La tercera semana de vigencia del dólar agro, que establece un tipo de cambio diferencial de $300 por dólar para el complejo sojero y economías regionales, comenzó a tomar mayor ritmo respecto de las semanas previas, aunque todavía no se ubica en los niveles esperados por el mercado y el Gobierno nacional. Así, el volumen comercializado se ubicó por encima de las 100.000 toneladas diarias según reportes de las entidades bursátiles especializadas, mientras que, a modo de novedad, empezaron a registrarse los primeros negocios de girasol, cebada forrajera y sorgo bajo este esquema especial.
De esta manera, el volumen negociado de soja en el mercado de granos se ubicó por encima de las 100.000 toneladas diarias promedio de la semana pasada. Según datos del monitor SIO-Granos, plataforma oficial que registra la comercialización y precios promedios de los granos, informó que hasta las 18 horas se habían negociado 72.733 toneladas, que sumadas a las 828.214 toneladas transaccionadas entre el lunes y el jueves, da un cierre estimativo para la semana de 900.947 toneladas vendidas por parte de los productores, frente a las 644.822 tonelada y un acumulado desde la vigencia de la medida de 2.001.719, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Por el lado del complejo del girasol, que comenzó a participar del dólar agro a mediados de esta semana, se negociaron hasta el jueves (última día del que se poseen datos) 183.535 toneladas, mientras que la comercialización de cebada forrajera se elevó hasta las 196.324 toneladas y el sorgo hasta los 3.043 toneladas, indicó la BCBA.
En cuanto a la liquidación de divisas por parte del sector agroexportador, durante la semana ingresó al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) USD 357.967.624, un valor por debajo de los USD 439.712.680 millones registrados durante los primeros cinco días de vigencia de la medida. De esta manera, hasta la fecha el aporte en moneda estadounidense alcanzó los USD 1.605.021.442, unos USD 300 millones menos a lo registrado en la primera semana de vigencia del dólar soja 2. No obstante la liquidación, el Banco Central concretó ayer su tercer rueda consecutiva con ventas y el saldo positivo del mes se ubicó en torno a los USD 20 millones.
Análisis
Para Adrián Seltzer, analista de la corredora Granar, el volumen comercializado de soja continúa siendo bajo, producto principalmente de los precios ofrecidos por el segmento comprador, junto al salto de los tipos de cambios paralelos. “El valor ofrecido por las aceiteras, que osciló de $98.000 a $100.000 por tonelada no resultó atractivo para los vendedores y a eso se sumó la incertidumbre creciente en la economía local, que genera ciertas dudas respecto de si éste es o no el momento adecuado para deshacerse del escaso volumen producido”, dijo.
Además, el especialista consideró como otro fundamento bajista la caída de las cotizaciones de la oleaginosa en el mercado de Chicago, que sumó su séptima rueda consecutiva con pérdidas, cuestión que “complicó el panorama, ya que los tenedores de soja en el nivel local no quieren vender al precio actual, mientras que las industrias aceiteras no tienen margen para mejorar sus ofertas para reponer existencias y así bajar la capacidad ociosa de sus instalaciones fabriles, que ronda el 70%”.
“Un factor destacado de la semana fue la inclusión de otros productos –girasol, sorgo, cebada– en el dólar agro, esto impactó notoriamente en las cotizaciones de los mismos y sí se observó en ellos un incremento importante en los volúmenes operados, al ser los granos elegidos por quienes tenían esa opción de elegir con qué generar liquidez, sin comprometer sus reservas de soja”, detalló Seltzer.
Por su parte, el analista financiero especializado en agronegocios, Salvador Vitelli, indicó que hubo un aumento en el volumen comercializado, aunque por debajo de los niveles de las ediciones anteriores del Programa de Incremento Exportador (PIE), pero marcó que gran parte de esos negocios no tiene un precio fijado todavía, lo cual quiere decir que “es mercadería que entrega el productor pero que no le pone precio y no genera liquidaciones en sí misma porque el exportador no le paga por el grano”.
“Es el factor más relevante de esta edición, porque en definitiva todo lo que se está comprando por parte del sector exportador es en su mayoría a fijar, por ende no se condice el volumen liquidado contra el volumen comercializado”, dijo Vitelli y explicó que “lo que estamos viendo que se liquida son en verdad prefinanciaciones, no son compras genuinas del sector exportador. De todo lo que se ha liquidado hasta ahora, los USD 1.565 millones, si lo pasáramos a valor de la soja, estaríamos hablando de que se han liquidado por 2,8 millones de toneladas aproximadamente”.
“En la medida de que la exportación no logre generar compras genuinas, es decir con mercadería a precio, con un productor convalidando el precio al cual quiere pagar la exportación, las liquidaciones que se están dando tienen un techo y es justamente lo que está marcando la baja de liquidaciones que estuvimos viendo. Esta semana también fueron muy magras, incluso con un Banco Central vendedor tanto miércoles y jueves”, concluyó Vitelli.
Opiniones
Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, consideró que la medida no genera un beneficio directo para los productores, perjudica a otras actividades y que el precio pagado por los compradores de mercadería podría estar más alto. “Los efectos que está teniendo son perjudiciales hacia otras producciones y no han generado ni logrado un resarcimiento o un mejoramiento en aquellos que optaron por venderla”, sostuvo Salaverri.
En primer lugar, Salaverri consideró que la soja “puede ser que tenga un valor bastante mayor al que tiene, puede llegar a más de $120.000 y hoy se está pagando $103.000 y $106.000, lo cual marca una diferencia clara que hay alguien que no permite que el precio sea mayor. Por otro lado, bajó USD 30 cuando se puso en marcha (el dólar agro), lo que también indica claramente que hay un sector como la exportación, que indudablemente baja el precio y ya está haciendo una diferencia también. La falta de liquidación está situada claramente en que no es un valor razonable, ni es un valor que alimente las necesidades de vender por parte del productor”.
Por otro lado, el director ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pablo Vernengo, sostuvo que la liquidación por parte del mencionado sector “viene muy lenta, con una coyuntura que no acompaña. Tenemos una volatilidad muy alta en el tipo de cambio, lo cual hoy hace inviable cualquier producción”.
Asimismo, explicó que son 727 las posiciones arancelarias de las más de 8.500 que existen en las economías regionales, lo que implica que son “un poquito más del 8% de lo que hace a la canasta de productos de las economías regionales. Entendemos que este beneficio va a alcanzar a ciertas producciones que por lo general o están integradas o responden a cooperativas, como en el caso de los bodegueros, que puede derramar a sus productores, pero por lo general el productor de las economías regionales es una pyme y no es exportador por falta de volumen, de estructura, de galpones de empaque y de estructura exportadora”.
“Por ende, los beneficiados entendemos que van a ser los galpones de empaque, los acopios, los molinos y en su defecto, bodegas que puedan tener. así que en el aspecto si es el productor que sufrió la seca quien va a recibir el beneficio, te voy a estar contando que en principio no lo es”, concluyó Vernengo.
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