El precio internacional de la soja volvió a caer y alcanzó el nivel más bajo en lo que va de 2023

El pasado 3 de enero el precio se ubicó en USD 539 la tonelada y hoy cerró a USD 532. El efecto de la crisis financiera mundial, la últimas lluvias en la Argentina y las proyecciones de cosecha récord en Brasil

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La decisión de la Reserva Federal sobre la tasa de interés impactó en el precio internacional de la soja
La decisión de la Reserva Federal sobre la tasa de interés impactó en el precio internacional de la soja

El precio internacional de la soja volvió a bajar hoy en el mercado de Chicago y se encuentra en el nivel más bajo en lo que va de 2023. Hay impacto de la situación económica y financiera del mundo, pero también de la sequía que atraviesa la Argentina y las proyecciones de cosecha récord en Brasil.

En la jornada de hoy, el contrato de la soja con vencimiento en mayo próximo cayó un 1,26% o USD 6,50 y cotizó a USD 532,26 la tonelada, mientras que el valor que presentaba el contrato más cercano el pasado 3 de enero del presente año cotizaba a USD 539 la tonelada. Según comentaron los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, la razón de la caída se encuentra en la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) tomada este miércoles, que mantuvo al mercado con suma cautela. Al respecto, la FED subió los tipos de interés un cuarto de punto llevándola al 5%. También hay que destacar la fuerte caída que registró el valor del aceite de soja, cuyas pérdidas por tonelada superaron los USD 30.

Pero además, los analistas de la BCR sostienen que las lluvias que se registraron en nuestro país, si bien no van a resolver las pérdidas productivas y económicas que generó la sequía, pueden representar un freno del deterioro de los cultivos de soja y maíz y mejorar un poco su rendimiento. A todo esto, el mercado tomó nota de los datos que publicó la Secretaría de Agricultura sobre la molienda de soja, donde en febrero pasado hubo una caída del 17,6% mensual y de casi un 41% interanual, alcanzando las 1.553.939 toneladas. Por otro lado, las existencias en poder de las fábricas al 1° de marzo en 695.365 toneladas, un 19,3% por detrás de igual momento del año pasado.

Otro de los factores que está incidiendo en los actuales valores internacionales de la soja, es la cosecha de Brasil, la cual está proyectada en 155 millones de toneladas, contra los 153 millones de toneladas que estimó en su último informe el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

Análisis

Josefina Jolly, Analista de FyO, comentó a este medio que actualmente el mercado de soja está recibiendo el efecto de “todo lo que está pasando en materia financiera en los Estados Unidos, con fondos especulativos vendiendo la posición comprada de soja. Además, se agrega Brasil con mucha producción y superando las 155 millones de toneladas. Y a pesar de que acá la cosecha está muy golpeada y vamos a estar cerca de las 25 millones de toneladas frente a los 48 millones de toneladas que se proyectaban en el inicio de la campaña, todo el factor climático de nuestro país pareciera que el mercado ya lo tomó”.

Por otro lado, en su informe mensual, los integrantes de la Consultora Zorraquín + Meneses señalaron que “el precio de los granos mantiene su divorcio entre el mercado interno y el externo. Los internacionales pelean entre noticias de fundamentals alcistas y bajistas (buena proyección de Brasil y baja permanente de Argentina) y de incertidumbres políticas (implicancias de la guerra Rusia-Ucrania) a la que se suma el impacto de la caída de un banco americano. Y en el plano local, más allá de las medidas gubernamentales (fideicomisos, posible dólar soja 3, etc.), la sequía pone en jaque la originación de la industria (soja) y la de la alimentación animal (maíz), habiendo posiciones vendidas difíciles de cubrir. Todo esto hace que el panorama de expectativas de precios sea de difícil pronóstico”.

En ese sentido, el informe remarcó que “puede suceder, que el año ’atípico’ que estamos transitando (sequía+elecciones) esté acompañado por bajas en las cotizaciones internacionales de precios, lo que daría una combinación de factores que podemos definir como la ‘tormenta perfecta’ para el negocio agrícola”.

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