Retrocede el precio de la hacienda tras el pico post PASO: qué va a pasar en las carnicerías

Según operadores del mercado de Cañuelas al salto de precio le siguió un freno abrupto del consumo, potenciado por los saqueos. Así, la demanda aflojó y los precios se calmaron

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Según los operadores de Cañuelas, el salto de precio de la carne deprimió mucho la demanda minorista (Reuters)
Según los operadores de Cañuelas, el salto de precio de la carne deprimió mucho la demanda minorista (Reuters)

Los precios de la hacienda en pie en el Mercado Agro Ganadero de Cañuelas, hoy principal referencia del sector tras el cierre de Liniers, se desplomaron entre 10 y 12% en pocos días según jugadores del mercado. Las bajas, con todo, todavía no alcanzan para borrar la disparada que sufrieron los valores luego de la sorpresiva victoria de Javier Milei en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) presidenciales del 13 de agosto, pero en el sector se ilusionan con que hagan más accesible a la carne en los mostradores de las carnicerías en los días por venir.

Un mercado ganadero convulsionado por la situación macroeconómica, las remarcaciones en prácticamente todos los rubros, la incertidumbre política y, más recientemente, la emergencia de riesgos de seguridad en la forma de saqueos en distintos puntos del país hizo que los precios de la hacienda entraran en una montaña rusa.

Según matarifes, consignatarios y otros conocedores del mercado de hacienda, los precios del ganado bovino ingresaron en una tendencia alcista en los últimos meses. Tendencia que alcanzó su clímax en los días posteriores a las PASO: mientras en los comercios de todos los rubros desaparecían las listas de precios y los vendedores se cubrían con remarcaciones defensivas en medio de la suba del dólar blue y la devaluación que elevó 22% el precio del dólar oficial, el mercado ganadero no quedó al margen del fenómeno.

Precios por kilo de ganado en pie que rondaban los $700 pesos horas antes de las PASO se pactaban bien por encima de los $950 pocos días más tarde.

“El viernes 11, justo antes de las PASO, precios de novillito y vaquillona para consumo interno que se cerraban a la vuelta de los $700 pasaron el martes rápido a $900 o $950, para después consolidar la suba y alcanzar un pico cerca de los $980, una suba del 40% que no es para nada habitual en un mercado como el nuestro”, dijo a Infobae Carlos José Colombo, director de Colombo y Magliano, una consignataria del mercado de Cañuelas. “Ahora, recortó unos $100 desde ese pico”, agregó.

Según distintas fuentes, esa disparada -que de inmediato se trasladó a los mostradores de las carnicerías y góndolas de supermercados- se revirtió con fuerza, aunque parcialmente, en los últimos días.

El miedo a los saqueos también detuvo las ventas, aseguran en el sector (EFE)
El miedo a los saqueos también detuvo las ventas, aseguran en el sector (EFE)

Tres factores son mencionados por jugadores de ese mercado para explicar el retroceso. En primer lugar, distintas fuentes coinciden en que la suba del precio de la hacienda no fue convalidada por los consumidores en las carnicerías. Cortes que rondaban los $2.500 el kilo antes de las PASO saltaron en pocas horas hasta superar ampliamente los $4.000 o rozar los $5.000, dijeron. Dado que el consumidor se vio agredido por aumentos en todos los rubros, las compras se habrían desplomado aseguran (no hay datos sectoriales abarcativos hasta ahora, pero en el mercado dijeron que el freno fue muy pronunciado).

Un segundo factor que ayudó a frenar las subas de precios, creen los especialistas, es el fin de mes. Si los nuevos precios no fueron convalidados fue, en parte, porque las subas llegaron en momentos de bolsillos flacos antes de la llegada de los salarios de agosto. Incluso algunos atribuyen a los gastos relacionados con el Día del Niño un elemento extra que recortó poder adquisitivo a las familias.

En tercer lugar, explican en el sector, los saqueos que tuvieron lugar en distintos puntos del país durante esta semana fueron el factor decisivo.

“Muchas carnicerías que tenían los frigoríficos llenos, porque ya estaban comprados y no necesitaban reponer dada la caída del consumo, trabajaron menos horas o directamente no abrieron. Con lo cual, sin demanda de las carnicerías cae la demanda por hacienda en pie. Eso te explica bajas del 10% o 12% en los precios de Cañuelas”, explicó a este medio Leonardo Rafael, titular de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA).

La gran pregunta entre los operadores es si eso se va a traducir en bajas para los precios en el mostrador. La historia que cuentan en el sector es que el último salto separó realmente a los consumidores de sus costumbres previas: optaron por otros alimentos, lisa y llanamente. Y si los ingresos no alcanzan a los precios o los precios no se acercan a la capacidad adquisitiva, el mercado va a caer en volumen.

Rafael no es optimista en ese sentido. “Ya la carnicería venía muy atrasada, y su alquiler, sus tarifas, todo viene con aumentos, no sé si se va a poder trasladar a precios la baja”, dijo.

“Semana que viene se debería sentir en el mostrador”, dijo una fuente del mercado a Infobae. “Pusimos la media res a $1.583 más IVA hoy. La semana pasada llegó a estar en los $2.300″, aseguraron.

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