Con el comienzo de 2023 Argentina ingresó en un año electoral donde la ciudadanía deberán elegir cargos ejecutivos, como el de Presidente y legislativos, por lo que se asume que la arena política no estará tranquila. Oficialismo y oposición deberán presentar sus candidatos, que tendrán que ser validados en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en agosto, para después dirimir la elección definitiva en noviembre.
Si bien todavía no se sabe con certeza quiénes serán los candidatos del gobernante Frente de Todos (FdT) y del principal frente opositor Juntos por el Cambio (JxC), a priori las dos fuerzas con mayores posibilidades de ganar la contienda electoral, la dirigencia agropecuaria y agroindustrial se apresta a aprovechar la apertura de los políticos en estas ocasiones para hacerles conocer no solo sus necesidades y reclamos, sino también sus planes y proyectos para potenciar al sector.
Esto ocurrirá en un escenario productivo por demás complejo, con una feroz y persistente sequía que afectó al grueso de las actividades agropecuarias y golpeó de lleno el ingreso de divisas, vitales para la economía argentina. Es por eso que seguramente emprenderá los encuentros con los eventuales candidatos una vez que se definan con pedidos de medidas urgentes y concretas y tratando de evitar que quede todo en la clásica foto política en tiempos electorales.
Los reclamos del campo ya son conocidos y como generalmente no encuentran eco ni en el Gobierno ni en la oposición, serán reiterados: baja de la presión impositiva, reglas de juego estables y previsibles, eliminación de la brecha cambiaria y unificación de los tipos de cambio, supresión de los derechos de exportación, desintervención de los mercados e incentivos para la producción, sobre todo en momentos donde el clima juega una mala pasada.
Marcar la cancha
Para el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, la función del sector será no solo acercar a los candidatos reclamos y propuestas del campo, sino también influir en las decisiones para con el agro que pueda tomar el próximo gobierno en 2024 y sortear el riesgo de que “sea solo una foto” que refuerce la campaña política.
“Por fin llega el año electoral, porque se pasaron en modo electoral todo 2022. Vamos a ver quiénes son los candidatos y sus intenciones. En esa situación, nosotros tenemos que ver cuánto de nuestro sector podemos poner en la política y así no tener que usar intérpretes sino que gente con mucho conocimiento pueda llevar adelante las gestiones sin tener que andar contándoles qué nos pasa”, explicó Achetoni a Infobae.
En esta línea, el dirigente rural planteó que “los políticos, en un año que va a haber una contienda, van a tener que escuchar y ojalá se pueda transmitir de la mejor forma de todas las gremiales lo que está necesitando el campo y el valor que tiene el sector”, y agregó que desde el agro deben “marcar la cancha en lo político, porque a la política también hay que decirle ‘hasta acá llegamos’, porque esperando a que ellos reaccionen y hagan las cosas bien, se nos está pasando el tiempo y muchos están saliendo del circuito productivo”.
“Hay que ver quién escucha y no solo muestre ser receptivo, sino que tenga las condiciones de cumplir. Es un buen momento para llevarle a todos los candidatos, ya sean a intendentes, gobernadores o a presidente, las propuestas, que algunas son reiteradas, pero que si se dignaron a hacernos caso, la situación de Argentina sería diferente”, agregó el representante de los pequeños y medianos productores.
Panorama enrarecido
Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Horacio Salaverri, este año electoral comienza con un “panorama político enrarecido” por el pedido del Presidente Alberto Fernández de iniciarle juicio político al presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, por lo cual el dirigente rural entiende que la primer parte de 2023 ese será el tema que centrará el interés político.
“El panorama político va a estar enrarecido. Son episodios de violencia institucional bastante delicados”, consideró Salaverri, para quien esta situación “genera un estado de zozobra más allá de que tenga o no los números para darle comienzo al juicio. Eso tiene un condimento que no vimos en años anteriores, que es descalificar a la Justicia en todo lo actuado”.
Pero más allá de ese conflicto coyuntural, Salaverri también sostiene que es necesario hacer un balance de los sucedido en materia política agropecuaria en los últimos dos períodos gubernamentales para poder confeccionar iniciativas para el sector. “Desde el campo podemos tomar como reflejo las actuaciones de los gobiernos de los últimos 8 años para ver con claridad los errores y aciertos que han tenido cada uno y cuál fue su mirada sobre el sector. En base a eso hay que trabajar muchísimo sobre el gobierno actual y las alternativas del poder”, comentó el dirigente.
Para el titular de Carbap, “tiene que haber distintas propuestas por parte de los candidatos. Desde la oposición todavía no está muy adecuada, pero sí los candidatos y en el caso del oficialismo que se pueda dar una cuestión totalmente diferente para 2024 no parecería algo muy lógico. La oportunidad del campo es machacar ante las necesidades y marcar los errores de las gestiones”.
Pero, por otro lado, Salaverri también habló de la necesidad de que haya más representantes del campo en la política, ya que entiende que “hoy nos faltan voces de representación. Yo no estoy viendo para esta época que podamos alcanzar esa situación, porque, por un lado, no hemos trabajado lo suficiente, y porque también vemos alianzas dirimiendo cargos codo a codo y se no le da lugar a que venga alguien que no sea de la política a participar”.
La foto
Para el presidente de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y referente del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), Alfredo Paseyro, es necesario concretar encuentros con los candidatos una vez que estén definidos para poder acercarles un plan de desarrollo agroindustrial que diseñaron diferentes cámaras y entidades del sector que establece políticas públicas de aquí a 10 años y trascender así la duración de los períodos gubernamentales.
“Como sector estamos trabajando dentro del CAA y elaboramos un plan con lineamientos en lo que es un concepto federal para la agroindustria, para crecer de manera inclusiva, que represente a todas las economías. Tenemos una visión a 10 años para poder abarcar dos periodos presidenciales. La agroindustria necesita previsibilidad y estabilidad. Tiene el consenso de todas las entidades que integran el CAA y estamos acercándolo a todos los actores de la sociedad. Pero todavía a la política no” hasta que no estén definidos los candidatos que van a participar de las contiendas electorales, indicó Paseyro.
Durante las reuniones, la expectativa de la agrupación de entidades y cámaras agroindustriales es “poder incidir en un futuro en las propuestas de los diferentes espacios políticos. Nuestra idea no es ir para la foto. Cuando lleguemos a aquellos que tengan la responsabilidad de ser candidatos nos podamos sentar, tener cuadros programáticos, poder conocer cuáles son las políticas que se proponen de los diferentes espacios, conocer los equipos técnicos y formar mesas de trabajo”.
Por último, Paseyro posee pocas expectativas sobre la posibilidad de que se trate y apruebe en sesiones extraordinarias la Ley de Fomento Agroindustrial, ya que va a preponderar el pedido de juicio político a Rosatti, al mismo tiempo que remarcó la importancia de que haya “una mayor participación directa del sector en la política”.
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