Alerta soja: el complejo aceitero frenaría su actividad a mediados de año por efecto de la sequía

El fenómeno climático cesó, pero con la cantidad disponible de materia prima la industria funcionaría a lo sumo hasta agosto. “Después estaríamos sin actividad en todas las plantas de molienda de la Argentina”, dijo el titular de la cámara sectorial. En marzo cayó 60% el ingreso de camiones. ¿Importar soja?

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Por la sequía, se complica la actividad en la exportación y procesamiento de granos. (Télam)
Por la sequía, se complica la actividad en la exportación y procesamiento de granos. (Télam)

El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC) emitió hoy un duro pronóstico sobre el efecto de la sequía en el sector de molienda. En un contexto de caída de volumen y de rendimientos en la actual cosecha de soja, donde se proyecta una producción total de 25 millones de toneladas, el dirigente no descartó que a mitad de año se paralice la actividad en el principal complejo generador de divisas del país.

“Nosotros con el nivel de ventas actuales de soja que estamos proyectando y si no hay ningún tipo de ingreso de poroto (soja) de otros países del Mercosur, estaríamos después de agosto sin actividad en todas las plantas de molienda de la Argentina. Por los efectos de la sequía, la principal industria de generación de divisas del país, puede cerrar a mitad de año por falta de materia prima”, dijo Idígoras en declaraciones a CNN Radio. Además, advirtió sobre la menor cantidad de embarques realizados y precisó que en marzo se registró una caída interanual superior al 60% en la cantidad de camiones ingresados a la zona de puertos.

La mitad

Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la actual cosecha de soja podría ubicarse en torno a los 25 millones de toneladas, la menor campaña productiva en 23 años, representando una caída del 40% en relación al ciclo anterior, y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos 10 años (50 millones de toneladas). Además, las exportaciones de poroto de soja caerían un 50% por debajo del año pasado, las de aceite de soja podrían caer hasta un 40%, y las de harina y los subproductos, la caída en dólares estaría en el orden de los 18%. En este contexto, el complejo sojero aportaría en 2023 USD 17.568 millones de dólares, una merma del 30% interanual, rondando los USD 7.300 millones de dólares menos.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC

“Actualmente estamos con una capacidad ociosa de la industria de niveles superiores al 70 por ciento. “Eso son enormes costos, pérdidas millonarias. Hemos perdido contratos de exportación por USD 20.000 millones, la mitad del trabajo cotidiano de un año. Por lo tanto tenemos capacidad que no podemos utilizar y esos costos con incrementales mes a mes”, agregó Idígoras.

Divisas

Todo esto también deriva en un menor ingreso de divisas de las exportaciones agroindustriales, que viene registrando en el arranque del 2023 una gran caída por los efectos de la sequía y de la puesta en marcha el año pasado del dólar soja I y II. Según informe ayer CIARA-CEC, el sector completó un aporte de USD 2.802 millones en el primer trimestre del año, casi USD 200 millones por debajo de los USD 3.000 millones que desde que empezó el año y hasta el viernes 31 de marzo lleva vendidos el Banco Central, a un ritmo creciente, al punto que de ese total, USD 1.918 millones, casi dos tercios, se vendieron el mes pasado.

“Si partimos de la base que habrá no más de 25 millones de toneladas de soja, en unja campaña donde se esperaban 50 millones de toneladas, y con un grano que tendrá muchas dificultades por la sequía, con granos verdes y dañados, lo cual genera un enorme problema tecnológico, y eso nos lleva a un escenario en los próximos meses el ingreso de divisas siga extremadamente en niveles bajos”, dijo el presidente de CIARA-CEC.

Calidad

Según detalló el presidente de CIARA-CEC, en las últimas horas hubo reuniones entre la industria aceitera, la Sociedad Rural Argentina, Federación de Acopiadores, y las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y Comercio de Rosario, para evaluar los pasos a seguir en medio de una campaña agrícola donde la calidad de la soja estará muy por debajo de lo que se proyectaba, como consecuencia de la sequía.

En este contexto, según comentó Idígoras, la producción planteó la preocupación creciente por la existencia de granos de soja con problemas de calidad, particularmente granos verdes; más allá de la escasez de granos por sequía. A su vez, la industria aceitera compartió la fuerte suba de la capacidad ociosa, la caída sustancial del ingreso de barcos y de camiones en las plantas de molienda.

Frente a esta situación excepcionalmente negativa causada por la sequía, y ante los planteos de la producción, el sector aceitero expresó que “las fábricas están trabajando en la recepción de soja con mayor flexibilidad y aplicando tolerancias mayores a las estatutarias, que en algunos casos pueden llegar hasta 60% de tolerancia de recibo y 20% sin descuento, dependiendo de las plantas y fechas. Si bien los granos verdes y dañados generan problemas posteriores de calidad en los productos finales, todas las aceiteras están aplicando porcentajes superiores a la norma de la base estatutaria de la soja que indica que hasta el 5% de Granos Verdes es considerado conforme; con una tolerancia de recibo de hasta el 10%, correspondiendo un descuento de 0,20% por cada punto o fracción”.

“Desde la producción nos plantearon la preocupación creciente por la existencia de granos de soja con problemas de calidad, por la sequía” (Idígoras)

Además, se explicó que dicha flexibilidad, “no es aplicable para terminales de exportación de poroto de soja dado que los compradores internacionales no permiten tolerancias. Por su parte la Federación de Acopiadores adhirió a trasladar e informar a sus clientes estas condiciones de flexibilidad. Las Bolsas también activarán mecanismos semanales de información de estas condiciones de recepción”.

Por último, se acordó en pedir la puesta en marcha nuevamente del régimen de Corte Obligatorio Transitorio Adicional de Biodiésel (COTAB) de mercado interno que se aplicó en 2022 y logró una pronta respuesta al faltante de gasoil en el país. Al respecto, la industria aceitera explicó que el consumo de biodiésel “permite a las fábricas aplicar mayores flexibilidades de recepción de granos verdes así como también la originación de soja EPA para el mercado de aceite de soja neutro para exportación”.

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