Los integrantes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) pidieron ser atendidos por el Gobierno “para discutir la crisis lechera”, y de esa manera plantear de manera directa a los funcionarios los problemas que están poniendo en riesgo a la actividad productiva e industrial. Mientras tanto, la Secretaría de Agricultura presentó datos sobre el crecimiento que registraron las exportaciones en lo que va del año, y la producción durante el último mes.
La dirigencia de Apymel, mediante un comunicado, expresó su preocupación por “la grave situación” que atraviesa la lechería como consecuencia, según señalaron, del impacto por tercer año consecutivo de la sequía, también de las heladas tardías, y por otro lado por una baja de precios internacionales de leche en polvo, suba de costos de la ración de las vacas por el ataque de Rusia a Ucrania y el dólar soja, precios de los productos atados a la pauta oficial del 4% mensual, y los costos en dólares que suben a la pauta de devaluación del oficial.
“Resulta urgente lograr una recomposición del precio al tambero para evitar un cierre de tambos y caída de la producción que resultaría en faltante de leche para el otoño, tradicional época de baja de la producción”, dijeron los dirigentes de la Asociación en el comunicado. Además, advirtieron que “vamos a tener que trasladar inevitablemente estos aumentos de costos. Los mismos superan ampliamente el cuatro por ciento pretendido por el Gobierno para las góndolas”.
Mientras tanto, la Secretaría de Agricultura, a cargo de Juan José Bahillo, difundió un informe con los datos de exportaciones de lácteos y producción de leche, en base a las estadísticas aportadas por la Dirección Nacional de Lechería. Al respecto, entre enero y octubre del presente año los despachos al exterior de productos lácteos alcanzaron las 360.000 toneladas, representando un aumento interanual del 8%, y con ingresos récord de 1.400 millones de dólares, un 32,6% más que en el mismo período del año pasado.
Entre los principales productos que se exportaron, según la información oficial, se encuentran leche en polvo entera; suero; mozzarella; leche en polvo descremada; queso de pasta semidura; leche modificada; entre otros. Además, se detalló que los principales destinos de los envíos realizados fueron Brasil, Argelia, Chile y China. Además, se informó que la producción nacional de leche en octubre pasado fue de 1.114 millones de litros, con una variación interanual acumulada del 0,6%.
Retenciones
En relación a las exportaciones, desde Apymel además plantearon que la lechería al tratarse de una economía regional, con un alto impacto económico y social en pueblos y ciudades del interior donde la misma tiene su desarrollo, tanto la producción como la industria “necesitan un criterio acorde en cuanto a las llamadas ´retenciones´, que marque la eliminación completa de este impuesto para garantizar la continuidad de las exportaciones”.
Por todo lo expuesto, la entidad “solicita una convocatoria urgente de toda la cadena láctea por parte del Gobierno Nacional, para plantear de manera directa ante las autoridades todas estas variables que ponen en riesgo a la actividad productiva e industrial y buscar conjuntamente las soluciones posibles”.
Hay que recordar que semanas atrás, los dirigentes de la Mesa de Enlace en una carta dirigida al Secretario de Agricultura, advirtieron que la lechería “lleva más de 13 meses en situación de quebranto, por una conjunción de factores, entre los que se encuentran el desmanejo de la macroeconomía, condiciones climáticas adversas que impactaron en las reservas forrajeras y en el volumen de producción, una debilitada señal de precios internacionales de los lácteos y un aumento relativo de los precios de los granos, fertilizantes y combustibles”.
Por último, el director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), Jorge Giraudo, señaló a este medio que actualmente el tambero se encuentra produciendo en el “peor de los males”, azotado no solamente por una cuestión de suba de costos y estancamiento en los precios, sino también por la sequía, que exacerba estas cuestiones y pone en riesgo la sustentabilidad de la actividad en todos sus parámetros.
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