En medio de una dramática sequía que genera el recamo de productores de medidas extraordinarias para hacer frente a la problemática, el Gobierno avanza con la puesta en marcha de un programa para incentivar a la producción láctea.
Ayer, el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso, reclamó acelerar la ejecución del Programa “Impulso Tambero”. El mismo fue anunciado en enero pasado por el ministro de Economía, Sergio Massa, durante un acto en la ciudad de Villa María, mediante el cual los productores tamberos de hasta 5.000 litros diarios recibirán compensaciones durante cuatro meses, con una inversión de casi 10.000 millones de pesos.
Además, el funcionario provincial sostuvo que frente a la situación de emergencia que atraviesan los pequeños y medianos productores, el Gobierno deberá implementar medidas extraordinarias : “Necesitamos medidas urgentes para la lechería y que el pago del programa Impulso Tambero sea en una sola cuota, atento a la situación compleja del sector y las demoras burocráticas que se presentan para ejecutarlo. Es un despropósito que una economía regional como la lechería que genera trabajo y arraigo local, siga teniendo retenciones”.
Tras el planteo que realizó Sergio Busso, hoy la Secretaría de Agricultura informó que comenzaron a acreditarse los pagos de la primer cuota para los 4318 beneficiarios del Programa “Impulso Tambero”. Además, se recordó desde el área que conduce Juan José Bahillo, que la iniciativa contempla una compensación por mes de hasta 600.000 pesos por productor, según su producción diaria de leche, durante cuatro meses. Con este programa el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Economía, destina una inversión total de más de 8.000 millones de pesos para acompañar al sector.
Inversión
A través de un comunicado, Juan José Bahillo destacó la decisión del Ministerio de Economía de “generar un apoyo directo para acompañar a las y los productores en los meses más críticos de la actividad, con una inversión total superior los 8.150 millones de pesos”. En ese sentido, se especificó que “la iniciativa contempla una compensación de $15 por litro diario promedio, para aquellos productores que no superen los 1500 litros diarios promedios. Mientras los que produzcan entre 1501 y 5000 litros diarios, la compensación será de $10 por litro. Asimismo la determinación del promedio de litros diarios se determinó por el total de litros declarados ante la AFIP en el período octubre 2021 a septiembre 2022 y se lo dividirá por 365″.
El último informe elaborado por Coninagro, una de las entidades que integra la Mesa de Enlace, subrayó que un 80 % de las producciones se encuentran en situación crítica y salvo una que tuvo una mejora, como el sector avícola, el resto está en advertencia. Eso es algo que refleja la gravedad de la situación generada tanto por las políticas implementadas (inflación, atraso y brecha cambiaria) como por las inclemencias climáticas. “Hoy requerimos que el Gobierno no sea ´socio del campo no sólo en las buenas´, sino que ante esta grave situación, acuda en la ayuda hacia el productor, con alivio fiscal y créditos para afrontar esta situación”, dijo el titular de la entidad Elbio Laucirica.
Y una de las actividades más complicadas, según el informe mensual de Coninagro, es la lechería. Javier de la Peña, productor de Santa Fe y representante de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, dijo que “lamentablemente la sequía generalizada se ha profundizado, con olas de calor extremas, y una situación agravada por la muy mala calidad de pasturas, lo que complica las reservas que se intentan hacer en esta época del año para poder producir leche durante el invierno. Este cuadro hace que las reservas hayan sido utilizadas extemporáneamente, es decir en pleno verano, y realmente no sabemos cómo vamos a encarar el invierno prácticamente sin reservas”.
A todo esto, el dirigente agregó que “hay normativas vigentes de AFIP que dificultan la compra de alimentos en los tambos y empeoran la situación de conseguir alimentos. Además, el control del programa ´precios justos´que ejerce el Gobierno sobre las industrias, hacen que que esa cadena industrial no pueda pagar al productor un precio más acorde al que necesitaría para poder suplir este escenario, mejorando su capacidad de compra. Básicamente estamos empantanados en una situación de presiones tanto tributaria como en los ingresos de los productores con un marcado incremento en los costos de alimentación de los animales. Así, el riesgo que existe hoy es que los productores se sientan agotados y sean expulsados del sistema”.
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