Sequía sin fin: el campo espera nuevas lluvias que eviten que la producción siga desmoronándose

La soja y el maíz, en etapa de definición de rendimiento, necesitan agua en los próximos días para detener los recortes de producción. Las precipitaciones podrían llegar este domingo

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La sequía sigue complicando al campo
La sequía sigue complicando al campo

Durante la última semana, las principales Bolsas del país y el Departamento de Agricultura de EEUUU (USDA) recortaron las estimaciones de producción de soja y maíz argentinos y reencendieron alarmas. Las proyecciones de la oleaginosa hoy se ubican entre 41y 34,5 millones de toneladas y las del cereal entre 37 y 42,5 millones. Las últimas lluvias ayudaron a detener en parte el deterioro de los cultivos y es vital que haya nuevas precipitaciones para que la producción no siga cayendo.

“El mantenimiento de las actuales proyecciones está sujeta a las lluvias que puedan relevarse durante lo que resta de febrero”, sostuvo Martín López, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), a Infobae. “De no contar con precipitaciones suficientes para solventar la demanda evapo-transpirativa, podrían bajar aún más los rindes potenciales en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires”, advirtió el especialista. El señalamiento importa en especial a los cuadros de soja de segunda que poseen condición del cultivo regular a mala.

Lo cierto es que el campo espera con ansias nuevas precipitaciones en el corto plazo. Una gran parte de la soja y el maíz sembrados están en plena etapa de definición de rendimiento. En el caso de la oleaginosa hoy el 41% de los cuadros transita el período crítico a nivel nacional, pero en la regiones denominadas núcleo sur y norte, dónde más se necesita el agua, el porcentaje es de 70%. “En cuanto a tiempos, hay entre 10 y 15 días para recibir agua y que los potenciales de rinde no sigan bajando”, aclaró López.

Las “lluvias dispersas” de las últimas semanas permitieron “atenuar el deterioro del cultivo”, pero no permitieron una adecuada recarga de los perfiles, dijo López. Teniendo en cuenta la ola de calor que se está viviendo, la condición hídrica del 61% de los cuadros de soja se encuentra entre regular y sequía, mientras que en el 48% la condición del cultivos es entre regular y mala.

En lo que es maíz, ya el 50 % está en periodo crítico. Según López, el cereal “tiene una buena condición hídrica, pero necesita tener un febrero con lluvias cercanas al promedio para mantener la expectativa de rinde en Córdoba, San Luis, La Pampa y oeste de Buenos Aires”.

Y en cuanto al maíz temprano, el especialista destacó que la incipiente cosecha “viene muy mal: los primeros rindes que se registraron está semana andan en 35-45 quintales por hectárea (qq/ha). La mejora en la humedad ya llegó tarde”. En el caso de este cereal, la situación es heterogénea: depende de la zona. Por ejemplo, el centro-norte de Santa Fe, núcleo norte y centro-este de Entre Ríos son las regiones más afectadas por el estrés termo-hídrico y el 76,2 % de los cuadros presenta condiciones entre regulares y malas. Pero en la provincia de Córdoba el 83,3 % de los cuadros presenta una condición entre normal y buena.

Lluvias

Las lluvias que esperan los cultivos podrían llegar en los próximos días. Con la ola de calor que afecta a gran parte del país, se producirían precipitaciones entre el domingo y el martes, según la región. “En todo ese periodo se podría tener inestabilidad y algunas tormentas asociadas a una rotación de los vientos hacia el sur, lo que va a traer un alivio en las temperatura”, dijo el meteorólogo, Leonardo De Benedictis, quien también avisó que esto no indica que “vaya a tener gran caudal de agua”.

Según puntualizó, las precipitaciones se podrían dar en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y Cuyo, mientras llegando al martes e inclusive el miércoles, las mismas podrían darse en la región norte del país, cómo en la provincia de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, norte de Santa Fe y Santiago del Estero.

No obstante, De Benedictis fue tajante en su definición de que todavía Argentina “atraviesa un proceso de “sequía de manera contundente” y agregó que “si bien hubo algunos sectores que mejoraron un poco”, como puede ser La Pampa, oeste de Buenos Aires y algunos puntos de Córdoba, “en Santa Fe, Entre Ríos, noreste de Buenos Aires y Corrientes están en una sequía muy intensa”.

“Hay zonas en las que las lluvias permitieron llevar adelante la campaña y ayudaron al desarrollo de los cultivos, pero el problema más grande es que están llegando en un momento donde los cultivos han evolucionado y están en un nivel en la que generó esa pérdida potencial. Ahora a lo que ayudaron estas últimas lluvias fue a detener ese desmejoramiento a los lugares a los que llegó el agua”, dijo el especialista.

“Para las próximas seis o siete semanas existe una tendencia de que vaya mejorando el nivel de precipitaciones” (De Benedictis)

Para el mediano plazo, De Benedictis pronosticó para las próximas seis o siete semanas existe “una tendencia de que vaya mejorando el nivel precipitaciones de manera generalizada, pero llega de manera muy tardía. Esperamos un escenario neutral, donde no estaríamos bajo la influencia de La Niña y tampoco de un Niño. Esto no garantiza tener un gran caudal de agua, pero si tiende a normalizar las precipitaciones”.

Pérdidas

Para la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), las exportaciones del sector podrían caer en torno a USD 13.000 millones respecto al año pasado, aunque también, el economista jefe de la institución, David Miazzo, prevé que ese monto puede escalar hasta los USD 15.000 millones.

Ese abultado menor ingreso de divisas impactará de lleno en la economía argentina. “Si en 2022 con récord en las exportaciones del agro y a nivel país tuvimos presiones cambiarias y las reservas del Banco Central (BCRA) solamente llegaron a fin de año gracias a dos ediciones del dólar soja, este año, cuando pueden faltar hasta USD 15.000 millones, las presiones cambiarias podrían estar mucho más presentes a lo largo del año”, dijo Miazzo a Infobae.

Proyecciones para la actual campaña de soja. (Bolsa de Cereales de Buenos Aires)
Proyecciones para la actual campaña de soja. (Bolsa de Cereales de Buenos Aires)

Esto conllevará a que sea “muy difícil para el BCRA mantener las reservas internacionales estabilizadas. La pérdida de reservas se puede pausar en mayo, junio y julio, pero en agosto volver a suceder, porque se suma el condimento de las elecciones, donde muy probablemente muchos productores decidan retrasar el ritmo de venta de soja esperando a un cambio de gobierno”.

También previó que la sequía “le va a sacar entre dos y tres puntos al PBI, por lo que tranquilamente la economía puede entrar en recesión. Ya se esperaba apenas un 1% de crecimiento y sacándole dos o tres puntos puede entrar en recesión”, al mismo tiempo que se reduzca la recaudación tributaria del Estado en concepto de derechos de exportación solo por soja en USD 2.000 millones.

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