Más allá de que todavía falta cosechar la mitad del maíz sembrado, el campo comienza a dejar atrás a la campaña gruesa de granos. El sector ahor fija su atención no solo en el devenir del trigo, sino también en el próximo ciclo de soja y del grano amarillo, cuya implantación comienza en nuestros país en septiembre. Así, después de un 2022 y 2023 desastrosos para la producción, los agricultores buscan su gran revancha y comienzan a hacer sus planes para obtenerla.
Por supuesto que a esta altura del año es casi imposible realizar estimaciones precisas del área que se va a destinar a implantar esos cultivos y cuál va a ser la producción de los mismos, aunque sí ya comienza a hacerse cada vez más importante la intención de los productores y sus estrategias. En este sentido, existe un abanico de consideraciones y situaciones a tener en cuenta, como las previsiones climáticas, de precios y costos y financiamiento, como así también proyecciones de mercado e, incluso, políticas.
En diálogo con Infobae, el director de la consultora Zorraquín + Meneses, Teo Zorraquín, “los campos ya están alquilados a valores parecidos a los del año pasado, para la gruesa y para la fina. Hoy está todo el mundo activo”. Según planteó el especialista, hoy el productor analiza el esquema de precios como el de costo, cuestión que podría inclinar la balanza para la soja”.
“Lo que percibimos en los últimos días es una potencial mayor suba del precio de la soja. Sumado a un precio del maíz que está más bajo, podría inclinar un poquito la balanza para el lado de la soja, además de que hay que tener en cuenta que hacer una hectárea de soja es bastante más barato que hacer una hectárea de maíz, sobre todo por el tema fertilizantes”, dijo Zorraquín.
En este último punto, marcó que “si bien los fertilizantes vienen bajando fuerte en la Argentina, por el rumor de un arancel de importación, los precios dejaron de bajar acá mientras afuera siguen bajando, y siendo el maíz un cultivo que necesita más fertilizante, eso puede inclinar también un poco la balanza. Con lo cual hace unos días, hubiera dicho que se iba a hacer lo mismo de maíz que el año pasado, algo menos de 8 millones de hectáreas, y creo que ahora podría inclinarse un poco hacia abajo eso, favoreciendo un poco a la soja”.
Pero un punto central a la hora de pensar la estrategia es con cuánto financiamiento se cuenta. En este sentido, Zorraquín planteó que “hay muy poco crédito comercial o hay un crédito comercial caro, por lo cual en relación al año pasado y al año anterior las compras de insumos son menores. Sin embargo la campaña va transcurriendo, hoy nadie tiene temor fuerte a quedarse sin insumos porque las empresas están para financiar, les tiene que gustar la tasa en pesos o la tasa en dólares”.
Precios, clima y márgenes
Por su parte, el director de la consultora AZ Group, Carlos Pouiller, el escenario de precios será central, sobre todo, una vez que pase el denominado “mercado climático” norteamercano, cuestión que hoy dota de una altísima volatilidad a los precios internacionales, para poder tener una noción más certera de a qué valores se comercializará la cosecha argentina.
“Proyectando más allá y habiendo superado esta contingencia del mercado climático sin problemas serios, deberíamos nuevamente ubicarnos en un mercado con predominancia de la tendencia bajista, siempre pensando en los precios de la campaña próxima, considerando que el fenómeno climático de El Niño, de lo cual ya nadie duda, va a favorecer los cultivos en Sudamérica. Es decir que es previsible obtener muy buenas cosechas de soja y de maíz no sólo en Brasil, cosa que ya ocurrió este año, sino también en Argentina, en Paraguay y en toda la región”, explicó Pouiller.
Así, Pouiller sostuvo que “en este contexto podríamos anticipar escenarios de precios locales, tanto para maíz como para soja, en el orden de 180-185 dólares para el maíz posición abril, 170 dólares para la posición julio, siempre hablando del año 2024, y en el caso de la soja, precios en un rango de entre 315 y 330 dólares. Por lo menos en este escenario de precios es que se están proyectando los márgenes actuales, donde en la mayor parte de las regiones productoras de la Argentina, la rentabilidad proyectada resulta superior en el caso del maíz contra el caso de la soja, siempre considerando estos niveles de precios”.
Pero el especialista, hay otro escenario a tener en cuenta y es el político, teniendo en cuenta que el año electoral y un posible cambio de gobierno, lo cual puede tener cierto impacto en los precios “fundamentalmente si se incursiona en un programa de reducción paulatina de derechos de exportación, cosa que todavía no sabemos. En función de esto último, de los resultados proyectados, los productores posiblemente mantengan superficies similares a las de este año y en zona núcleo es probable que se inclinen un poquito más hacia el maíz ya que con año niño los rindes suelen ser muy buenos”.
¿El trigo le da más lugar al maíz?
Por otro lado, parte de la superficie que no fue cubierta con trigo en la zona núcleo, pero que eran parte de la intención de siembra original del cereal, podrían pasar al maíz. Así, gran parte de las 300.000 hectáreas que no pudieron implantarse con trigo pasarían a hacerse con maíz, estimaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De esta manera, “el maíz sumaría 250.000 hectáreas a la superficie del año pasado, totalizando 1,8 millones de hectáreas. En principio, la intención es volver a sembrar en fechas tempranas y apuntar a máximos potenciales. Y tanto productores cordobeses como del noroeste bonaerense no se resignan a rotar con cereales. A pesar de la falta de agua, en la segunda encuesta de intención de siembra maicera, el oeste afirma su intención de apostar al gran amarillo”.
No obstante, el trabajo de la entidad marcó que “hay muchos problemas que plantea la siembra maicera, como el de financiar un cultivo que lleva una erogación muy importante tras el desastre productivo de la sequía”. Pero, más allá de esto, el factor clima es el más importante: “Lo que suceda con las lluvias entre fines de agosto y principios de septiembre será crucial en la toma de decisiones”, señalan en la franja oeste.
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