Los integrantes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) emitieron un comunicado donde se solidarizaron con su socio Lácteos Vidal SA, que desde julio del año pasado mantiene un conflicto con integrantes de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA). En el documento exigieron a las autoridades ejecutivas y judiciales que “respeten y hagan respetar la propiedad privada, a las empresas junto con sus trabajadores y entorno, pero con una consideración suprema de los derechos constitucionales, para poder trabajar de manera libre, al amparo de la seguridad jurídica”.
Además, advirtieron que “son muchos años en los que la industria láctea acumula situaciones de violencia, coerción y presiones, incluso cumpliéndose los acuerdos salariales, laborales y fundamentales de las relaciones laborales, en un país que deja entrever de manera constante el riesgo de la propiedad privada y la imposibilidad de gestionar las empresas libremente. Lácteos Vidal perdió la confianza en los 26 trabajadores despedidos y considera imposible la reincorporación, para eludir cualquier tipo de boicot interno, incluso en la fabricación de los productos alimenticios”.
La semana pasada la Cámara Nacional de Apelaciones de Trabajo N° 9 ordenó a la empresa a reincorporar a 26 trabajadores despedidos, con una erogación de dinero que la condenaría -dicen desde Lácteos Vidal- a la quiebra. “La empresa no va a reincorporar a ninguno de los despedidos -sostuvo-, no sólo por nosotros, sino por los nuevos empleados que tenemos, a los que tomamos para poder reactivar la planta. Además no vamos a reincorporar a nadie porque cuando los despedimos no había ninguna medida cautelar”, dijo a este medio Alejandra Bada, titular de la empresa. Todo comenzó el año pasado, cuando delegados del gremio lechero Atilra bloquearon la planta en la localidad de Moctezuma, partido de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires.
“Desde APYMEL, fortalecemos nuestro apoyo a los socios que defienden a sus equipos de trabajo, a sus productos y a los consumidores que los eligen todos los días. No podemos enfrentarnos de manera constante al riesgo de toma de nuestras industrias y al clima de temor entre nuestra fuerza laboral, frente a la ventaja que los vínculos de poder le otorgan a dirigentes, que terminan priorizando sus intereses, por sobre los de sus representados y la actividad misma”, señalaron las autoridades de la entidad que agrupa a las pymes lácteas del país.
Preocupación
En otra parte del comunicado, Apymel expresó su preocupación “por la manera en que la Justicia, ajena a la realidad que transitamos las pymes lácteas, ha abordado y resuelto esta problemática, de modo que Lácteos Vidal pueda seguir adelante y evite la imposición sindical a la que está expuesta hace casi un año y que, en paralelo, pone en riesgo no sólo a la empresa, sino también a la planta que mantiene vivo al pueblo bonaerense de Moctezuma”.
Siguiendo con las críticas al rol que ha tenido la Justicia hasta el momento en el caso de Lácteos Vidal, la dirigencia de la Asociación advirtió que “desde julio de 2022 (Lácteos Vidal) se encuentra sometida a las presiones desmedidas, llevadas a cabo por una minoría de trabajadores nucleados en Atilra, con el aval de jueces, alejados de la realidad y del propio derecho. Nuevamente, vemos como las pymes son rehenes de medidas de acción directa por parte de gremios poderosos, utilizando y desnaturalizando de manera espúrea e inapropiada el derecho constitucional de huelga, para obtener resultados a los que se les dificulta acceder con reclamos o debates por las vías del derecho y en el ámbito competente que la propia ley de fondo marca. Con este método impropio se pretende doblegar la voluntad de la empleadora, impidiendo de manera flagrante el derecho al libre comercio y afectando al ejercicio de la libre empresa”.
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