Dos informes elaborados por especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) presentaron un nuevo panorama sobre el impacto negativo de la sequía en la actividad agropecuaria del país. Por un lado, las exportaciones del complejo sojero perderían cerca de USD 4.500 millones, y por el otro en relación a la ganadería, casi el 50% del stock vacuno se encuentra en problemas por la ausencia de precipitaciones.
En relación a las exportaciones de soja, la actual campaña de la oleaginosa atravesada por la sequía, se convertiría en la cuarta consecutiva donde se presentan recortes en producción y rendimientos de la misma. El avance del fenómeno climático “La Niña”, que representa lluvias por debajo de lo normal, significó un obstáculo para que se avance con la siembra en muchos lotes, y que han tenido que abandonarse para la producción. En estos momentos, donde la siembra de los cultivos de soja y maíz están ingresando en la recta final, se observa una merma en la superficie sembrada, algo que no sucede desde hace años.
A partir de este panorama productivo, pero también con la mirada puesta en el resultado de la campaña de soja en otros países de Sudamérica, el informe de la BCR planteó que el el crush de soja (considerando solamente la extracción por solvente) se recorta en 1.000.000 de toneladas y pasa de 37 millones a cerca de 36 millones de toneladas. “No obstante, se descuenta que este número sufrirá nuevas correcciones a la baja en el futuro”, explicaron los técnicos de la entidad.
De esta manera, las perspectivas de procesamiento de soja aspiran a mostrar uno de los números más bajos de la década, cerca de los 35,4 millones de toneladas de la campaña 2017/18, aunque todavía con distancia de las 30,2 millones de toneladas de la campaña 2011/12. En este contexto de escasez de oferta de poroto de soja y con menor procesamiento, la Bolsa de Rosario proyecta que las exportaciones del complejo sojero registren una caída de un 9,5% en cantidades, cerca de 3,6 millones de toneladas.
Además, el informe sostiene que con el panorama de precios se podría dar cuenta de menores valores de exportación para el poroto, aceite y biodiésel de soja. Y con este contexto y de confirmarse el panorama que presentó la BCR, se estima que la comercialización de soja al mundo medida en dólares podría caer un 20% en relación al ciclo anterior, presentando un recorte exportador cercano a los USD 4.500 millones.
Ganadería
La ganadería es otra de las actividades más complicadas por los efectos de la falta de precipitaciones. El informe de la BCR precisa que actualmente las provincias que se encuentran con una mayor proporción de la condición “sequía extrema a excepcional”, son Chaco (58%), Salta (46%), Santiago del Estero (37%), Formosa (33%) y Jujuy (23%). Pero también se menciona la problemática de ausencia de lluvias que enfrentan distritos del área central del país, como Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires con más del 50% del territorio provincial afectado.
Además, se mencionó que las provincias del área central del país, sumada Córdoba, concentran el 65% del rodeo vacuno nacional y son determinantes en los diferentes índices que registran, como preñez, destete o incluso mortandad, a nivel país. Por otro lado, se recordó que Buenos Aires concentra cerca de 10 millones de animales bajo áreas afectadas, una cifra semejante se encuentra localizada entre las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba mientras que algo más de 6 millones de animales son los que actualmente están sufriendo las peores condiciones de sequía en las provincias del noroeste y noreste del país.
A partir de esta situación, la Bolsa de Comercio de Rosario está proyectando que a nivel nacional el 48% del stock ganadero se encuentra en zonas afectadas por la sequía, lo que representa unos 26 millones de cabezas que se encuentran bajo riesgo. A pesar que los efectos que dejará la sequía son de difícil de calcular puesto que la fase “La Niña” aún no finalizó, los especialistas que elaboraron el informe sostienen que “hoy se están viendo reflejados zonalmente una mayor mortandad de animales, que podrían terminar incidiendo de manera más significativa en los índices a nivel país. Solo a modo de referencia, tan solo 1 punto adicional sobre la tasa promedio de mortandad de animales (2,0% a 2,5% anual), implicaría unos 500 mil animales menos en el stock”.
Y agregaron: “Lamentablemente, ante este escenario de escasez generalizada de recursos forrajeros, la forma de minimizar la mortandad de animales, especialmente de las vacas recién paridas, es anticipar los destetes, impacto que se podría estimar en unos 20 a 30 kilos menos por ternero logrado. Otra de las vías para intentar acotar la pérdida es enviar a faena toda la hacienda flaca con escasa posibilidad de supervivencia, algo que también reduce la cantidad de kilos de carne que se estarían dejando de incorporar”-
Por último, se remarcó que “cualquiera sea el paliativo que intente aplicarse ante esta desesperante situación, el impacto a nivel productivo resulta inevitable con daños que se irán ponderando a medida que esta hacienda vaya llegando al mercado, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo”.
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