los últimos años”, dijo Maier, quien también marcó que “la provincia produce el 63% del maíz que consume, por lo que compra a otras provincias lo que necesita, para completar su necesidad de consumo”.
Por su parte, José Arrieta, presidente de la Cámara de Productores Porcinos de la Provincia de Córdoba (CaPPCor) y miembro de la Federación Porcina Argentina, se refirió al crecimiento de la producción y consumo de carne de cerdo que, entre 2007 y 2023, se incrementó 263%.
Según detalló Arrieta, la alimentación en una granja porcina significa el 60% del costo de producción y que, de ese porcentaje, 36% corresponde a maíz y especificó que en las granjas utilizan “principalmente maíz molido y también trozado, para la dieta de los lechones” por lo que “no se trata solamente de la utilización del grano de maíz, sino de agregarle valor al proceso”.
Además, precisó que el cereal “aporta al cerdo el 76% de la energía metabólica, el 33% de las proteínas que necesita el cerdo, y que el “maíz tiene un impacto directo en el 13% del costo de la carne que está en góndola”.
La política
También la política y la realidad del país tuvieron su momento y fue el gobernador de la provincia anfitriona, Gustavo Bordet, quien se encargó de dar un panorama.
“Quisiéramos vivir en un país con un tipo de cambio único y tener una buena gestión de Gobierno; quisiéramos vivir en un país sin retención a la exportación; quisiéramos vivir en un país con menor pobreza y donde el desempleo sea mínimo. Vivimos en un país de desencuentros, pero, ¿de qué sirve ganar una elección si no hay una actitud convocante de unión nacional? Debe ser la base de un gran acuerdo económico, político, social y empresarial. No es utópico”, indicó Bordet durante la apertura del evento.
En esta línea, agregó que “(Argentina) es un país hermoso con un gran potencial, con técnicos y científicos de trabajo, gente que ama la tarea que desarrolla, trabajadores que contribuyen para potenciar la producción”. Y precisó: “Soy optimista y creo que es tiempo de trabajar en la construcción de políticas públicas como lo hemos logrado en la región centro”.