Sequía: además de menor cosecha de soja, estiman caída de hasta 60% en la próxima siembra de trigo en la principal área agrícola del país

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustó a la baja en 2,5 millones de toneladas las proyecciones de producción total de soja. En cambio, la Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que la siembra de trigo en la zona núcleo caería entre 15 y 60 por ciento

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Fuerte impacto de la sequía en el campo argentino
Fuerte impacto de la sequía en el campo argentino

La sequía sigue generando numerosas complicaciones al campo. Dos informes privados plantearon el escenario de impacto en la actual campaña agrícola, mediante un nuevo recorte a las estimaciones de cosecha total de soja, y para la próxima, donde se estima que la siembra de trigo en la zona núcleo podría caer hasta un 60%.

En relación a la actual campaña de soja, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalló en su relevamiento semanal que la cosecha ya alcanzó casi el 17% del área sembrada y con rendimientos por debajo de lo esperado. Una situación que derivó en un nuevo recorte en las estimaciones de cosecha. El ajuste a la baja fue de 2,5 millones de toneladas y ahora la proyección de producción total es de 22,5 millones de toneladas, son 22,5 millones de toneladas de caída en relación a las últimas 5 campañas, donde se alcanzó los 45 millones de toneladas.

El rendimiento de cosecha arroja hasta el momento un promedio nacional de 15,7 quintales por hectárea, con una trilla de soja de primera que ya alcanzó el 24,4% del área sembrada, y registrando un avance intersemanal de casi 18,1 puntos, con los mayores progresos sobre ambos núcleos y Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires. El informe señaló que “sobre el Núcleo Norte se registró un avance de cosecha de soja de primera de 55%, con un rinde medio de 17,8 qq/Ha”.

Proyectan una caída en la próxima siembra de trigo. (REUTERS/Valentyn Ogirenko/Archivo)
Proyectan una caída en la próxima siembra de trigo. (REUTERS/Valentyn Ogirenko/Archivo)

Además, en el núcleo sur la cosecha alcanzó al 42% de la zona apta, con un rendimiento medio semanal de 15 quintales por hectárea, y sobre el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, alcanzó el 48% de la superficie de soja de primera sembrada, con un rendimiento medio de 17,2 quintales por hectárea. Por otro lado, en el centro y norte de Córdoba se alcanzó un rendimiento medio en la semana de 13 quintales por hectárea, y con mínimos de 3 quintales por hectárea. Por último, se informó que el 28,9 % del área sembrada con soja de segunda se encuentra en madurez fisiológica.

Trigo

A pocas semanas del inicio del nuevo ciclo agrícola, la Bolsa de Comercio de Rosario proyectó que la siembra en la zona núcleo podría caer entre 15% a un 60%. El informe advirtió que el 80% de los suelos se encuentran en sequía todavía y con déficit hídrico, y requieren al menos entre 80 a 120 milímetros. “Por el momento los pronósticos no muestran en el corto plazo sistemas precipitantes que puedan recomponer los valores estadísticos de los primeros veinte días de abril”, señaló

Al respecto, se planteó que en el mediano plazo, en base a datos del centro Euro-Mediterráneo de Clima, la probabilidad de contar con lluvias que superen las medias estadísticas en región núcleo durante el trimestre mayo-junio-julio “son del 30 al 40%. Es decir que las lluvias serían normales o inferiores a lo normal en este trimestre del año. Hay que recordar que el promedio estadístico de lluvias para mayo es de 40 a 70 milímetros, con un gradiente ascendente de oeste a este; en junio de 10 a 50 milímetros y en julio de 10 a 50milímetros”.

“A un mes de la siembra, hay una señal clara de bajar trigo a pesar de la necesidad financiera que obliga a muchos sembrarlo como sea. A diez días de finalizar abril, las lluvias en la mayor parte de la región pampeana han alcanzado solo el 10 al 30% de los acumulados promedios históricos mensuales”, agregó el especialista en clima. Por otro lado, el relevamiento de la entidad señaló que “la tendencia es a bajar trigo a pesar de que marzo 2024 está muy lejos. Faltan lluvias que recarguen los perfiles. Sin embargo, el quebranto económico del sector tras la sequía obliga a muchos a sembrar trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos”.

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