Vicente Rea Pidcova, es médico veterinario del Programa de Sanidad Aviar del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En diálogo con este medio, confirmó que hasta el momento hay 59 casos positivos de gripe aviar en la Argentina. Además, por el ingreso de la enfermedad al circuito comercial, se sacrificaron 700.000 aves, de las cuales el 30% fue por la enfermedad y el resto por tener un vínculo estrecho con la misma. Según dijeron desde la producción, la cifra de aves muertas no llega al 2% del total de aves comerciales.
La influenza aviar H5N1 es una enfermedad viral que afecta a las aves de corral como a las silvestres. Hasta el momento, no hay registros de transmisión interhumana sostenida del virus a nivel global por lo que el riesgo de contagio a personas se considera bajo, señalaron desde el Ministerio de Salud de la Nación. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hace unas semanas que la humanidad debe prepararse para una posible pandemia de gripe aviar humana porque hay riesgo de que la cepa circulante de influenza aviar salte desde las aves domésticas y silvestres a más poblaciones de mamíferos, incluyendo los seres humanos. Aquí 6 claves para entender la gripe aviar.
“Tenemos que ocuparnos de volver a lograr lo antes posible el status sanitario de país libre de la enfermedad”, dijo el especialista del Senasa. Hay que recordar que ante el primer caso de la enfermedad en el circuito productivo y comercial, el organismo sanitario decidió cerrar las exportaciones de productos avícolas. Y agregó: “La sensibilidad de nuestro sistema en cuanto a la detección de casos en el sistema productivo vemos que está bien marcado. Tenemos notificaciones en las partes comerciales y tenemos eso controlado con las acciones correspondientes que realizamos. Y a su vez se están realizando rastrillajes en toda la zona de control para evitar que se disperse la enfermedad y detectar si hay alguna ave con sintomatología para poder descartar si hay o no influenza aviar”.
De los 59 casos positivos en la Argentina de gripe aviar, la mayoría de ellos se concentran en la provincia de Córdoba, aunque hasta el momento no se registran en el circuito comercial. Por otro lado, hay una gran parte de los casos detectados (49) que son en aves domésticas o de traspatio, mientras que hay 4 en aves silvestres y 6 en aves comerciales. En relación a la situación del circuito comercial, la enfermedad ingresó en las provincias de Buenos Aires, Neuquén y Río Negro.
El especialista dijo que entre las principales recomendaciones, se encuentran notificar al Senasa si una persona encuentra muerta un ave silvestre, y en aves comerciales reforzar todas las medidas de bioseguridad. Además, aseguró que la población “no tiene que tener miedo al momento de consumir pollo o huevo, porque la enfermedad no se transmite por esas vías. A su vez, tenemos muchos controles desde la producción primaria hasta que el producto llega a la mesa de los consumidores. Y tampoco tenemos la cultura de comer un producto o comer un animal convaleciente. Venimos haciendo un gran esfuerzo entre el sector público y privado y la sociedad misma para volver a recuperar el status sanitario y que le permita a la Argentina volver a ingresar al mercado internacional con sus productos”.
Producción
Por su parte, Javier Prida, Presidente de la Camara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), señaló que “es una situación compleja” la que está atravesando nuestro país en materia de gripe aviar. “Si nos fijamos quienes traen la enfermedad son las aves silvestres. Al día de hoy tenemos solamente 4 casos positivos en ese tipo de aves, de los 59 denunciados como positivos. Tenemos 5 en comerciales y el resto en traspatio. Evidentemente el gran problema está ahí y es algo que venimos denunciando desde hace más de 5 años y principalmente en los últimos 3 años desde que empezó la Pandemia, donde hubo muchas políticas provinciales y nacionales de ayuda a la gente entregándoles aves para que tengan su auto producción y para su auto consumo. Y no sabemos cómo llevan adelante el proceso de producción”, comentó.
Al respecto, la mayor preocupación está concentrada en la provincia de Córdoba, donde abundan los positivos en gallineros caseros, de patio o de auto consumo, donde prácticamente no existen los controles sanitarios. En ese sentido, el presidente de Capia dijo que ese sector escapó de los radares sanitarios. “En un avicultura tan comercial y tan tecnificada como tiene la Argentina, tanto en pollo como en huevo, todo lo anteriormente mencionado nos provoca a futuro un riesgo muy importante. Es por eso que le decíamos a las autoridades nacionales que no estamos en contra de que la gente tenga sus animales para su auto consumo, pero lo que necesitamos es que esté controlado y tengamos información sobre diferentes aspectos. Lamentablemente tuvimos razón, porque hoy el ave de traspatio en la Argentina y en su gran mayoría no tiene un control, y eso deriva en que pueden ser las que más propaguen la enfermedad a lo que son las aves comerciales”.
Además, Prida comentó que mediante el aporte de un matemático la entidad logró diseñar un mapa para determinar cómo se va moviendo la enfermedad. “Nosotros empezamos con el primer caso en Jujuy, después empezó a estar en Córdoba, y de repente bajó a Neuquén, luego saltó a Mar del Plata, y los casos se seguían multiplicando en Santa Fe. Se formó una especie de triángulo y nos hizo mucha base en lo que es el Valle de Río Negro y Neuquén, donde entró a comerciales. Y es ahí y en Buenos Aires donde la enfermedad está muy presente en el sistema comercial. Lo que a mi me está preocupando mucho es que la enfermedad se está moviendo en la provincia de Buenos Aires y está muy cerca de la Capital Federal. Y si llega a los centros comerciales, provocará un gran daño que no lo vamos a poder mensurar. Además, afortunadamente hasta el momento en la provincia más productora de carne aviar, como Entre Ríos, todavía no llegó la enfermedad”.
También Prida advirtió que la enfermedad provocó “pérdidas millonarias”. Y agregó: “En dos establecimientos de Río Negro, uno de pollos y el otro de huevos, entre animales y lucro cesante se perdieron alrededor de 800 millones de pesos. Imaginate si esto pasa en Ecuador que la enfermedad llegó al 12% de la población comercial o en Estados Unidos que alcanzó al 17% de la población comercial y a nosotros no nos llegó al 2%. Hay que imaginarse cuando lleguemos a un 5%. Estamos complicados, pero afortunadamente el Senasa está trabajando muy bien y de manera impecable. Tenemos la suerte que la inteligencia de la presidenta del Senasa, Diana Guillén, puso a cargo de todo este operativo y comité de crisis a Rodolfo Acerbi, vicepresidente del Senasa, quien fue el manejó el último brote de aftosa hace muchos años en el país, y que es un profesional muy reconocido en la Argentina y el mundo”.
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