El largo plazo es un concepto central de la agricultura, sobre todo de aquellas actividades pertenecientes a las economías regionales, donde los procesos productivos pueden extenderse por años hasta conseguir los resultados buscados y obtener las primeras cosechas o zafras. Por eso, el tiempo se vuelve un bien sumamente preciado, y eso Abel Pintos lo entiende a la perfección.
El exitoso músico que hoy se erige como uno de los principales artistas de nuestro país, encabeza un proyecto impulsado por su productora Plan Divino en la ciudad bonaerense de Mercedes, donde implantaron el año pasado 1.000 plantas de nuez pecán, con la finalidad no solamente que es la obtención del fruto, sino también encarar una producción agrícola más sustentable. “Estoy queriendo aprender más. Lo estoy descubriendo. Esta búsqueda no es de hace muchos años, sino que tiene poco tiempo y es algo que me apasiona. No invertimos solamente los recursos que yo gano con la música u otros compañeros con los medios, etcétera. Ponemos mucho el cuerpo. Entonces, necesitamos interiorizarnos”, dijo el cantante en las últimas horas durante un recorrido por Entre Ríos.
Y el tiempo que llevará poder ver las primeras nueces y obtener cosechas de magnitud es algo que Pintos ya tiene en claro y por eso remarca tanto la importancia de este concepto. “Valoro mucho el tiempo de todos. Un profesor de canto, cuando era niño, me dijo que lo más caro de las personas era el tiempo y cuando yo faltaba a las clases me retaba por haber perdido su tiempo y el mío. Estas cosas, de tener un campo y plantar va llevar mucho tiempo hasta que veamos los frutos” les dijo Abel Pintos a sus compañeros de proyecto hace un año atrás cuando sembraron los plantines.
Juan Pablo Pasini trabaja en el vivero Santa María de la localidad entrerriana de Concordia, establecimiento que fue el encargado no solamente de darle a Plan Divino las plantas, sino que también los asesoró para llevar adelante el proceso. Según señaló a Infobae, la idea de llevar adelante una explotación de nuez pecán fue “pura y exclusivamente de los chicos y allí empezamos el diálogo como vivero y recomendando los pasos a hacer. Ellos ya tenían coordinadas unas pequeñas cosas, de cómo iba a comenzar y cómo iba a ser. Ya tenían diagramado el circuito productivo. Nosotros, como vivero, aportamos no solo el material genético, sino también alguna sapiencia de años”.
“Desde que se inició la relación y empezamos a gestar esto hubo un acompañamiento de gente maravillosa con una muy buena organización que intenta cambiar a un cultivo más sustentable en el tiempo, más arbóreo, gestando un cambio productivo”, marcó Pasini, quien puntualizó que el vivero que tiene más de 80 años de existencia comenzó a trabajar con la nuez pecán en 2004 cuando se realizó un convenio con el INTA de vinculación tecnológica, en lo que fue un “trabajo lento y paulatino”.
Volviendo al proyecto impulsado por Abel Pintos, Pasini sostuvo que tras los primeros contactos con ellos, “esto confluye en un proyecto a largo plazo que se dio el año pasado cuando se comenzaron a implantar 1.000 árboles en Mercedes, en un proyecto muy bien coordinado y dirigido. Ahora está en pleno proceso de crecimiento. Lo más importante es que esta gente que está desarrollando este cultivo nos visitó para saber más sobre el mismo y ver el vivero, lo que fue una enorme satisfacción”.
Pero como se dijo en un principio,ver los frutos de este emprendimiento llevará años. “La primera cosecha, haciendo bien las cosas, se da 5 años después de sembrarse con las primeras nueces, obteniendo los primeros kilos. Después, en 8 a 10 años se obtienen las primeras tonales y de ahí en adelante, ya llegando a los 15 años, se da la mayor producción con 2 a 2,5 toneladas por hectáreas”.
Visita
Durante el fin de semana, Abel Pintos visitó el vivero que suplió al proyecto de los plantines, en un espacio de tiempo que pudo hacer antes de continuar con su gira y tocar esa misma noche en Gualeguaychú. “Ayer mi día descanso fue de aprendizaje y oración. Tuve la oportunidad de pasar el día en el Vivero Santa María de la familia Pellichero, que desde La Criolla, en Entre Ríos, nos hacen llegar las plantas de nuez Pecán que sembramos y cuidamos en Mercedes, alimentando así el sueño que compartimos quienes formamos Plan Divino”, comentó el músico.
Desde su cuenta oficial de Facebook, Pintos relató que pudo conocer “más detalles de los cuidados, el origen, las variedades, las propiedades y mucho más de esta planta y un poco también de plantas de distintos cítricos. Mi mente se hinchó de conocimiento y mi corazón de bendiciones en forma de oración de gratitud. Fue, sencillamente, maravilloso”.
“Gracias a Dios por estos momentos y estas puertas que se abren ante nosotros. Gracias a la generosidad de quienes nos recibieron con amabilidad y nos transmitieron su sabiduría, fruto de tantos años de trabajo y dedicación. Los abrazo fuerte, les deseo un hermoso y bendecido domingo y, a muchos de acá, de la zona, los veo esta noche en Gualeguaychú. Nos vemos en la música”, concluyó el posteo del artista.
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