Por falta de agua en el oeste y barro en el este, la campaña del trigo presenta el mayor retraso en 5 años en el área agrícola más rica del país

Así precisa un informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario. Hasta el momento la siembra solo logró cubrir el 18% del área triguera estimada para la zona núcleo

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Operación de una máquina en una campaña triguera
REUTERS/Matias Baglietto
Operación de una máquina en una campaña triguera REUTERS/Matias Baglietto

La última sequía dejó en muy mal estado a los suelos disponibles para la siembra de trigo en el norte de la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y el suroeste de Córdoba, región comúnmente denominada como zona núcleo. Allí, se estima que se implantará un 50% menos superficie que hace dos campañas atrás, aunque por cuestiones climáticas, hoy los trabajos de implantación del cultivo se encuentra fuertemente retrasada.

De esta manera, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) aseguran que hasta el momento “la siembra está trabada, por el barro en el este y un piso seco en el oeste. Por ello, solo se cubrió un 18% del área estimada para trigo” en el corazón de la Pampa Húmeda. “Es la campaña de cobertura más atrasada de los últimos cinco años”, admiten los técnicos de la entidad bursátil.

Números

Los números que proponen desde la Bolsa rosarina apenas dan cuenta de un área implantada con trigo de 164 mil hectáreas previstas para la zona núcleo de un total de 910 mil estimadas a cubrir con el cereal en el presente ciclo agrícola. Esto implica convalidar hoy la campaña de cobertura que más retraso exhibe en el último lustro. Se indicó que para esta fecha, ya el año pasado se había sembrado el 55% del área de intención de trigo.

“Es la campaña de cobertura más atrasada de los últimos cinco años”

En este sentido, los datos son elocuentes. En el centro sur de Santa Fe se sembró el 50% del área, mientras que en la localidad bonaerense de Carlos Pellegrini, las labores de siembra no avanzan por la persistencia de días nublados y el exceso de humedad que impide orear los suelos. Todo esto impide la posibilidad de ingresar las sembradoras en los lotes.

La descripción gráfica de la Guía acerca de la condición hídrica de los  suelos en la Zona Núcleo que abarca partes de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba
La descripción gráfica de la Guía acerca de la condición hídrica de los suelos en la Zona Núcleo que abarca partes de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba

En el noreste de Buenos Aires, aún no comenzaron las labores y hacia el oeste tampoco se ven sembradoras trabajando, pero allí es por la falta de agua y la consecuente caída en las intenciones de siembra. En el sudeste de Córdoba “la humedad está muy al límite para plantear una siembra racional de trigo”, explican los técnicos, mientras que en Corral de Bustos, la superficie de trigo cae un 50% respecto del año pasado. Allí explican que “en lotes, que en años normales no se pueden sembrar porque la napa está en superficie, hoy está a 3,8 metros de profundidad”.

Riesgo

Por otro lado, el estudio de la GEA rosarina refirió que después de la campaña 22/23, en donde el trigo sufrió una fuerte caída productiva por la sequía, los productores consideran que “hay poco espacio para tomar riesgos y los márgenes pesan mucho más en la intención de siembra”. Tal como admiten los especialistas, en Monte Buey, los agricultores cordobeses aseguran que “hacer trigo hoy es asumir un riesgo grande: aunque te vaya muy bien, el premio es chico”.

Allí, las posibilidades que ofrecen los lotes para encarar la siembra de trigo se ven limitadas por la falta del agua necesaria para avanzar con las típicas labores de siembra. Por ello, en el sur cordobés, este año predominarán los planteos con niveles de tecnología bajos o medios, con niveles de entre 3.000 a 4.000 kilos por hectárea. Para muchos, “los números no cierran en campo alquilado”. Para comenzar a ganar se requieren al menos 4.500 kilos por hectárea y en campo propio la situación es otra: el rinde de indiferencia es de 2.900 kilos.

En el sur cordobés, este año predominarán los planteos con niveles de tecnología bajos o medios, con niveles de entre 3.000 a 4.000 kilos por hectárea

En Santa Fe, también hay mucha cautela. Por caso en Bigand, la siembra de trigo avanzó un 30% y allí los ingenieros agrónomos admiten que “la humedad del suelo es muy buena hasta los 80 centímetros de profundidad”. También en lo que hace a la fertilización, admiten además que las dosis son más bajas que en la última campaña.

“Hay intenciones de sembrar trigo. Pero no hay piso”, dicen desde Río Tala y San Pedro, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Allí, las últimas lluvias dejaron entre 70 a 100 milímetros. En esta región, estiman que podrán comenzar las labores de siembra de trigo en los próximos días, y que se ven demoradas porque hay mucha humedad en los suelos.

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