Un informe realizado por la Coordinadora de Entidades Productivas (CEP) de Corrientes estimó que hasta el pasado 20 de febrero las pérdidas por sequía en la mencionada provincia alcanzan los $130.444 millones. El relevamiento contempló la situación de las principales cadenas productivas: arroz, citricultura, forestación, yerba mate, y ganadería.
A la ausencia de precipitaciones que enfrenta la provincia, se suman los incendios. Según el Grupo de trabajo de Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Centro Regional Corrientes, hasta el 20 de febrero de este año, se quemaron 100.566 hectáreas, que representan el 1,13% del territorio provincial. El 91% de la superficie identificada corresponde a esteros, bañados y malezales con 90.161 hectáreas y el Departamento provincial que registró la mayor superficie quemada fue Ituzaingó.
En relación al informe de pérdidas económicas, la forestación es la actividad más afectada. Corrientes tiene una superficie de 550.000 hectáreas de bosques implantados, donde un 70% es pino y el 30% restante eucaliptus, siendo la primer provincia en superficie nacional. En un contexto donde por tercer año consecutivo afecta el déficit hídrico, las pérdidas económicas del presente período alcanzan los $52.700 millones, sin considerar afectaciones acumuladas de años anteriores. Además, las pérdidas maderables suman un total de $ 49.600 millones, teniendo en cuenta pérdidas por incendios de $1.200 millones, de mortandad de plantas por stress de $40.400 millones y por disminución de crecimiento de $8 mil millones.
Además, las entidades que realizaron el relevamiento advirtieron sobre “el grado de afectación de las forestaciones en la provincia. Las superficies de forestaciones incendiadas de este año más la superficie que muestran algún daño por sequía (35.045 hectáreas, según informe INTA), representa el 8% de la superficie forestal provincial. Si incluimos la superficie afectada en el período anterior, acumulan el 14% de dicho total. En el futuro cercano no se perciben un escenario climático alentador, por lo que probablemente esta situación se agravará. Este fenómeno no es circunstancial y en consecuencia se deberá asumir la responsabilidad, tanto desde los organismos públicos como privados, de proponer medidas para poder adaptarnos a este nuevo escenario”.
La segunda actividad más afectada por la sequía, es la ganadería. Corrientes actualmente pose 4.630.000 cabezas aproximadamente y representa el 4to stock nacional, después de Buenos Aires, Santa Fe, y Córdoba. Ante el avance de la sequía, se calcula que hasta el momento la producción de carne cae en 60.000 millones de kilos, que a un valor de 430 pesos el kilos, el impacto económico ronda los $26.000 millones. A eso hay que sumarle, $11.100 millones de pérdidas por la mortandad de animales, que se calcula en 96.600 cabezas. En total, son $ 37.100 millones que el sector pierde por la situación climática adversa.
Otras actividades
Por otro lado, en la producción de arroz, el informe sostiene que considerando que a la fecha de cierre del mismo la cosecha alcanzó el 20% del área, el sector no está en condiciones de realizar una cuantificación precisa de las mermas productivas y económicas. Sin embargo, en base a datos de manera preliminar se proyecta una caída en la producción de 471.000 toneladas, que multiplicado por un precio estimativo de la tonelada en $50.000, arroja un total de $23.550 millones que estarán ausente en la economía provincial.
En citricultura, Corrientes posee 30.000 hectáreas de citrus que están divididas en dos cuencas: Una es la zona de Bella Vista, Concepción y Mburucuya, con aproximadamente unas 9.000 hectáreas, mayormente de limón, y la otra zona es la de Monte Caseros y Mocoreta, con una superficie que ronda las 21.000 hectáreas, y una fuerte presencia del citrus dulce. En la primera zona se calcula un 60% menos de producción y una afectación económica de $ 2.500 millones, mientras que en la segunda se perderán unas 250.000 toneladas de fruta, que representan $ 12.500 millones de pérdidas en términos económicos.
Por último, el sector de la yerba mate planteó que “la situación climática es más grave que la del año anterior”, donde la sequía sigue evolucionando y las precipitaciones no aparecen en volumen y distribución homogénea. Debido a ello, hace 3 años que los productores vienen invirtiendo en nuevas plantaciones, reposiciones e incremento de densidad, pero hasta la fecha en general las pérdidas llegan en algunos casos hasta el 80% de la inversión, lo cual desalienta seguir realizando las mismas, estimándose como promedio una pérdida para este año del 50 % respecto a nuevas plantaciones o reposiciones realizadas en 2022.
A todo esto, las estimaciones de producción para el presente año son de una caída de la misma mayor al año anterior, que rondaría entre un 30 y 40 %, que en kilos significarían unos 30 millones de kilos menos. Y esa pérdida en términos económicos sería de $2.100 millones. “No puede dejar de mencionarse que en este escenario, la producción estimada de hoja verde para 2023 sería cercana al 50 % del histórico anual de producción de la Provincia de Corrientes, cuestión que no solo va a afectar al sector primario, sino que va a repercutir en toda la cadena yerbatera correntina”, expresaron desde el CEP.
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