La actual campaña de maíz, que se está cosechando en estos momentos, ha sido fuertemente impactada por la sequía, con mermas esperadas en el volumen a recolectar superiores al 35%, equivalente a 16 millones de toneladas y sin encontrar piso aún. Pero más allá del contexto, el sector no se detiene solo en la coyuntura y marca como uno de los principales obstáculos al desarrollo de la cadena maicera el bajo nivel del grano que se transforma en proteína animal o biocombustibles.
En ese sentido, Brasil oficia como una gran ejemplo. En los últimos días se llevó a cabo en Brasilia el 1er Congreso de Abramilho, organizado por la Asociación Brasileña de Productores de Maíz. Allí se discutieron los temas más importantes sobre el cultivo, además de debatir las perspectivas y desafíos de los productores a nivel región
La apertura del congreso contó con la presencia del presidente del Frente Parlamentario para la Agricultura (FPA), diputado Pedro Lupion (PP-PR), la senadora Tereza Cristina (PP-MT), el ministro de Agricultura Carlos Fávaro y el presidente del Instituto Pensar Agro, Nilson Leitão, quien habló sobre la importancia y el crecimiento de la cadena productiva del maíz.
Hoy Brasil produce 122 millones de toneladas de maíz y apunta a producir en la próxima década más de 300 millones de toneladas
La producción de maíz en Brasil es realizada tanto por pequeños agricultores como por grandes empresas agrícolas. En general, la cadena productiva del cultivo es una importante generadora de empleo, contribuyendo al dinamismo de la economía y al desarrollo de las comunidades rurales y urbanas. Es una actividad que involucra a un número considerable de trabajadores directos e indirectos, jugando un papel crucial en la generación de ingresos y ofreciendo oportunidades de trabajo en todo el país. Hoy Brasil produce 122 millones de toneladas del cereal y apunta a producir en la próxima década más de 300 millones de toneladas.
La senadora Cristina, señalada por muchos como la persona que logró la revolución agrícola brasileña, recordó que el grano es uno de los productos agrícolas más nobles y es muy importante para la producción de energía sustentable. “Hoy, Brasil tiene un espacio enorme en el mercado internacional que hemos ganado recientemente, y creo que en poco tiempo seremos uno de los mayores exportadores de maíz del mundo”, destacó.
Según le comentó a Infobae el presidente institucional de Abramilho, Otávio Fernandes Canesin, el congreso es un lugar importante para el debate de la cadena productiva. “El maíz es un cereal que se ha vuelto muy importante en los últimos años. La idea de Abramilho es promover un debate anual a través de un congreso de toda la cadena para debatir los temas más amplios que involucran al sector”, explicó.
“La pata Argentina”
Del congreso participaron representantes argentinos, entre ellos, las autoridades de Maizall, Federico Zerboni, una asociación de productores de maíz que nuclea a las entidades brasileras, estadounidenses y argentinas, y de Maizar, Pedro Vigneau, entidad que representa la cadena del cereal de nuestro país, quienes coincidieron que Argentina debe “aprender” de Brasil a la hora de impulsar políticas públicas que permitan el desarrollo del sector.
“Del Congreso Abramilho me llevo el potencial y la transformación de Brasil. En solo 20 años pasó de ser un importador de alimentos a ser uno de los mayores exportadores mundiales y tiene un rol fundamental en el mundo. Eso sucedió porque tuvo una dirigencia que a pesar de los problemas que tuvo, se basó en las buenas prácticas y en la biotecnología”, dijo Zerboni a Infobae.
“Me llevo el potencial y la transformación de Brasil. En solo 20 años pasó de ser un importador de alimentos a ser uno de los mayores exportadores mundiales y tiene un rol fundamental en el mundo” (Zerboni)
En este sentido, el titular de Maizall sostuvo que lo que le llamó la atención durante su estadía en tierras brasileñas es “lo alineado que están (el sector empresario y los funcionarios) más allá del partido que gobierna. Se trabaja en la relación público-privada. No cambian la política económica y tienen claro su objetivo. Hay inversiones y moneda. Cada vez crecen más como así también su potencial”.
“Aprender”
Así, el titular de Maizall comentó la defensa conjunta de la política y el sector empresario cuando se buscó establecer retenciones en un estado brasileño, inclusive aquellos eslabones que podrían haber sacado provecho de la medida, como los productores de pollos y ganados, quienes dijeron que “no era el camino porque distorsiona los mercados y termina siendo contraproducente y finalmente no se implementaron. Tienen una visión a largo plazo y sin ésta es difícil la inversión y el crecimiento. Tenemos mucho que aprender”.
Por su parte, Vigneau resaltó que el congreso permitió “profundizar los lazos de confianza” entre Argentina y Brasil, pero también remarcó “haber podido ver en primera persona la potencia del agro brasileño, tener conversaciones de alto nivel. Están todos muy alienados independientemente del color político. Tenemos que aprender mucho de Brasil”.
Eso es también lo que buscará Vigneau con la realización del congreso de Maizar en nuestro país este próximo 31 de mayo. Allí se podrá visualizar la potencialidad que tiene el ecosistema del maíz en Argentina, todo lo que podría desarrollarse de manera federal porque al grano hay que transformarlo cerca de los lotes. Vamos a hablar mucho de temas que tienen que ver con la política también, tratando de mostrarle la enorme oportunidad que representa el agro y en particular, el maíz”.
Alianzas
Por otro lado, Zerboni destacó la importancia de que Argentina integre organizaciones internacionales no sólo para desarrollar su sector sino también para presentar un frente común a nivel global. “Maizall tiene como objetivo abrir nuevos mercados y defender el sistema productivo que tenemos en nuestro país, que es similar a los de Brasil y Estados Unidos en cuanto al uso de buenas prácticas y la biotecnología. El hecho de ir todos juntos a presentar y defender esto, y ser el 80% del mercado internacional, nos abre muchas puertas y somos muy escuchados”.
“Tenemos un diálogo muy fluido con entidades del exterior, como Abramilho, y nos permite tener contacto para otros cultivos y para lo que necesita el agro argentino. Si bien en muchos lugares estamos aislados, esto nos mantiene unidos al mundo”, puntualizó Zerboni, quien sostuvo que en el exterior “hay muchas barreras para arancelarias y trabas, como en Europa, que quieren poner restricciones al manejo de la agricultura en otros países”.
“No podemos permitir que nos pongan trabas a nuestros sistemas de producción, cuando tenemos ambientes con una actividad socio económica totalmente distinta. Entonces, es importante la defensa de los tres países en conjunto y decir que no vamos a cambiar. Lo haremos en Ginebra, Bruselas, la OMC y cualquier foro internacional para demostrar porque somos sustentables y que es el mejor sistema el que utilizamos”, concluyó Zerboni.
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