“Trimestre flaco”: prevén USD 1.000 millones menos al mes de exportación de granos por falta de trigo

Declaraciones del presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales, Gustavo Idígoras. El panorama de los mercados interno e internacional

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Aseguran que en los primeros meses del 2023 estará complicado el movimiento exportador de granos (Télam)
Aseguran que en los primeros meses del 2023 estará complicado el movimiento exportador de granos (Télam)

La sequía que afecta a gran parte del campo empieza a dar las primeras señales del impacto económico que sufrirá el país durante 2023 por una menor producción. Las lluvias de las últimas semanas están llevando algo de alivio al agro, pero los primeros resultados de liquidación de divisas de enero son preocupantes: según la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), durante el primer mes del año el sector exportador ingresó USD 929 millones, lo que implicó una merma interanual del 61% y del 75% respecto a diciembre último.

En diálogo con Infobae, el presidente de la entidad, Gustavo Idígoras expuso los factores de este pobre ingreso de dólares, que muy posiblemente siga así durante el primer trimestre del año. “La liquidación ha caído y era esperable. Esto es causado por dos variables: la primera es la fuerte sequía y en este sentido enero es el reflejo de la pérdida de 10 millones de toneladas de trigo”, dijo Idígoras.

El dirigente estimó que de 9 millones de toneladas que se esperaban exportar en un principio durante enero, febrero y marzo, “seguramente se concrete un cuarto de esos embarques y eso significa USD 1.000 millones por mes que no se van a hacer”, a lo que hay que sumarle el seguro faltante de maíz temprano que habrá en marzo, lo cual podría agudizar la caída.

De 9 millones de toneladas que se esperaban exportar en un principio durante enero, febrero y marzo, “seguramente se concrete un cuarto (Idígoras)

Pero también Idígoras afirma que los efectos de la segunda edición del “dólar soja” repercute e incidirá en el nivel de ingresos de divisas. “El productor anticipa ventas por un mejor precio sabiendo que más adelante no va a tener eso y eso sucedió con las ventas de enero, febrero y marzo. Cuando se cerró el programa (dólar soja) en diciembre, yo dije que se había acabado el stock de esta campaña, dando a entender que en el primer trimestre íbamos a tener un bajo ritmo de ventas de los productores, cuestión que efectivamente está pasando”, agregó el titular de Ciara-CEC, quien sumó los efectos distorsivos sobre el mercado de maíz con una considerable merma en el ritmo de ventas.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC

Por eso, Idígoras afirmó que “va a ser un trimestre flaco” en lo que concierne a exportaciones y liquidación de divisas, pero también va a significar un aumento en los costos de la industria y logística exportadora. “En estos meses va a haber reprogramación de exportaciones y eso implica que los puertos van a aumentar su capacidad ociosa. Así, los márgenes de la industria van a profundizar su signo negativo con el correr del trimestre”, señaló.

Para el presidente de Ciara-Cec, “la única expectativa que tenemos es que se normalice el régimen de lluvias, que mejore la performance del maíz y soja de segunda y tengamos a partir de mayo y junio una mejora de la situación. No obstante, esperamos un año que no tendrá ningún tipo de récord y, si bien los precios internacionales acompañan, no pueden suplir la tremenda caída de la producción”.

Anticipo de operaciones

Como dijo Idígoras anteriormente, el denominado “dólar soja”, que durante septiembre y diciembre significó la aplicación de un tipo de cambio diferencial de $200 y $230 por dólar respectivamente para el complejo sojero en pos de incentivar la liquidación de stock de la oleaginosa y de las divisas, fue otra de las causas del pobre ingreso de dólares durante enero por parte del sector exportador, pero también funciona como un elemento distorsionador del mercado.

“Hoy el mercado es anormal por el efecto de la sequía, pero también el dólar soja generó eso. En esta época el maíz debería fluir y no lo está haciendo, no solo por la falta de lluvias sino porque los productores tienen capacidad financiera para stockearlo por lo obtenido en ese régimen especial”, al mismo tiempo que se genera una “expectativa natural” en el productor de que “se vuelva a poner en marcha el programa”, contó Idígoras.

Durante el 2022 el complejo sojero accedió en dos oportunidades a un tipo de cambio diferencial que dispuso el Gobierno
Durante el 2022 el complejo sojero accedió en dos oportunidades a un tipo de cambio diferencial que dispuso el Gobierno

Es por esto que sostiene que “estas ventanas como el dólar soja no deberían proseguir en el futuro, porque alteran mucho las condiciones del mercado, sobre todo la de aquellos granos que no están beneficiados. Hoy Argentina se está transformando en una especie de temporada alta de soja y derivados y en el resto de los granos estamos desapareciendo. El dólar soja fue una necesidad, pero no debería ser una rutina y en caso de que siga en el futuro se tendría que pensar que todo el complejo cerealero y oleaginoso debería tener una condición especial por un tiempo determinado”.

Mercados

Ante el complejo escenario que plantea la sequía, lo que suceda en los mercados será central no solamente para el devenir de la producción, sino también para la economía argentina.

Según el analista Carlos Etchepare, el mercado internacional y el local pueden llegar a ir por caminos separados “por la posible intervención del Gobierno y por la seca, que hace que tengamos un volumen muy inferior al que se presuponía, por lo que la exportación va a tener menos gravitación en la conformación del precio, a excepción de la soja, que se despacha al exterior en un 80 por ciento”.

Hay una oferta importante, con la gran cosecha de soja y maíz de Brasil comercializándose y a la espera de la siembra estadounidense, que contaría con buen clima (Etchepare)

En lo que respecta al mercado internacional, Etchepare prevé que esté “tranquilo, con precios tendientes a la baja”. Entre las principales razones se destacan que “hay una oferta importante, con la gran cosecha de soja y maíz de Brasil comercializándose y a la espera de la siembra estadounidense, que contaría con buen clima.”

“A esto hay que sumarle la demanda, que sería tranquila por la situación económica mundial y, en el caso de la soja, porque, si bien no hay mucha información sobre China, su economía estaría creciendo menos y está queriendo reestructurar sus niveles de consumo de la oleaginosa buscando reemplazos y alternativas para no depender tanto del mercado mundial. Eso puede llevar a que China frene su crecimiento en el mercado de soja”, dijo el especialista.

La importante oferta de granos a nivel mundial, viene de la mano de una gran cosecha de soja y maíz en Brasil
La importante oferta de granos a nivel mundial, viene de la mano de una gran cosecha de soja y maíz en Brasil

Por su parte, Etchepare ve un mercado local “firme”, marcado por la menor cantidad de granos producto de la sequía, la posibilidad de que se produzca retención de mercadería por parte de los productores y una mayor intervención del Gobierno en el marco de un año electoral, donde el comportamiento de la inflación puede sellar la suerte del oficialismo.

“En un año electoral hay que ver hasta dónde se profundiza la intervención del gobierno en maíz y trigo, lo cual puede distorsionar todo y seguramente también aparezca un nuevo dólar soja “, dijo el especialista. Asimismo, planteó la posibilidad de que se dé un proceso de retención por parte de los productores “muy grande” sumado a que “va a haber escasez de mercadería, lo cual genera que, más allá de que haya un mercado internacional tranquilo, a nivel local va a haber un mercado muy firme y sólido”.

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