Desde el Congreso 2023 de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), que se realiza hoy en Parque Norte, se plantearon los reclamos que actualmente tiene el productor agropecuario en Argentina, que debe sortear además de los efectos de la última sequía, cuestiones como la “problemática” que ofrece la volatilidad del tipo de cambio y el pago de derechos de exportación, que a juicio del sector, deben ser modificadas para posibilitar la promoción de inversiones y el efectivo desarrollo sectorial.
Así lo planteó Pedro Vigneau, titular de Maizar, en la apertura del Congreso 2023 organizado por la entidad que representa a toda la cadena de maíz y sorgo en el país. “La brecha cambiaria, junto a los derechos de exportación, o los cupos, son cosas, además de la última sequía, con las que hay que lidiar y que pone en evidencia todos los problemas (que tiene la producción y las industrias locales) y que genera mucha angustia”, le dijo a los actores agroindustriales.
“Es un error nuestro, ya que siempre señalamos a la política, y no estamos siendo eficientes en cómo entusiasmar, cuando hoy hay más de cuatro mil usos para el maíz” (Fernández Arocena)
También planteó los resquemores que tiene el sector, por la presión a la que está sometido para sostener el gasto público, y consideró necesario que Argentina cuente con un Ministerio de Agricultura, en lugar del estatus actual de Secretaría, para favorecer toda gestión ante el sector y en el orden internacional.
En representación de Juan José Bahillo, secretario de Agricultura de la Nación, de viaje oficial en China, su jefe de Gabinete, Juan Manuel Fernández Arocena, ponderó la oportunidad que tiene el “sector agrobioindustrial” como el que “más rápidamente podrá generar más puestos de trabajo y producción y más riqueza para Argentina: esto se logrará únicamente con el fomento de políticas públicas que garanticen la viabilidad de inversiones”.
También destacó la necesidad de promover “normas que aseguren los derechos de propiedad intelectual y perfeccionen los contratos de asociación entre privados, a la vez que se eliminen las trabas burocráticas y se facilite el desarrollo de productos y servicios para los mercados”.
Aseguró que sobre dicha estrategia política deberá imponerse “la necesidad de implantar nuevos esquemas económicos” y estimó que a juicio de la cartera agropecuaria “no se trata de producir más, sino hacerlo de manera diferente, asegurando modelos conscientes de sustentabilidad económica, social y ambiental”.
Fernández Arocena aseguró también que “estamos seguros que este agrobioinnovador, será el catalizador de inversiones, que consciente de la gravedad del cambio climático y respetuoso de la sostenibilidad ambiental, será el que borre la grieta urbano-rural que genera una percepción del mundo agrario más ajustada a la realidad”.
En el evento estuvieron presentes Horacio Rodríguez Larreta, alcalde porteño y precandidato a presidente de JxC, y Mauricio Macri. El expresidente aseguró que “el próximo presidente deberá realizar una reforma rápida y profunda, con todo el coraje necesario, porque la Argentina antes de fin de año debe tener un presupuesto claro, un solo dólar y se deben marcar reglas clarísimas”.
Huella ambiental
Al centrarse en cuestiones más técnicas, Vigneau consignó que “el mundo vira del consumo del fósil a lo renovable, y allí el maíz y el sorgo, son carbono cuatro y capturan mucho más carbono: debemos decir que en la Argentina tenemos el maíz con menor huella de carbono del mundo. Tenemos esa historia y no la contamos. ¿Dónde está la marca país? Tenemos el sistema productivo más amigable con el ambiente del mundo. Es un error nuestro, ya que siempre señalamos a la política, y no estamos siendo eficientes en cómo entusiasmar, cuando hoy hay más de cuatro mil usos para el maíz”.
“La brecha cambiaria, junto a los derechos de exportación, o los cupos, son cosas, además de la última sequía, con las que hay que lidiar y que pone en evidencia todos los problemas y que genera mucha angustia” (Vigneau)
Tras mencionar la necesidad de crear conciencia respecto a los beneficios que puede reportar la producción de maíz en Argentina, Vigneau se cambió el calzado durante su exposición en el predio de Parque Norte, tras reemplazas sus zapatos por zapatillas blancas fabricadas en China con polímeros realizados con maíz. Allí, el dirigente de Maizar, destacó la oportunidad que tendrían muchas empresas multinacionales de radicarse en el país, donde se verían beneficiadas con “la menor huella medioambiental del mundo para la producción de maíz”.
Acomodándose su saco azul confeccionado en Estados Unidos con fibras de maíz, Vigneau añadió también que “hay una enorme capacidad de desarrollo federal, ya que maíz se hace con los hiperprecoces desde Chubut hasta Jujuy, y desde los Andes hasta el mar argentino. Y además estamos tirando agua dulce al mar con la que podríamos generar más maíz”.
“Tenemos que volver a enamorar, y la solución es con la política”, aseguró el titular de Maizar al destacar la gran oportunidad de desarrollo con productos como maíz y sorgo, para captar nuevas inversiones y fábricas que se instalen en el ámbito local, donde se verían beneficiados por “la obtención del maíz con menor huella medioambiental del mundo. Un 30% menos que el que se obtiene en Estados Unidos o que obtiene China. Hay muchos vectores en los cuales podemos mostrar un desarrollo –dijo Vigneau-, la bioeconomía seguramente es la que más rápidamente puede mostrar esa potencialidad”, concluyó Vigneau.
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