Cada vez más inquilinos en la ciudad de Buenos Aires deben recurrir a prórrogas de sus contratos de alquileres para poder permanecer en la vivienda que habitan hasta que logren conseguir otro lugar. El 30% de los inquilinos porteños tienen que pedir una prórroga a la vez que los valores de los departamentos siguen subiendo con mucha fuerza y a niveles récord: ningún acuerdo que se firme por estos días se pacta por menos $90.000 por mes.
Un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) reveló que la cotización mediana de los monoambientes ofertados en CABA es de $92.500, mientras por 2 ambientes es de $120.000 y de los de 3 ambientes es $160.000 mensuales.
Si bien alquilar puede implicar problemas a la hora de obtener garantías o pagar las comisiones, el costo del alquiler es la primer -y en muchos casos la mayor- barrera de ingreso.
”Esto, que es un problema de la macroeconomía más allá de las condiciones contractuales, se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler”, dijo a Infobae Aldana Montano, del CESO.
El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses
En este marco y por la disconformidad de propietarios por la actual Ley de Alquileres, cada vez más se observa un aumento en el porcentaje de ofertas expresadas en dólares, fundamentalmente a partir de febrero de 2022.
En cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad, si posee cochera, etc.) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras).
Los valores expresados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 14,0% del costo del precio de oferta de un alquiler.
Aumentos interanuales
La discriminación por unidades se realiza según cantidad de ambientes o cantidad de metros cuadrados de la unidad, si está disponible. En los últimos doce meses, el precio de oferta de un monoambiente en CABA aumentó 115,1%, según el CESO.
En los departamentos de 2 ambientes la suba fue de 140% y de 109,2% en los de 3 ambientes. Por otro lado, el último dato de inflación correspondiente al mes de abril, muestra un incremento interanual de 108,8% en los precios según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.
Además, el Índice para Contratos de Locación (ICL) que regula el Banco Central dentro de un contrato ya vigente, muestra un incremento interanual de 100% al primer día hábil de junio.
Montano dijo que “la tendencia de los aumentos se mantiene a un ritmo parejo mes a mes. Pero muchos dueños como establecieron precios mayores al inicio del contrato, la suba siempre supera el 100% para los nuevos contratos que se están firmando ahora”.
Cómo salir de esta situación
Desde el sector se exige la reforma de la Ley de Alquileres y aunque desde el Gobierno nacional se hizo trascender que la reformularían o suspenderían todo quedó en la nada por ahora.
El problema además de los aumentos de precios es empujar la oferta. Los propietarios están con dudas y no se sabe que ocurrirá en julio cuando venzan los primeros contratos celebrados en julio de 2020 si volverán a destinar su vivienda en locación tradicional.
Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, dijo a Infobae que “la oferta a en todo el país es escasa o nula, dependiendo el lugar, y luego de julio los propietarios pueden iniciar alquileres actualizándolos por más del 100%, o decidir llevarlo a la venta o alquiler temporario”.
Hoy en CABA se estiman que sólo hay 1.000 departamentos en pesos y más de 15.000 que se alquilan a través de plataformas como Airbnb o Booking en busca de captar turistas o estudiantes que llegan del exterior en donde se hacen acuerdos en dólares.
En este contexto, Bennazar, sostuvo que “la familia inquilina que no puede conseguir otra propiedad, tiene que optar por negociar entre las partes y hacer una extensión de su acuerdo”.
Por esa razón es que se reclama una reforma de la ley, al menos volver a contratos a dos años y con libre pactación de precios entre las partes. Agrupaciones de propietarios exigen tratar el desalojo exprés por no pago de más de dos meses para tentarlos a que vuelvan a poner sus viviendas en locación tradicional, pero este reclamo tampoco se ha tratado por legisladores nacionales ni de la ciudad de Buenos Aires.
“Con tanta inflación interanual creemos que para que se amplié la oferta hay que activar mecanismos que promuevan mejoras como incentivos fiscales, como disminuciones en las tasas municipales, para que entonces los propietarios destinen las propiedades al mercado del alquiler”, concluyó Montano.
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