A 3 años de la asunción del gobierno, la confianza de los productores rurales toca un piso histórico: casi 80% dice que no invertirá en los próximos 12 meses

El campo atraviesa enormes dificultades. El agravamiento de los problemas económicos y la inestabilidad política figuran entre los principales desafíos, a los que se sumaron condiciones climáticas muy adversas

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Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el 10 de diciembre de 2019, al asumir el gobierrno
REUTERS/Agustin Marcarian.
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el 10 de diciembre de 2019, al asumir el gobierrno REUTERS/Agustin Marcarian.

A tres años del inicio de la presidencia de Alberto Fernández, la confianza de los productores agropecuarios está en los niveles más bajos de la historia, especialmente en los que están relacionados a la situación presente y a las expectativas para los próximos 12 meses. El clima adverso, los problemas económicos del país y la inestabilidad política son los principales desafíos. Todo esto en un contexto donde la relación del Gobierno con la dirigencia rural no atraviesa por el mejor momento.

El campo ciertamente no vivió un buen año. Las situaciones en los últimos 12 meses fueron en extremo complejas y diversas: la salida de la pandemia, una guerra que hizo escalar los precios de los commodities, pero también los costos de producción, faltantes de insumos claves como el combustible, una severa sequía que azotó y sigue azotando las actividades agropecuarias, intervenciones oficiales a los mercados y una política macroeconómica que nunca pudo hacer pie.

Este combo complicó considerablemente la producción agropecuaria, que no tuvo contención política ni herramientas que den alguna previsibilidad al sector. Por eso en las últimas semanas la Mesa de Enlace volvió a pedir, casi a modo de súplica, un cambio en la visión de toda la clase política para que al sector agropecuario no solo sea visto como una fuente de recursos inagotables, sino como una rama a potenciar de la economía.

Los dirigentes de la Mesa de Enlace
Los dirigentes de la Mesa de Enlace

En el análisis de la situación actual del campo y especialmente las proyecciones de los productores para los tiempos que se vienen, vale detenerse a observar los resultados de la encuesta bimestral del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral a 406 productores cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a USD 200.000 anuales, que se presentó esta semana. En la misma, el último Índice Ag Barometer presentó una importante caída en relación a la medición de septiembre del presente año, anulando completamente las pequeñas mejoras observadas y ubicándose entre los más bajos de la historia de la medición.

La principal caída se registró en el “Índice de Condiciones Presentes”, que con un Índice de 45, se ubicó como el segundo peor entre las 24 mediciones, y donde solamente se compara con las estadísticas de noviembre 2018, también con la ausencia de precipitaciones como un problema a enfrentar por parte de los productores. “Los dos componentes de ese Índice son muy negativos, tanto en lo referido a la situación Financiera actual comparada con la de una año atrás (44 vs 70), como lo referido al momento para realizar inversiones, que alcanzó su pico en el mes de mayo 2022 con un valor de 109″, agregaron los especialistas de la Universidad Austral.

Por otro lado, presentaron datos negativos las expectativas de los productores para los próximos 12 meses en lo referido a las empresas. En ese sentido, un 51% de los productores encuestados piensan que van a estar peor. Pero cuando la consulta estuvo relacionada a la situación del sector agropecuario, un 86% de los encuestados señalaron que se avecinan malos tiempos, ubicándose entre los tres más bajos de la historia del Ag Barometer Austral.

índices de confianza de los productores. (Universidad Austral)
índices de confianza de los productores. (Universidad Austral)

En un escenario donde el clima se ha transformado en la principal dificultad del campo, con un 58% de los productores que precisaron que se constituyó como la principal preocupación para el próximo año, la situación económica del sector, con problemas sin resolver por parte del Gobierno, es algo que también complica al sector y ampliando la incertidumbre que se traslada en dudas al momento de la toma de decisiones y a realizar futuras inversiones.

Inversiones y otros aspectos

La encuesta de la Universidad Austral señaló que el 71% de los productores respondieron que no piensan realizar inversiones en los próximos 12 meses. Además, plantearon su preocupación por los niveles de inflación de casi el 100% anual, lo cual sostienen que distorsiona los precios relativos de la economía, y también pidieron que se resuelva la situación actual del tipo de cambio oficial atrasado, la brecha cambiaria y las retenciones.

Por otro lado, los productores dijeron que “las exiguas reservas en dólares en el Banco Central impiden el camino a un sinceramiento cambiario con perspectivas de menores exportaciones agroalimentarias en el 2023, y el enorme déficit cuasi fiscal del Banco Central y la dificultad, cada vez mayor, de financiarse en el mercado de deuda en pesos ya que los tomadores exigen tasas cada vez más altas y a plazos más cortos”.

La sequía se ha transformado en el principal problema que los productores deben enfrentar
La sequía se ha transformado en el principal problema que los productores deben enfrentar

En el terreno del financiamiento, se plantearon las dificultades para acceder al crédito por el sector privado, ya que aseguran que las actuales tasas de interés “hacen inviable cualquier inversión productiva”. Por otro lado, se hizo mención a la problemática de la pobreza y a la alta proporción de trabajadores formales en relación de dependencia cuyos ingresos no alcanzan a cubrir la canasta básica.

Por último, al tratarse el 2023 en un año político y electoral, el estudio de la Universidad Austral reflejó la gran incertidumbre en los resultados y en las políticas a aplicar al sector agropecuario por parte de quienes resulten electos, “ya que hasta la fecha no se observan propuestas económicas consistentes para enfrentar y superar los graves problemas macroeconómicos mencionados”.

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