La inseguridad rural condiciona la producción agropecuaria en todo el país. La rotura de un silobolsa o bien el carneo de animales y abigeato está a la orden del día. En Corrientes, la problemática fue analizada en las últimas horas por productores que se movilizaron al costado de la ruta nacional 14 en la localidad de Santo Tomé, donde se entregaron panfletos a los automovilistas, con el objetivo de llamar la atención del sector político.
Entre las medidas reclamadas al gobierno nacional y también provincial para enfrentar los delitos rurales, los productores correntinos piden “control bromatológico” en carnicerías por parte de los municipios. “Las autoridades municipales no actúan como deben para mantener el abastecimiento de carne barata”, aseguraron durante la protesta. También reclamaron cambios en la legislación vigente, en la búsqueda de endurecer las penas y que delitos como el abigeato no sean excarcelables.
Desde el sector rural en Corrientes consignaron que hay dificultades para comunicarse con los destacamentos policiales, y aseguraron que los propios agentes de policía deben utilizar sus teléfonos personales. Por otro lado, se reclama que se designe al fiscal para que atienda los asuntos rurales: “Hace años que se creó la fiscalía en el norte correntino, y sigue vacante y sin designación”, manifestaron los productores.
Alfredo Haynes, ganadero de la localidad de Gobernador Virasoro, donde cría genética bovina de la raza Brahman, comentó que “pasamos de sufrir la pérdida de uno o dos animales por año, que roban o cuatrereando, lo que puede ser una desgracia asumida, pero ahora pasamos a la pérdida de hasta treinta animales que roban en un mes, ya es un saqueo. Esto nos lleva a juntarnos y unirnos. Yo formo parte del Grupo Independencia, que recordarán hizo el tractorazo a Buenos Aires el año pasado. Ya no nos sentimos representados, por caso, por los Municipios o Departamental para enfrentar este tipo de cuestiones en la provincia o la Nación”.
En diálogo con Infobae, Haynes señaló que “uno como productor se siente hoy abandonado. Por un lado comienza con el robo de ganado, y cuando te roban del campo un animal, decimos, no podemos estar en todos lados, pero cuando se hace masivo y encima se piensa en que puede pasar después de esto, se envalentonan, y saquean un galpón entero o se patotea a las familias que viven en el campo. Eso es lo que hay que parar ya, donde lo importante es la propiedad”.
Policía
El ganadero correntino explicó que por la inseguridad rural “hay mucha gente que se ha ido del campo y otros están dejando las ciudades y sus pueblos para correrse a su propiedad para defenderse ante los saqueos. Lo malo es que esta gente para irse hasta el campo se tiene que armar, no le queda otra. Muchos dicen, con un arma al lado, me siento más seguro. Yo en el pueblo no entro ni a los jardines, pero en mi campo me entran por todos lados. Hay gente que deambula por los campos y no se le puede hacer nada. Es lo que más bronca nos da a los productores”.
En relación al accionar y presencia policial en la zona donde la inseguridad crece día a día, el productor aseguró: “Yo en Corrientes dependo de la seguridad que brinda un paraje llamado Garabí, pero uno llama y no tienen móviles. Y tengo Santo Tomé, pero las veces que llamamos, atienden el teléfono, pero no vienen al campo”. A todo esto, agregó que cuenta con conocidos que hacen ganadería bovina en el norte de Corrientes, “en la zona de Bella Vista y San Roque, donde a través del Río Santa Lucía se roban hasta 150 animales por año. Es vergonzoso”.
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