Al calor de la suba de la inflación, el nivel de la presión impositiva en la Argentina es un debate que se intensifica, particularmente por su incidencia en productos y servicios básicos. La discusión se vuelve particularmente espinosa cuando se pone la lupa en el precio de los alimentos en los que, el peso de los tributos, tiene una incidencia determinante. Según un estudio reciente de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), un 25% del precio que paga el consumidor por tres alimentos esenciales, la carne, la leche y el pan, corresponden al pago de impuestos.
En la carne de vaca, el 27% del precio final son los impuestos de la cadena mientras que en el pan francés los impuestos llegan al 23%, detalló FADA. Para el sachet de leche entera, la mochila impositiva es del 25% de lo que pagan los consumidores. Pero no sólo eso: en los tres productos analizados se constata el mismo dato: 3 de cada 4 pesos de esos impuestos corresponden a cargas nacionales, en algunos productos incluso más. “Cuando comemos pan o carne o tomamos leche, un cuarto de lo que pagamos por eso que consumimos son impuestos”, afirmó Natalia Ariño, economista de FADA, donde analizan semestralmente cómo se componen los precios de 3 alimentos básicos en la mesa de los argentinos “En otras palabras, en un kilo de pan hay más impuestos que trigo y harina, y en un kilo de carne hay más impuestos que lo que representa la cría en la composición del precio”, revela la economista.
“Lo que nos permite entender esto es que es un mito decir que los alimentos suben porque suben los granos, porque la porción de precio que explican el maíz o el trigo es muy chica en comparación a los aumentos que vemos en las góndolas” (David Miazzo, FADA)
En el caso del pan, rastreando la cadena desde el trigo, el precio del grano se multiplica por 7. En el caso de la leche, del tambo al sachet el precio se triplica. Según la fundación, los granos representan una pequeña parte del precio final de los alimentos. “Es falso decir que el maíz hace subir la leche o la carne, cuando el grano es solamente el 5% del precio final del sachet de leche y el 11% de la carne vacuna que compramos. En el caso de la carne de cerdo es el 15% y 18% en la aviar. Si vamos al trigo, es el 13% del precio del pan”, explicó Ariño. “Lo que nos permite entender esto es que es un mito decir que los alimentos suben porque suben los granos, porque la porción de precio que explican el maíz o el trigo es muy chica en comparación a los aumentos que vemos en las góndolas. Eso está más ligado a otros factores, principalmente al proceso inflacionario que estamos viviendo, que tiene que ver con una pérdida del valor del peso”, aportó David Miazzo, economista de la entidad.
Carne
Del precio que paga el consumidor por el kilo de carne, la cría representa el 20%, el feedlot 32%, frigorífico 8%, carnicería el 13% y los impuestos el 27%.
Los impuestos representan el 27% del precio, el 57% son costos de la cadena y 16% ganancias. De esos impuestos, el 76% son nacionales, 19% provinciales y el 5% municipales. El impuesto a las Ganancias y el IVA son los de mayor participación, que en conjunto representan el 65% de los impuestos totales.
Leche
El trabajo arroja que, en el precio del sachet de leche entera, el tambo representa el 31%, la industria el 28%, el comercio 16% e impuestos el 25%.
También podemos ver la composición de los precios según los costos de producción, los impuestos y el resultado. En el caso de la leche se detalla que casi el 75% son costos de producción, 25% impuestos y se registra un -0,1% de pérdida de la cadena. De los impuestos que paga la cadena, el IVA representa el 69%.
Pan
Del total que paga el consumidor por kilo de pan francés, el trigo representa el 13%, el molino el 4%, la panadería el 60% y los impuestos el 23%.
Si se analiza cómo está compuesto ese importe, en el estudio se detalla que el 63% son costos, el 23% impuestos y el 14% ganancias. De los impuestos que paga la cadena, el 77% son nacionales, 20% provinciales y 3% municipales. Impuesto a las ganancias e IVA concentran el 71% de los impuestos pagados por la cadena.
“Que un eslabón tenga mayor participación en la composición del precio, no significa necesariamente que sea el eslabón que más gane, sino que está relacionado con los procesos, escalas, ganancias y costos que tiene ese eslabón”, aclararon desde FADA.
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