Exportadores estiman que todavía faltan comercializar granos por valor de USD 9.230 millones

Así lo indicó la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales en base a un estudio privado. Además, indicaron que la molienda de soja de junio podría ser la peor en 18 años

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Todavía hay existencias por USD 9.200 millones en soja, maíz, girasol y sorgo que no llegaron al mercado interno. REUTERS/Dane Rhys
Todavía hay existencias por USD 9.200 millones en soja, maíz, girasol y sorgo que no llegaron al mercado interno. REUTERS/Dane Rhys

La industria procesadora y exportadora de granos continúa con un nivel de actividad históricamente bajo, producto de la sequía y la poca disponibilidad de mercadería que trajo como consecuencia. La Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) calculó que todavía queda en manos de los productores un volumen de granos por un valor equivalente a USD 9.200 millones.

En rigor, y en base a un trabajo realizado por la consultora Pablo Andreani & Asociados que fue divulgado por la entidad en su Monitor Agroindustrial de junio, quedan por comercializarse USD 9.230.125.000, teniendo en cuenta la soja, maíz, girasol y sorgo que todavía no se vendió de manera interna. De ese total, la mayor cantidad de toneladas en poder de los productores es de soja, seguida por las de maíz.

En el caso de la oleaginosa, el informe indica que restan por comercializarse 12,15 millones de toneladas, que si se toma en cuenta las potenciales exportaciones de aceite y harina de soja, equivaldrían a poco más de USD 6.100 millones. Por el lado del maíz, todavía no se negociaron 12 millones de toneladas que valdrían casi USD 2.700 millones. En cuanto al girasol, el remanente es mucho menor, calculado en unas 700.000 tonelada que valen USD 350 millones, mientras que en el caso del sorgo todavía no se comercializaron USD 106,8 millones.

Asimismo, el volumen comercializado por los productores se encuentra en niveles históricamente bajos como consecuencia casi exclusiva de la extrema e histórica sequía que afectó al país durante gran parte del año pasado y principios de este, generando un desastre productivo que llevó, por ejemplo, a que la cosecha de soja cayera más de un 50% en la campaña 2022/23 respecto el ciclo productivo anterior.

De esta manera, el denominado “farmer selling” de soja (ventas de los productores) al 21 de junio totalizaba 11,4 millones de toneladas, cuando en 2022 el volumen ascendía a 21,3 millones y en 2021 a 21,56 millones de toneladas. “El impacto de la sequía, el principal factor que redujo la producción y, en consecuencia, la disponibilidad de soja de los productores”, dijeron desde CIARA.

Molienda y divisas

Por otro lado, el informe de CIARA remarcó que la molienda de soja continúa “en caída libre” y si bien “gracias a las importaciones de soja provenientes de Brasil, Paraguay y Bolivia, y la oferta adicional en el mercado doméstico como consecuencia del Dólar Soja 3, la industria aceitera pudo recuperar parcialmente su existencia en mayo y mejorar su volumen de molienda y llegar a 3,5 millones de toneladas”, el panorama que se espera para junio es oscuro.

Así, “las proyecciones de los analistas privados están estimando para el mes de junio un volumen de molienda de soja de 3 millones de toneladas. De ser así, estaríamos ante la menor molienda de soja para dicho mes en 18 años. La baja oferta de soja disponible durante junio y su reflejo en el menor volumen descargado en las terminales portuarias e industriales se vio reducida muy fuertemente al finalizar la cosecha”.

Esta situación se ve netamente reflejada en el ingreso de divisas que se produjo durante junio, cuando las empresas del sector liquidaron la suma de USD 1.581 millones, lo cual representó una baja del 59% en relación al mismo mes de 2022, y un 62% inferior que en el mes de mayo de 2023. Comparado los primeros 6 meses con el año pasado, el sector cerealero-oleaginoso perdió valores de ventas al exterior por un 42%. “El ingreso de divisas del mes de junio es el resultado de la magra cosecha gruesa, fuertemente impactada por la sequía, la culminación del dólar especial del Decreto 194/23 y la situación económica general”, explicaron desde CIARA-CEC.

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