El Gobierno puso en marcha hoy una nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) para el complejo sojero, más conocido como “dólar soja”, siendo esta la cuarta edición de este esquema cambiario diferencial para la oleaginosa. Como novedad, el Poder Ejecutivo dispuso que el 75% de las divisas deberán ser liquidadas en el Mercado Libre de Cambios (MLC), mientras que el restante 25% serán de libre disponibilidad.
Eso daría un tipo de cambio de uno 455 pesos, tomando como referencia de ese 25% la cotización del contado con liqui de estos días, unos 771 pesos, según confirmaron a Infobae fuentes del Palacio de Hacienda.
“Es de libre disponibilidad y dependerá de la estrategia de cada cerealera. Si usan dólares afuera se tomaría CCL, también podría hacerlo con MEP. El genérico sería CCL, pero algunos usarán el monto en el exterior, para pagar afuera insumos o lo que sea”, destacaron fuentes oficiales.
Lo importante para destacar es que hubo un acuerdo con las cerealeras”, explicaron. Con el nuevo dólar soja, el ministro de Economía y candidato a Presidente por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, espera recaudar entre USD 2.000 y 2.500 millones.
Esta mañana, luego de conocerse la medida, desde CIARA-CEC, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales, volvieron a reclamar unificación cambiaria. “Deseamos informar que las disposiciones que contiene indican que no estamos frente a un típico programa exportador como las versiones anteriores, es por ello que queremos resaltar que cada empresa decidirá individualmente si ingresa al esquema y de qué manera operará. Cada exportador tomará esa decisión sobre la base de sus necesidades de molienda y/o del programa de exportación de soja y subproductos de la soja de origen argentino”.
Y resaltaron: “Desde CIARA-CEC no emitiremos análisis o datos. Aprovechamos para reiterar que como industria creemos que la mejor política es la unificación cambiaria y la eliminación de todo tipo de restricciones para que podamos ser realmente un país agroexportador que piensa en el beneficio integral y de cada uno de los sectores que conforman una gran cadena. Pensar y ejecutar una política exportadora inclusiva y federal, además de generar mayor ingresos de divisas y más empleo, nos permitirá consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos, biodiesel y tecnología”.
Decreto
Como destacó hoy Infobae, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 443/2023, se restableció “de manera extraordinaria y transitoria el Programa de Incremento Exportador”, el cual tendrá vigencia durante todo el mes de septiembre. Esta medida responde al anuncio del ministro Massa, realizado el domingo de la semana pasada, que tiene como objetivo dotar de materia prima al complejo industrial y exportador de soja, fuertemente afectado por la sequía.
Respecto de los derechos de exportación, la norma expresa que “deberán abonar una suma en concepto de adelanto, considerando la mitad del porcentaje previsto en el artículo 4º del Decreto N° 1177 del 10 de julio de 1992 conforme la mercadería de que se trate, en un plazo que no podrá superar el 28 de septiembre de 2023, inclusive, considerando como base imponible el monto que surja de las divisas ingresadas y negociadas a través del Mercado Libre de Cambios (MLC) de conformidad con lo indicado en el artículo 4º de este decreto”.
Asimismo, el decreto indicó que “dichas sumas, expresadas en moneda extranjera, deberán considerarse un Certificado de Crédito Fiscal aplicable, en un primer término, al pago del derecho de exportación o, en su defecto, podrá utilizarse a los fines de la cancelación de obligaciones impositivas de los sujetos adheridos a los términos del presente Programa”.
Como dijo en un primer momento Massa y posteriormente Juan José Bahillo, secretario de Agricultura, la medida apunta a dotar al complejo sojero de materia prima en pos de “mantener el nivel de actividad y de empleo en la cadena de la oleaginosa”, más allá de la necesidad de reforzar las reservas del Banco Central.
Así, en los considerandos de la norma que reactiva a este nuevo esquema cambiario, plantean que “la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha publicado recientemente que la molienda de soja en el primer cuatrimestre de la campaña es la más baja desde los años 2007 y 2008, mientras que la capacidad ociosa de la industria se muestra en ascenso” y que “esta baja de molienda genera problemas de cumplimiento de contratos de exportación del primer complejo exportador del país y además pone en riesgo el empleo industrial, sustentado en el reclamo y preocupación presentados por los sindicatos aceiteros”.
Dicho informe de la entidad bursátil rosarina marca que desde abril hasta la fecha el procesamiento de soja totalizó 11,9 millones de toneladas, la marca más baja desde la campaña 2007/08, cuando el crushing se ubicó en 11,5 millones de toneladas, siendo la principal razón que explica este bajo nivel la caída del 50% de la cosecha de la oleaginosa en esta campaña respecto del ciclo anterior hasta las 20 millones de toneladas, cuestión que recortó en la misma proporción la disponibilidad de mercadería y que, a pesar de registrarse importaciones récord de soja, de mantenerse esta situación, la capacidad ociosa de la industria podría alcanzar el 70%.
Por otro lado, y como agravante de la situación, el mercado local de la soja mantuvo un nivel bajo de comercialización desde que finalizó el “dólar soja 3″ el 31 de mayo. De hecho, tras el anuncio de la nueva medida, los negocios básicamente se paralizaron, y en tres ocasiones, el mercado no contó con precios de referencia de la oleaginosa.