“Es desastroso todo esto”: testimonios de todo el país reflejan el drama de la sequía

Sin pronósticos de lluvias, la sequía sigue azotando los campos de Chaco y Entre Ríos, e incrementó el efecto de las heladas que se registraron meses atrás en la zona de Cuyo. Advierten sobre las pérdidas productivas y económicas

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La sequía afecta a más del 50% del país
La sequía afecta a más del 50% del país

La sequía continúa impiadosa en toda la Argentina. En provincias como Chaco y Entre Ríos, como en otros distritos, los productores están agotados. Falta agua potable para los animales y también no hay pasto verde por ningún lado. La hacienda está famélica y ni sombra se puede encontrar en pleno monte chaqueño o entrerriano, donde también se suceden pequeños focos de incendios, que son controlados con rapidez y esfuerzo de bomberos y productores.

Pero además, la sequía también golpeó con fuerza a la región de Cuyo, donde no logró atenuar las fuertes heladas que abrió paso a la declaración de desastre agropecuario para la producción vitivinícola en Mendoza y la frutícola y hortícola en San Juan. En las fincas mendocinas, se perdió entre el 25 al 30% de las uvas por heladas agravadas por la falta de agua.

En Chaco, Alberto Dansey, ganadero de La leonesa, del Departamento de Bermejo, aseguró a Infobae que para resistir la sequía los productores “no paran de golpear puertas” ante las autoridades nacionales y provinciales. Así ya lograron la promesa de la provincia de declarar a la brevedad el desastre agropecuario para la ganadería en toda la provincia y también la emergencia para la agricultura.

Es desastroso todo esto. Resulta difícil cumplir así con pagos de impuestos cuando se tiene que destinar plata para cavar pozos (en busca de agua). Para salir de esta crisis, habría que ofrecer subsidios para productores con menos de cien cabezas vacuna y dar créditos a tasa subsidiada para el resto. La situación en Chaco por la seca es desastrosa. Si no llueve en 10 o 15 días, no sabemos qué va a pasar. Hay agua solo para unos días. Esto puede ser un desastre. Nos vamos a quedar sin hacienda. La estamos peleando día a día”, explicó Dansey.

Alberto Dansey
Alberto Dansey

También en Chaco, como en Corrientes, y otras provincias del Litoral argentino, se están registrando pequeños focos de incendios, que rápidamente bomberos voluntarios y productores están apagando con buenos resultados. Al respecto, Dansey confirmó que “todos los días tenemos focos de incendios porque los pastos están muy secos. Ahí los productores hasta con sus máquinas agrícolas van a apagarlos. Son focos chicos, y se van controlando”.

Entre Ríos

En Entre Ríos, toda la provincia está afectada por la sequía. Además se registran altas temperaturas y mucho viento, con lo cual se erosionan los suelos de manera importante. Esto llevó a que el 90% de los maíces de primera cultivados, se encuentren en emergencia. Así lo manifestó el productor Edgardo Barzola, productor agropecuario de San Lucas González, en el Departamento de Nogoyá, quien perdió lotes sembrados con soja y maíz.

“La planta envejece y no crece. Sin agua en el perfil de los suelos, estamos complicados. En Entre Ríos, la media entre septiembre y diciembre es de 430 milímetros, y sólo llovió 137 milímetros. La provincia está muy complicada. Para recargar perfiles, deben caer 100 milímetros”, dijo el productor a Infobae.

Además, precisó que por tal motivo se perdieron muchos lotes de maíz, los cuales pasaron a convertirse en rollos o directamente al picado. Algo similar sucedió en otras zonas alcanzadas por la sequía. “Tampoco se pudo sembrar lo que se esperaba para maíz de segunda. La previsión era implantar 70 mil hectáreas, y de esta superficie se cubrió muy poco, según datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos. No es bueno el panorama a futuro”, agregó Barzola.

Edgardo Barzola
Edgardo Barzola

Por otro lado, el productor expresó su preocupación por la situación de las altas temperaturas, y también advirtió sobre los problemas de calidad y tamaño que hay en la producción de naranjas y mandarinas que se están cosechando, y a lo que se agregó la pérdida de muchas hortícolas y de producción de forrajes.

Heladas en Mendoza y San Juan

En Mendoza, la sequía también trajo serios problemas para atenuar las heladas, factor climático que provocó la pérdida de entre un 25 al 30% de la actual cosecha de uvas en esta provincia. También en San Juan, las heladas dejaron grandes pérdidas en la producción de otras frutas y productos de huerta. Por ello, los productores afectados reclaman créditos blandos para que no se produzca un quiebre en la actividad para aquellos que no tendrán ingresos por cosecha.

Marcelo Federici, productor vitivinícola en San Martín, ponderó la declaración de emergencia y desastre agropecuario para buena parte de Mendoza, tras verse afectada por heladas. Se trata de una medida que fue adoptada por el Ministerio de Economía y que rige del 31 de diciembre de 2022 hasta el 31 de marzo de 2024.

“Es importante contar con la declaración de emergencia y desastre en Mendoza para el sector vitivinícola afectado por heladas durante el 2022. Es imprescindible para poder retrasar pago de créditos u obligaciones fiscales, entre otros beneficios. En una segunda etapa, permite gestionar políticamente, ayudas a través de créditos blandos, o subsidios, que puede obtener el productor para mantener con vida su producción en un año en el que no tendrá ingresos”, dijo Federici.

Marcelo Federici
Marcelo Federici

Además, precisó que “en el sector vitivinícola se hizo un relevamiento importante en el sur de Mendoza, donde se llegó a perder el 60% de la producción de uvas, y en zona este, Valle de Uco y también norte, se habla de una pérdida del 35%. En el orden general, en la provincia, la producción vitivinícola podría registrar pérdidas de un 25% por las heladas, a lo que se le suma la sequía. Esto también afectó a San Juan, en menor medida en su vitivinicultura, pero sí con muchos daños en frutas y horticultura”.

Consultado por su situación personal ante la crisis climática que vivió la región cuyana, Federici explicó que el emprendimiento de su familia en San Martín tuvo un daño del 90% por heladas. “Por suerte en la otra finca fue del 10% la pérdida. Así esperamos perder solo entre un 30 al 35%”, agregó.

“La sequía también incrementa los riesgos de afectación que propinaron las heladas, ya que aseguró que con un nivel mayor de agua, obtenida a través del deshielo que proviene de las nieves de la Cordillera, se puede incrementar las labores para ‘asentar debidamente los viñedos. Es decir, limpiar y mejorar las viñas. Así la pérdida por helada es menor. Pero con la sequía, como la que registramos en los últimos cuatro años, se ha potenciado el daño que tuvimos con las últimas heladas”, cerró el productor mendocino.

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