En Argentina la carne se paga entre un 12% y 20% menos que en Uruguay y Chile

El precio de la carne en Argentina es siempre un tema de debate. Cada vez que el alimento preferido de los argentinos sube de valor, se producen una serie de discusiones y hasta conflictos que muchas veces derivan en medidas oficiales para contener los aumentos interviniendo el mercado del producto. Pero más allá de las políticas implementadas por los sucesivos gobiernos que no han logrado surtir el efecto buscado, Argentina mantiene una de las carnes más baratas de la región.

Según un estudio realizado por Fundación Mediterránea-IERAL, el precio promedio de una canasta determinada de cortes en Argentina se ubica entre un 12% y 20% por debajo de lo que pagan los consumidores uruguayos y chilenos en sus países, mientras que respecto a Brasil, el producto argentino sigue siendo entre un 5% y 6% más caro, a pesar de que el gigante sudamericano es uno de los mayores productores del mundo.

El trabajo, a cargo de los economistas Juan Manuel Garzón y Tobías Lucero, se compararon los precios de los diferentes cortes en Argentina, Uruguay y Chile, utilizando bases estadísticas de organismos oficiales con la última información disponible en cada país. Luego realizaron un relevamiento propio de precios online en supermercados a los efectos de tener una foto más actual y fundamentalmente para incorporar a Brasil, país que “llamativamente no cuenta con información pública y periódica de precios de cortes, como sí los otros tres países”, comentaron los especialistas.

Así, en la comparación entre Uruguay y Argentina, basada en precios de 12 cortes de carne bovina nivel consumidor final y teniendo en cuenta valores de abril, se encuentra que el precio medio de esta canasta era de USD 9,4 el kilo en el país vecino y de USD 8,3 el kilo en el nuestro, lo que significa que en promedio la carne en argentina es 12% más barata que en Uruguay. “Esta brecha fue menor a la observada en los últimos meses del 2022, cuando se aproximaba al 30% a favor de Argentina, pero debe advertirse también que, durante otros momentos de un pasado no tan lejano, la carne en Argentina era más cara que en Uruguay”, destacaron Garzón y Lucero.

En la comparación entre Chile y Argentina, teniendo en cuenta 12 cortes de carne bovina, se encuentra que el precio medio de esta canasta era de USD 12,4 el kilo en abril en el país vecino, mientras que en Argentina era de USD 9,8 el kilo. Así, durante el mes pasado “la carne bovina era un 21% más barata en Argentina que en Chile. Aquí también se observa que la brecha era menor a la observada a inicios del presente año, cuando había llegado al 39%, siempre a favor de Argentina”, destacó el informe.

Como se dijo anteriormente, para incluir a Brasil en esta comparación fue necesario realizar un relevamiento en tiendas on line de supermercados. En esta medición, que alcanzó a 16 supermercados y más de 150 precios de cortes de carne bovina de los 4 países, se encuentra que el precio de una canasta de 8 cortes de calidad media/alta era de $2.687 por kilo en Argentina y de $2.545 por kilo en Brasil, mientras que en Uruguay los valores llegaban a los $3.174 por kilo y a los $3.555 en Chile. De esta manera, se pudo determinar que el precio promedio de la carne en Brasil se ubica entre un 5% y 6% por debajo de los registrados en nuestro país.

A pesar de la espiralización de los precios de la economía en Argentina, el informe asegura que “ajustados por inflación, los precios en supermercados de mayo están por debajo de los observados en los últimos dos años”. Según marcó el trabajo, los precios a nivel consumidor de abril se ubicaron 80% arriba del mismo mes del año anterior, “una variación nominal que luce muy alta pero que en términos de la inflación local, que fue del 109% para el mismo período, implica un ajuste en términos reales del 15%, es decir un importante abaratamiento del precio del producto”.

Sumado a una baja en los precios internacionales, los factores locales pesan más en la baja de los valores viene, por el lado de la oferta, ya que la sequía y la falta de suficiente alimento para los animales, ha obligado a muchos establecimientos a acelerar e incrementar descartes y envíos a faena. Por el lado de la demanda, se tiene un escenario macroeconómico complejo para el consumo, que “combina caída del poder adquisitivo de los ingresos de segmentos sociales varios y un muy bajo nivel de confianza respecto del futuro económico. Bajo este escenario, que combina una mayor oferta de carne con precios internacionales más bajos y una demanda interna contenida, parece difícil que los precios de la carne puedan recuperarse, en términos reales, durante los próximos meses”.

Pero en Brasil el precio de la carne también se ubicó, en términos reales, por debajo de la inflación. En este caso “un factor que está percutiendo y explicando los bajos precios del país vecino son sus envíos al exterior: en el primer cuatrimestre las exportaciones de carne bovina de Brasil han caído un 30% en valor, con un ajuste del 16% de los volúmenes y de otro porcentaje similar en el precio medio de exportación. Como puede inferirse, un mayor flujo de carne hacia el mercado interno y un menor costo de oportunidad asociado a un precio internacional más bajo, están seguramente conteniendo los precios internos del mercado brasileño”, concluyó el trabajo.

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