El trigo y la cebada, tradiciones cultivos de fina del país, buscarán su revancha en el nuevo ciclo que está por comenzar, tras la última sequía que dejó muy golpeado al sector. Al respecto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta una siembra de 7,6 millones de hectáreas y una cosecha total de 23 millones de toneladas. Todo esto generará un aporte a la economía de USD 5.427 millones y exportaciones por USD 4.545 millones, y se transforma también en una buena noticia para el Gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre.
Los técnicos de la Bolsa de Buenos Aires realizaron la presentación de las proyecciones, en el marco del Seminario Agrotendencias que organiza hoy la Federación de Acopiadores.
En relación al trigo, la Bolsa estima una siembra de 6,3 millones de hectáreas, registrando un aumento del 3% en relación a la campaña anterior, y una cosecha total de 18 millones de toneladas, un 45% más que hace un año atrás. Por el lado de la cebada, la siembra se proyecta en 1,3 millones de hectáreas, lo mismo que en el ciclo pasado, y la cosecha en 5 millones de toneladas, un incremento del 32%. Es decir, ambos cultivos aportarán una siembra de 7,6 millones de hectáreas y con una producción total de 23 millones de toneladas.
A partir de las mencionadas proyecciones, la Bolsa de Buenos Aires está planteando un escenario a futuro, contemplando que la cosecha de ambos cultivos coincidirá con en el momento de la asunción del próximo Gobierno, de un aporte a la economía de USD 5427 millones, con las exportaciones, por ejemplo de trigo que se ubicarán por encima de los 11 millones de toneladas, que generarán ingresos por USD 4.545 millones, un 45% de aumento en relación al año pasado. Además, la campaña fina aportará USD 1.593 millones a la recaudación impositiva, con un aumento del 27%.
Potencial
Los especialistas señalaron como aspectos importantes a tener en cuenta en el desarrollo de la campaña fina que está por comenzar, el nivel de precipitaciones de las próximas semanas, donde en varias zonas productivas del país se necesita recargar los suelos de humedad. A esto se suma, que en líneas generales, el próximo ciclo tendrá lugar en “un escenario de transición”, con reservas hídricas ajustadas, pero con posibles mejoras durante la primavera. Además, será clave el financiamiento al que accederán los productores para la utilización del paquete tecnológico, tras los efectos negativos de la sequía. y la disponibilidad de insumos, ante los problemas para la importación de los mismos.
Por otro lado, se señaló que habrá una mejora en la relación insumo/producto: los precios del trigo a cosecha se ubican en torno a los USD 243 la tonelada, un 19% menos que en el ciclo anterior y un 18% superior al promedio de las últimas 5 campañas, pero que se mantiene en niveles históricos. A esto hay que sumar que el precio de los fertilizantes, especialmente los nitrogenados, se están comercializando con precios en caída.
Por último, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hicieron hincapié en la necesidad de que el sector enfrente los próximos desafíos con políticas públicas favorables y que permitan potenciar los niveles de producción. En ese sentido, el economista Jefe de la Bolsa de Buenos Aires, Ramiro Costa, dijo que en los próximos 5 años con una baja gradual de los derechos de exportación, de 2% a 3% por año, la producción total de trigo y cebada llegaría a los 28 millones de toneladas. Y en el caso no solamente de que se implemente dicha reducción gradual y se sumen políticas a favor de la producción y la exportación, se llegaría a una cosecha de 30 millones de toneladas en los próximos 5 años y de 35 millones de toneladas en 10 años. “Todo esto sin costo fiscal para el Estado, ya que habrá una compensación por el incremento productivo”, concluyó el especialista.
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