De acuerdo a los datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura y con información relevada hasta finales de diciembre último, durante el 2022 el stock vacuno aumentó un 1,6% y alcanzó el nivel de 54.242.595 cabezas. Al respecto, la categoría terneros marcó un récord histórico, de la mano de una eficiencia ganadera que permitió incrementar la cantidad de terneros por vacas en producción.
Los datos, que surgen del Sistema Informático de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA) del Senasa y que fueron publicados por la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal, destacan que el stock terneros/as se ubicó en 15.129.000 cabezas, representando un aumento del 4,6% en relación al año 2021 y logrando un nivel histórico, al menos desde el 2002, que fue el momento desde que se tienen registros de comparación.
A través de un comunicado, el Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, sostuvo que “la relación ternero22/vaca21, es otro hito histórico en lo que respecta al nivel de eficiencia reproductiva del rodeo nacional. Con menos vacas de las que teníamos en el 2007, producimos más terneros que a la misma fecha, lo que resulta una mejora en unos de los principales indicadores de eficiencia productiva”. En ese sentido, se recordó que “el resultado esa relación para este año es del 66,7%”, y que de acuerdo a los resultados por categoría, también se observó un crecimiento del 1,4% en vacas.
Más allá de las estadísticas de crecimiento del stock que reflejó el informe oficial sobre el año 2022, las actuales miradas de todos los integrantes de la cadena de ganados y carnes están puestas en enfrentar los enormes desafíos que plantea la actual situación climática adversa, donde la sequía va a generar una menor producción de terneros en el presente 2023, como consecuencia de la menor oferta de forrajes, un recurso esencial para la alimentación de los animales.
Sequía
Días atrás, una encuesta a los productores que integran los grupos CREA en todo el país, reflejó el alto impacto de la sequía en la actual campaña agrícola, pero también en la ganadería y la lechería. Una problemática que afecta al campo y al resto de la economía. El relevamiento, que se realizó en marzo pasado a 1.200 productores, sostuvo que el 95% de los empresarios agrícolas expresaron que experimentaron daños por sequía en los últimos cuatro meses, mientras que otro 45% y 7% señaló que registró pérdidas productivas por heladas y granizo, respectivamente.
La encuesta también señaló que el 91% de las empresas ganaderas de CREA resultó afectada por la ausencia de precipitaciones en los últimos cuatro meses, mientras que otro 18% reportó daños por heladas y un 46% de los consultados dijo que el rodeo había experimentado estrés calórico. En este contexto, la entidad planteó que se espera para el presente año “mantener o incluso incrementar la proporción de terneros destetados respecto de 2022, mientras que otras pronostican un descenso”.
En ese sentido, las zonas más favorables según la encuesta, son la Patagonia, Litoral Norte, Chaco Santiagueño y Sur de Santa Fe, al tiempo que las más desfavorables fueron reportadas en Semiárida, Centro, Córdoba Norte, Litoral Sur y Sudoeste. Por otro lado, se indicó que entre las acciones que se implementaron para gestionar el daño causado por el clima adverso, “se incluyeron –por orden de relevancia– el destete anticipado, manejo de la carga animal y reducción de stock, suplementación y engorde a corral, entre otros”.
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