Dólar agro: en una semana con tensiones cambiarias, cómo se movió la comercialización de soja

La suba de las cotizaciones libre y las bursátiles, sumado a precios ofrecidos por la exportación que no convencen todavía a los productores, mantuvieron la venta en los mismos niveles de la semana pasada. También cayó la liquidación de divisas

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Sigue en niveles bajos la comercialización de soja por parte de los productores, mientras avanza el nuevo dólar soja
Sigue en niveles bajos la comercialización de soja por parte de los productores, mientras avanza el nuevo dólar soja

El dólar agro parece no terminar de tomar el ritmo que esperaba tanto el Gobierno nacional como el sector privado. La segunda semana de vigencia del Programa de Incremento Exportador (PIE III), que establece una tipo de cambio diferencial de $300 por dólar para el complejo sojero y algunos productos de las economías regionales, siguió mostrando niveles de comercialización de soja por debajo de las anteriores ediciones de la medida, mientras que la liquidación de divisas se ubicó por debajo de lo registrado la semana anterior.

De esta manera, el volumen negociado de soja en el mercado de granos siguió siendo de unas 100.000 toneladas diarias. Según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento la comercialización de soja por parte de los productores superó las 955.000 toneladas, y los exportadores liquidaron más de 1.070 millones de toneladas. Ambas cifras se encuentran muy debajo de lo sucedido durante las dos primeras semanas de vigencia del dólar soja 1 y del dólar soja 2, que funcionarios durante septiembre y diciembre del año pasado.

Según analistas y especialistas en el mercado de granos consultados por Infobae, este nivel de comercialización de soja y de liquidación de divisas encuentran su explicación en dos factores centrales: el precio ofrecido a pagar por la mercadería - como ocurrió durante la primera semana -, que no incentiva a que los productores se desprendan del grano y a los tensiones que se dieron en torno al valor del dólar, con la disparada de los tipos de cambio bursátiles y el “dólar libre”, junto a rumores de alejamiento de Sergio Massa del ministerio de Economía. Ese combo hizo que los exportadores ralenticen el nivel de ingreso de dólares.

Precio

Para el analista financiero especializado en agronegocios, Salvador Vitelli, el precio ofrecido por los exportadores no termina de convencer a los productores, como consecuencia también, de una distorsión en el valor de la soja debido a las anteriores ediciones del dólar soja. “Durante enero, febrero y marzo, el precio de la soja se encontró relativamente inflado, y eso hizo que ahora cuando se ofrezca un tipo de cambio diferencial y los exportadores no quieren convalidar valores en dólares tan inflados para la soja, encontremos de que el valor nominal en pesos no varió demasiado”, comentó.

En este sentido, Vitelli explicó que en la primera apertura de precios, antes de la medida y en algunos valores promedios de los meses pasados, la soja valía $ 90.000 la tonelada, mientras que los precios ofrecidos por la exportación el miércoles de la semana pasada, cuando el sector comprador comenzó a participar del mercado, fue de $93.000, la tonelada, lo que como resultado “una variación nominal irrisoria, lo cual generó mucha frustración, mucho enojo en el sector”.

La menor producción de soja por los efectos de la sequía, es uno de los factores que incide en el Programa que contempla hasta el 31 de mayo un dólar diferencial para el complejo sojero
La menor producción de soja por los efectos de la sequía, es uno de los factores que incide en el Programa que contempla hasta el 31 de mayo un dólar diferencial para el complejo sojero

El especialista remarcó que la exportación recién está “empezando a subir un poco los valores, queriendo pagar $100.000 la tonelada de soja, cuando el productor en unos principios estaba esperando valores de $115.000 y $120.000. Entonces el spread de compra y venta es muy elevado. Yo entiendo que en valores medios se van a generar en negocios y lubricar la comercialización, pero por lo pronto está muy parado debido a la diferencia que hay entre productores y exportadores, que les está costando llegar a un precio de encuentro entre ambos”.

“Entonces es una encrucijada, producto de las distorsiones que se generaron por los esquemas pasados (de dólar soja), pero también donde para el productor es un año en el que ha trillado muy poco, que la producción se ha caído a pique, por lo cual va a cuidar muy bien su mercadería”, concluyó Vitelli.

<b>Dólar</b>

Pero otro factor que alteró la segunda semana del PIE III fue, sin dudas, la dispara de las diferentes cotizaciones del dólar. “Las turbulencias cambiarias no hacen más que retrotraer a la oferta”, planteó el responsable del Área de Análisis de Mercados de la corredora Grassi, Ariel Tejera.”

“Las turbulencias cambiarias no hacen más que retrotraer la oferta” (Tejera)

Al respecto, el especialista sostuvo que el dólar MEP registró importantes subas, a pesar de los intentos oficiales para limitar los avances. Esta situación tiende a erosionar las mejorías en la brecha, logradas a partir de la implementación del dólar agro. Hacia adelante, si el MEP continúa avanzando, continuará ampliándose la brecha. El salto en las posiciones de dólar futuro confirma las perspectivas de aceleración en el ritmo de devaluación. En este contexto, se opaca la mejoría propuesta por el dólar agro.

Por su parte, el consultor en Agronegocios, Ernesto Ambrosetti, consideró que hasta el momento la medida “no ha sido atractiva” para los productores, en parte por el precio ofrecido por la exportación, pero también por cuestiones relacionadas al poco interés que puede haber por parte de estos a quedarse con pesos. “El productor tiene su propia moneda, el grano de soja, con el que puede realizar planes canje para adquirir los insumos estratégicos para encarar la próxima campaña 2023/24, en un escenario de elevada incertidumbre y con medidas cortoplacistas que no resuelven las problemáticas de fondo”, indicó.

Dólares

En esta línea explicó que “al no haber disponibilidad de dólares en el BCRA los importadores acuden al CCL; su aumento incide en el valor de los insumos estratégicos, como fertilizantes, agroquímicos y fitosanitarios, entre otros, entonces ¿por qué el productor quería recibir pesos hoy? La única certidumbre que tiene el productor, es que la inflación no se puede controlar, que no hay disponibilidad de dólares en el BCRA, que las tasas de interés siguen aumentando, que el gobierno no está dispuesto en caminar hacia un tipo de cambio único, que se continúa emitiendo y limitando las importaciones. Es decir que hoy estamos mejor que mañana”.

Por último, señaló que a medida que transcurren los días, la ventaja de tener un dólar soja de 300 pesos va desapareciendo y lo mismo sucede con las economías regionales que su plazo es hasta el 30 de agosto, “ya que si el dólar oficial acompaña a la inflación podría incluso superar el valor de 300 pesos, es decir que se licúa cualquier ventaja que se pretendía otorgar”, concluyó.

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