Duro diagnóstico de la consultora del ex ministro Martín Guzmán: la sequía y el año con menos dólares disponibles del siglo

Son estimaciones de Sur Americana. El impacto de la situación climática adversa en la actual producción agrícola y en el financiamiento del presupuesto público

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La sequía sigue provocando enormes pérdidas en términos productivos y económicos
La sequía sigue provocando enormes pérdidas en términos productivos y económicos

La peor sequía de los últimos años que enfrenta el campo argentino sigue mostrando consecuencias negativas en la actividad económica, la disponibilidad de divisas y la recaudación fiscal. Así lo reflejó un informe de Sur Americana, una consultora cercana al exministro de Economía, Martín Guzmán.

El trabajo de los economistas Fernando Morra, ex secretario de Política Económica, y Mariana Quarteroni y , ex jefa de Gabinete de esa secretaría, ambos durante la gestión de Guzmán, estimó que la sequía tendría un impacto negativo sobre la actividad económica de 2% del Productor Interno Bruto (PIB) y con un efecto sobre la disponibilidad de divisas del orden de los USD 19 mil millones. En relación al impacto fiscal directo, por la caída de los derechos de exportación e indirectos por otros recursos, se encontraría en aproximadamente en 1% del PIB, tomando como referencia la recaudación del año pasado.

Para alcanzar dichas proyecciones, los economistas trabajaron en el valor agregado del sector, utilizando para ello una metodología de cadenas de valor, que incluyó el análisis no solamente del eslabón primario sino además de los encadenamientos hacia atrás y adelante, incluyendo la industria y el transporte.

En primer lugar, se determinó que en la presente campaña agrícola la situación climática adversa, en relación a los volúmenes de cosecha. afectará principalmente al trigo y a la soja, seguido en orden de magnitud por el maíz y la cebada. Teniendo en cuenta el total de los cultivos, la consultora proyecta una merma cercana al 38% de la producción total, una de las peores caídas desde la sequía que se registró en el ciclo 2008/09.

Todo esto derivará en que la caída del valor agregado de las cadenas agrícolas (incluyendo Cebada, Colza, Girasol, Maíz, Soja, Sorgo y Trigo) superaría el 30%, y ubicándose por encima de la sequía de 2009. Además, los economistas precisaron que el impacto de esta baja representa un 2% del PIB a nivel nacional del año 2022, donde ”los sectores más afectados serían el eslabón primario (con una caída del valor agregado sectorial en el entorno del 30%, la mayor en la historia), pero también la industria manufacturera (que mostraría una disminución del valor agregado como consecuencia de la sequía del entorno del 1%) y el transporte (0,7%)”.

Precios y exportaciones

El informe destacó que en los últimos dos años, el precio de los principales commodities agrícolas registró importantes aumentos y se ubicaron en los niveles máximos históricos de cada serie. El ataque de Rusia a Ucrania provocó un pico en las cotizaciones de casi todos los productos agrícolas, para luego mostrar una baja. En ese sentido, desde la consultora señalaron que esa tendencia de caída estuvo por encima de los niveles previos a la pandemia.

Además, los economistas dijeron que al observar el precio en los mercados de futuros “se anticipa una baja en la mayoría de los productos, que si bien mantienen niveles elevados se encuentran por debajo de los observados en 2022″.

Teniendo en cuenta el actual escenario de precios internacionales, el trabajo de la consultora reflejó que las menores exportaciones del complejo sojero restarían alrededor de USD 12.000 millones, seguido por el complejo maicero y el triguero con alrededor de USD 3.000 millones cada uno. Según se determinó, “este impacto, de enorme magnitud para las cuentas externas, es la peor caída registrada en la disponibilidad de divisas desde inicios de siglo y alcanzaría un total de pérdidas del orden de los USD 19.000 millones”.

Por otro lado, las estimaciones de afectación sobre las reservas internacionales “empeoran significativamente”, ya que en un contexto donde la economía se estanca, “implicaría necesidades de divisas cercana a los USD 22.000 millones, mientras que una desaceleración de la actividad económica (adicional al impacto propio de la sequía) reduciría estas necesidades, pero aún se mantiene en montos elevados (cerca de USD 16.000 millones), que no serían factibles considerando la disponibilidad de divisas netas del Banco Central”, especificaron los economistas.

Impacto fiscal

Además de generar un efecto negativo en la producción agropecuaria y en los ingresos de divisas por las exportaciones, la sequía afectará por otro lado el financiamiento del presupuesto público. Al respecto, el trabajo privado planteó que las estimaciones del impacto directo sobre los derechos de exportación indican que el mismo alcanzaría un nivel superior al 0,6% del PIB en relación a lo que se recaudó en 2022.

“Las estimaciones contempladas dentro del Presupuesto Nacional (PN) consideraban una caída en la recaudación de 0,2% del PIB, aunque las mismas incluían posibles pérdidas derivadas de la baja de retenciones a diversos productos realizadas durante 2022, lo que significaría que la estimación de recursos podría verse empeorada por este efecto”, agregaron Quarteroni y Morra.

Por último, al impacto en las cuentas públicas hay que agregar la afectación en los niveles de actividad económica, que en un escenario conservador, el trabajo estimó una caída cercana a 0,3% del PIB, afectando la recaudación del Impuesto a las Ganancias y el IVA. “Considerados en conjunto, el impacto directo e indirecto de la sequía sobre los recursos fiscales podría alcanzar una menor recaudación comparada respecto a 2022 del entorno de 1% del PIB”, concluyeron los economistas.

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