La comercialización de maíz por parte de los productores casi alcanzó las 1,5 millones de toneladas en solo dos días en el marco de su inclusión el martes en la nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE III), comúnmente llamado “dólar agro” o -en este caso- “dólar maíz”, que establece un tipo de cambio diferencial de $340 por dólar para este cereal, junto a otros granos como el girasol, sorgo, cebada y economías regionales.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), los productores negociación el martes unas 655.658 toneladas de maíz, de las cuales 555.760 toneladas correspondieron a contratos nuevos y 99.898 toneladas a fijaciones, mientras que ayer el volumen comercializado fue de 815.740 toneladas, con 572.288 toneladas de contratos nuevos y 243.452 toneladas de fijaciones, lo que resultó en un total de 1.471.398 toneladas en los dos primeros días de vigencia de la medida para el grano amarillo, muy por encima del volumen negociado en las semanas previas.
En cuanto al resto de los granos, la comercialización resultó ciertamente más módica. En cuanto al girasol, el volumen negociado desde el lunes (fecha en la que fue incluido nuevamente la oleaginosa, junto al sorgo y la cebada en el PIE) fue de 103.859 toneladas, mientras que en sorgo fue de 102.861 toneladas y de cebada forrajera de 78.818 toneladas. En cuanto a la cebada cervecera, se negociaron las primeras 300 toneladas ayer.
En cuanto a la liquidación de divisas por parte del sector agroexportador en el marco de este régimen cambiario, la inclusión del maíz dio sus resultados. Así, durante las primeras tres jornadas del nuevo tipo de cambio, los exportadores ingresaron al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) USD 248.520.763.
Mesa de Enlace
En su visita a la 135 Exposición Rural de Palermo, los presidente de las entidades integrantes de Mesa de Enlace criticaron la implementación de “dólar agro”, sobre todo, tras el ingreso del maíz al programa.
Durante la recorrida del predio ferial, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, sostuvo que lo anunciado a principio de la semana por el Gobierno nacional “son las medidas de siempre, medidas que no sirven para el sector agropecuario. No son las medidas que el sector necesita. Son medidas que generan descalabro, incertidumbre en otras actividades del campo, más allá de la medida en sí”.
Por su parte, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, planteó que “seguramente algún productor que pudo guardar granos hasta esta altura del año se va a beneficiar con alguna mejoría, pero la realidad es que esto juega en contra de los intereses del campo, no soluciona los problemas estructurales y genera un incremento importantísimo en los costos de alimentación en todo lo que es producción de proteína animal, tanto en feedlot de carne vacuna, sector avícola, los cerdos, el sector lechero. Todo esto quedará descolocado porque ya vienen con rentabilidades deterioradas y esto les agrava la situación”.
A su turno, el titular de Coninagro, Elbio Laucirica, sostuvo que “las medidas del gobierno son “más de lo mismo, y van a beneficiar solo a algunos pocos. Yo soy productor de maíz, voy a vender en la exportación, seguramente, lo poco que pude cosechar, pero también engordo novillos, así que también me va a afectar en eso, beneficia a algunos y perjudica a muchos”.
Por último, el presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni, apuntó al impacto en el maíz, al considerar que “lo único que tiene este dispositivo es que no toca los alquileres, no modifica el precio de la cotización de los alquileres, porque está anclado al quintal de soja. Ahora, en el resto, distorsiona con mayor fuerza la proteína cárnica, lácteos y huevos, porque el insumo básico prioritario para la alimentación es el maíz, con lo cual es una distorsión fuerte”.
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