Sequía: exportadoras aseguraron que el ingreso de divisas será muy bajo durante el primer cuatrimestre del 2023

Así lo señaló el titular de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales. Complicado el panorama para los cultivos de invierno, y preocupación por los efectos del retraso en la siembra de soja y maíz

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Preocupación por el impacto de la sequía en el ingreso de divisas por las exportaciones del agro
Preocupación por el impacto de la sequía en el ingreso de divisas por las exportaciones del agro

A lo largo del 2022 el campo a pesar de las diferentes dificultades que tuvo que atravesar logró realizar un aporte récord de divisas por las exportaciones, que superaron los 40.000 millones de dólares. Sin embargo, el sector exportador advirtió que será complicado el primer cuatrimestre del nuevo año, como consecuencia de los efectos de la sequía.

Según la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), durante el último mes del año pasado las exportaciones agroindustriales aportaron casi 3.700 millones de dólares, cifra que reporta un incremento del 34% contra igual mes del año pasado tras la venta al exterior de más de 5 millones de toneladas de granos. A todo esto, hay que contemplar que mediante la segunda edición del dólar soja, se logró generar divisas por 3.155 millones de dólares, a un valor promocional de 230 pesos por dólar exportado.

Al respecto, Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, explicó a Infobae que la visión que tiene el sector oleaginoso y agro exportador es que a través del dólar soja 2 “el Gobierno nacional logró sus objetivos, los cuales eran básicamente incrementar divisas y aumentar ingreso fiscal. Esto le reportó más de 5 millones de toneladas de granos vendidos al exterior y consolidó un ingreso de divisas por más de 3.700 millones de dólares. Asimismo, de este monto, unos 3.155 millones de dólares correspondieron a la exportación de soja. Y debemos indicar que claramente la campaña de soja culminó con estas medidas, ya que no quedan más existencias oleaginosas en condiciones de ser comercializadas”.

Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC
Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC

Por otro lado, Idigoras reconoció que el dólar soja 2 “trajo aparejado una mejora en materia de la industrialización oleaginosa, ya que así se logró una reducción de la primarización. Sin duda esto fue uno de los principales puntos a rescatar para el sector durante la actividad que mantuvo en el mes de diciembre de 2022. Esto debido a que hubo un mayor registro de liquidaciones de harina y aceite de soja, algo que es fruto de la reducción que se constató en la carga tributaria del Complejo Sojero, y que puso en un sitio de igualdad de condición con el poroto de soja”.

Dificultades

Mientras tanto, para el sector exportador el 2023 se avizora como “muy complejo”, ya que la sequía que complicó a la producción de los cultivos de invierno, como trigo y cebada, y a las coberturas tempranas de la campaña gruesa, provocará que los habituales embarques, por caso de maíz, que se deben concretar entre marzo y mayo se vean afectados por la falta de lluvias. Al respecto, Idígoras comentó a este medio que “al menos, el primer cuatrimestre del 2023 será un período de muy bajo nivel de ingresos de divisas (por parte del sector agroindustrial) porque no hay mercadería para exportar”.

Allí, el referente de CIARA-CEC señaló que “la campaña de granos finos 2022-23 fue fuertemente impactada por la sequía, donde la falta de lluvias provocó la pérdida de más de 10 millones de toneladas de trigo, y un número importante de cebada. Esto redunda en una disminución sustancial de los embarques de trigo previstos para este año. Sin duda, esto impactará sobre el ingreso de divisas. En lo que hace a la campaña gruesa, el maíz temprano también recibió un fuerte golpe por la falta de lluvias, con una sequía que no dejó perfiles de humedad suficientes para promover la siembra de soja y maíz antes de concluir la ventana de siembra para las coberturas tempranas. Allí se vio una reducción importante de la superficie gruesa”.

Por último, Idígoras explicó que “así los embarques de maíz de los meses de marzo, abril y mayo serán afectados también por la sequía. Para la soja o maíz de segunda, habrá que ver como evoluciona el régimen de lluvias. Las últimas precipitaciones del 2022 parecen insuficientes para mejorar los perfiles, veremos su evolución. Apostemos a una evolución positiva pero seguro tendremos un año muy complejo”.

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