“El lado C del Agro”: siembra directa, captura de carbono y desafíos de la agricultura para los tiempos que vienen

Aapresid planteó los desafíos que vienen con la mirada puesta en el cambio climático y las consecuencias del ataque de Rusia a Ucrania

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Aapresid planteó los desafíos que tendrá en los próximos meses la agricultura, con la mirada puesta en el cambio climático y las consecuencias del ataque de Rusia a Ucrania
Aapresid planteó los desafíos que tendrá en los próximos meses la agricultura, con la mirada puesta en el cambio climático y las consecuencias del ataque de Rusia a Ucrania

El comercio mundial de alimentos tiene su lupa puesta en la producción agropecuaria en las distintas regiones productivas. La guerra en Ucrania puso en alerta a toda la logística y se fuerzan los sistemas de abastecimiento de granos, carne y alimentos para atenuar cuestiones como el cambio climático.

El tema fue largamente analizado en la última Conferencia Mundial de Naciones Unidas por el Cambio Climático, conocida como COP27, realizada en noviembre pasado en Egipto, donde los temas vinculados a la agricultura se evaluaron en detalle y con consultas a organizaciones como la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). No solo se debatieron temas como el financiamiento, sino también cómo profundizar los esfuerzos de mitigación en el sector agrícola.

Uno de los grandes desafíos es producir alimentos, fibras y bioenergías con menor huella de carbono a través de modelos de Agricultura de Conservación

Sin duda, la necesidad de aumentar la producción de alimentos es tan vital como reducir las emisiones y evitar que temperatura global aumente más de 1,5 grados celsius. Allí sale a la luz uno de los pilares promovidos por organizaciones como Aapresid, que promueve modelos de agricultura de conservación de los suelos y la adopción de técnicas que generen captura de carbono y permitan el acceso a “bonos climáticos” que recompensen una producción sostenible.

Marcelo Torres, vicepresidente de Aapresid, aseguró que crece la necesidad de que la cadena y el consumidor se integren para generar mercados diferenciados y productos con baja huella de carbono. Allí radica uno de los grandes desafíos: explicó Torres: “producir alimentos, fibras y bioenergías con menor huella de carbono a través de modelos de Agricultura de Conservación”.

Ejes fundamentales

Aapresid destaca los ejes fundamentales de las acciones que promueve: siembra directa en los suelos, rotación de cultivos, promoción de la biodiversidad, nutrición balanceada y adopción de cultivos y estrategias para producir granos y servicios de recuperación y cuidado de los ecosistemas sobre los cuales se trabaja en el campo argentino. Además, los especialistas de la entidad destacan la oportunidad de contar con modelos que maximizan el secuestro de CO2 de la atmósfera para transformarlo en biomasa a través de la fotosíntesis y capturarlo en el reservorio de carbono terrestre más grande del planeta: el suelo.

Desde Aapresid señalaron que crece la necesidad de que la cadena y el consumidor se integren
Desde Aapresid señalaron que crece la necesidad de que la cadena y el consumidor se integren

Según Torres, “es imperativa la construcción de redes de innovación colaborativa entre productores, investigadores y tecnologías aportadas por el sector privado. En estas redes el productor debe ser el protagonista: nadie conoce como él las problemáticas locales, y mientras la ciencia aporta conocimiento científico, los productores aportan un conocimiento empírico irremplazable. Estos modelos garantizan soluciones sustentables, adaptadas al contexto local, fácilmente aplicables y escalables”. Aapresid lleva adelante más de veinte proyectos en todo el país con esta metodología. Entre los vinculados al carbono, uno en el Gran Chaco trabaja en el diseño de paisajes capaces de preservar la biodiversidad natural y sostener el desarrollo del territorio con esquemas de producción sustentables y secuestro de carbono.

Asimismo, la Red de Brechas de Carbono es “agricultura del carbono en su máxima expresión”, ya que se trata de un proyecto que busca conocer el stock actual y potencial de carbono de los suelos agrícolas en distintos ambientes, para luego diseñar sistemas productivos que permitan maximizar la captura y reducir esas brechas. Allí se debe tener en cuenta que Australia es un caso exitoso en este tipo de acciones y en promover la interacción público-privada para consolidar cadenas productivas y estrategias de inserción de sus productos en el mundo.

Por último, se planteó que el conflicto ruso “torció” el foco de las conversaciones hacia una mirada más racional y de base científica. Y aseguran que todo esto generó una oportunidad única: “Argentina y la región son líderes en producir alimentos, fibras y energías con menor huella de carbono, bajo esquemas basados en la ciencia y la tecnología. Tenemos el conocimiento, la experiencia y las herramientas. Además de un marco político-económico de previsibilidad - acorde con toda iniciativa que pretenda sustentabilidad -, necesitamos diálogo y alianzas estratégicas”, concluyó Torres.

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