El paro promovido por el Sindicato de Portuarios Argentinos (SUPA) ahora se nacionaliza como parte de los reclamos salariales y por condiciones de trabajo que paralizó buena parte de la actividad en la logística de contenedores en las terminales portuarias del Gran Rosario, especialmente en la zona sur. Si bien la medida de fuerza es ajena a los exportadores de granos y productos oleaginosos, la continuidad de la misma y la falta de una definición por parte del gobierno de Santa Fe para gestionar una solución al tema, puso en modo alarma a toda la cadena agroindustrial.
César Aybar, secretario general del SUPA, indicó que más allá de las gestiones realizadas por los gremios, las empresas y el estado provincial “el paro desde el comienzo del martes 15 continúa por tiempo indeterminado. Nosotros llevamos adelante desde SUPA un paro regional, donde están afectadas un total de nueve terminales portuarias en la zona sur del departamento de Rosario. Las acciones de protesta continuarán hasta que no se reincorporen a los compañeros y también se les paguen los sueldos de los 600 trabajadores que están hoy cesanteados, hasta que eso suceda no se levanta la medida”, comentó.
El responsable del Sindicato de Portuarios Argentinos aseguró que “ahora la Federación de Estibadores (FEPA) lanzó un estado de alerta y movilización que llevará a un paro nacional” en los puertos, medida que afectará a la totalidad de las terminales portuarias en el Gran Rosario. De esta forma, el conflicto abierto a partir de rediscutir las paritarias en la Terminal Puerto Rosario, donde cuenta con afiliados el SUPA, amenaza con bloquear la actividad que mantienen cerealeras y las plantas oleaginosas, así también toda la logística que posibilita la exportación de granos y subproductos de granos como el maíz o la soja. Todo freno a la actividad de dichas terminales genera pérdidas millonarias, puntualmente por la inmovilidad de los buques en puerto o sobre el Río Paraná.
Tras no avanzar la reunión tripartita en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, el SUPA comenzó el paro desde la cero horas de ayer en los puertos de Servicios Portuarios, y concesiones donde funcionan los muelles de Cargill en Villa Gobernador Gálvez y Alvear, de Dreyfus en General Lagos y ADM en Arroyo Seco. El gremio quiere reabrir paritarias para subir los salarios en un 100% anual en lugar del 60% convenido. También se reclama la incorporación de 50 estibadores despedidos por la empresa e incorporar otros 200 que están fuera de convenio.
La Federación de Estibadores Portuarios Argentinos, que conduce Marcelo Osores, se declaró en “estado de alerta” y aseguró que el gremio portuario “definirá en las próximas horas un paro nacional” a partir de disponer medidas “solidarias” para “acompañar” los reclamos formulados por el SUPA de Rosario tras el conflicto gremial abierto con la Terminal Puerto Rosario (TPR). Para el sindicato, “el sector empresarial busca avasallar los derechos conquistados con lucha a través de años con el solo objetivo de maximizar ganancias y someter a los compañeros a situaciones de explotación y abuso laboral”.
En un comunicado difundido a última hora de ayer por la Federación, se indicó en que la empresa “TPR pretende congelar los salarios de los trabajadores estibadores y se niega a aplicar un incremento de revisión salarial para llevar las subas en torno al 100%” en línea con el reclamo salarial promovido por el gremio. Hecho que a su juicio “pone en riesgo el empleo de 600 familias de estibadores, donde está en juego un modelo de reforma laboral encubierta que el movimiento obrero no está dispuesto a negociar”.
Sector privado
Desde el sector privado se ve con preocupación la falta de resolución que tiene la gestión realizada por las autoridades de Trabajo de la provincia de Santa Fe, que convocaron sin éxito a una segunda reunión durante el día miércoles. Representantes de la exportación de granos y cerealeras, admiten que si bien el conflicto gremial que enfrenta a los estibadores con la empresa TPR le es “ajeno”, el paro encarado por el SUPA y ahora nacionalizado a través de la FEPA pone en alerta a todas las terminales granarias y también a las plantas y aceiteras.
También desde la cadena oleaginosa y aceiteras, siguen con atención el desenlace del conflicto gremial que lleva adelante el gremio SUPE. La situación de conflicto le toca de lleno en la línea de flotación a los puertos privados que también operan en todo el área del Gran Rosario. “Como siempre se promueve una metodología con la que se afecta a aquellos que nada tienen que ver con el conflicto. Con el bloqueo de exportaciones, puede haber pérdidas millonarias”, explicaron desde una cerealera multinacional.
Seguir leyendo: