En medio de una situación complicada por el impacto de la sequía y las heladas tardías en la producción agropecuaria, las lluvias que se vienen registrándose desde el jueves representaron un alivio para la siembra de cultivos de verano, especialmente en soja, la cual presenta una demora que es la más elevada en los últimos 22 años.
Según detalló Natalia Gattinoni, del Instituto de Clima y Agua del INTA, las precipitaciones estuvieron presentes con acumulados variables en el centro y norte del país, con menos de 10 milímetros en la Región Pampeana. En otras zonas hubo acumulados de entre 30 y 40 milímetros, especialmente en el sur de Córdoba y oeste de Buenos Aires.
Además, por fuera de la eegión Pampeana, se destacaron las lluvias en Tucumán y Santiago del Estero con acumulados por encima de los 40 y 50 milímetros. Un panorama similar se dio en el norte de Corrientes y este de Formosa. “Las lluvias resultaron quizás regionalmente más generalizadas entre ayer y hoy, pero igualmente fueron dispares y heterogéneas. De acuerdo a lo que podemos observar en el mapa de agua disponible en los primeros centímetros, las lluvias fueron de aportes para continuar con la siembra por ejemplo, y también para los cultivos que están en pie. Pero también siguen existiendo áreas que no recibieron las lluvias necesarias o significativas”, dijo la especialista.
Hasta el momento es alto el efecto negativo de la sequía y las heladas tardías en la siembra de cultivos de verano, como soja y maíz, con un importante atraso de las tareas por parte de los productores. Según explicaron los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la siembra de maíz y soja en la Argentina se encuentra en torno a los 6 millones de hectáreas, un 40% por debajo del avance del año pasado. Además, el mencionado volumen de hectáreas efectivamente cubiertas es el más bajo desde la campaña 2000/01, marcando el avance de siembra más lento en 22 años.
En base a datos oficiales, se señaló que la siembra de maíz llegó hasta el momento a los 3,3 millones de hectáreas, el 32% del área de intención y la superficie más baja para esta altura del año desde la campaña 2015/16. Por el lado de la soja, los 2,8 millones de hectáreas sembrados hasta la hecha, representan la superficie más baja para mediados de noviembre desde el año 2000/01.
Impacto en trigo
Por el lado de la producción de trigo, la Secretaría de Agricultura de la Nación difundió su estimación de cosecha total para la campaña 22/23: 13,4 millones de toneladas, un cálculo que de confirmarse representaría una caída del 39,4% en relación al ciclo anterior. “Algunos lotes de trigo ya han sido destinados al pastoreo de hacienda o directamente se barbecharon para la siembra de gruesa”, dice un informe oficial.
Por otro lado, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) planteó una proyección de trigo de 11,8 millones de toneladas y Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó hasta el momento unas 12,4 millones de toneladas. Ambos entidades advirtieron que podrían recortar aun más las proyecciones.
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