Los efectos de la sequía histórica que azotó el país durante gran parte de 2022 y comienzos de este año siguen impactando en el grueso de las actividades agropecuarias, generando situaciones críticas en un gran número de ellas, con especial énfasis en las economías regionales. Así, según un estudio realizado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), el 57% de las producciones que integran este sector están en crisis o con signos de esta.
“La sequía aún afecta los volúmenes de producción en varias economías regionales”, indicó el trabajo de la entidad rural, a lo que sumó que la demanda interna de los diferentes productos “es baja” con una “alta volatilidad” en los precios de los mismo, como así también marcó que “la exportación tiene precios bajos en pesos”, a pesar de que, en promedio, los costos productivos “se estancaron” en el último mes.
Según el trabajo de la entidad, en la actualidad el sector de la producción de vino y mosto, de granos y el lechero se encuentran en una situación de crisis. En el primer caso, si bien los precios han subido de manera contundente por encima de los costos de producción, se registró una fuerte baja del 21% en la cosecha de uvas, a lo que se sumó una merma del 9% en las cantidades exportadas y una reducción del 6% en el consumo interno.
En cuanto a los granos, la sequía golpeó de lleno a la actividad, con una reducción en la producción cercana al 30% y una caída del 15% en las exportaciones, mientras que en el caso del sector lácteo, el principal problema, además de la falta de alimento para los animales, proviene de una suba del precio pagado al productor por debajo de la inflación y mucha volatilidad en los costos de producción.
Por otro lado, también es preocupante el número de actividades que comienzan a mostrar signos de crisis. En esta lista, el algodón muestra una caída de la cosecha del 36% y una retracción en las exportaciones del 60%, mientras que el sector bovino se encuentra fuertemente impactado por un retraso considerable en los precios internos de la hacienda como consecuencia del proceso de liquidación de hacienda que ya lleva meses. Además, la producción de cítricos dulces vive un período de retracción en los despachos al exterior, como así también la de maní, forestal, mandioca, ovinos y peras y manzanas.
El sector de la producción de vino y mosto, de granos y el lechero se encuentran en una situación de crisis.
También son numerosas las actividades que cuentan con signos de advertencia. Así, al sector del arroz, hortalizas, miel, papa, porcino, tabaco y yerba mate habrá que prestarle mucha atención, ya que, en su mayoría, presentan caída en la producción, costos al alza y un mercado internacional con una tendencia ambivalente en los precios. Como excepción, sólo la producción avícola se encuentra en “crecimiento”, debido a valores en el mercado interno por encima de la inflación, una mejora en el consumo y alzas en la producción.
El caso del vino
Como se dijo anteriormente, el sector del vino y el mosto se encuentra en una situación de grave crisis. En este sentido, el presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), Fabián Ruggeri, realizó un análisis sobre la actualidad del sector y consideró que “la vitivinicultura es una economía regional que está en una etapa de crisis por una cuestión, especialmente, vinculada a inclemencias climáticas, como heladas y granizos y en algunos casos también sequía. Esta fue la cosecha más baja de la que se tenga registro en la historia de la vitivinicultora, donde además de la baja en el volumen de producción, estamos preocupados por los stock”.
“En un principio creíamos que íbamos a tener falta de stock y ahora vemos que puede haber sobre stock debido a la abrupta caída del consumo de vino, tanto a nivel nacional afectado por la macroeconomía y la falta de dinero en los bolsillos de la gente, como en el plano internacional por el dólar atrasado y la falta de convenios de comercialización. Debemos tener en cuenta que estamos afectados por una plaga que se llama lobesia botrana y estamos gestionando a nivel nacional, provincial e interinstitucional, fondos para erradicar esta plaga cuarentenaria”, agregó.
Finalmente, Ruggeri indicó que “en el sector se están comenzando las tareas de poda, que es el primer paso del ciclo agrícola de la vitivinicultura y más allá del escenario adverso lo vamos a comenzar con todas las ganas y fuerzas que tenemos los productores del campo argentino”.
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