Unas 8.000 hectáreas en los valles patagónicos de Río Negro sufrieron el impacto del clima en las últimas semanas, lo que pone en una situación productiva y económica muy grave a decenas de productores de peras y manzanas. Entre fines de octubre y principios del presente mes, sufrieron primero el efecto de las heladas tardías y luego un fuerte temporal de lluvias con caída de granizo.
Los damnificados son productores que apostaban al menos lograr una buena cosecha para de esa manera mantener a flote su actividad, teniendo en cuenta que se atraviesa una situación de crisis desde hace años, y que actualmente demandan que se aceleren los planes de asistencia tanto financiera como económica, tras las pérdidas millonarias que dejó la sucesión de efectos climáticos adversos.
“Las pérdidas en las zonas afectadas son muy graves. Estamos en el proceso de revisión de qué fruto puede servir para su industrialización, y que fruta se caerá de la planta sin poder obtener un rédito del mismo”, aseguró a Infobae, Carlos Borocci, secretario de la Asociación de Productores del Alto Valle (APAV) de Río Negro y Neuquén. El relevamiento realizado por la entidad advierte que las heladas primero y una semana después el granizo barrió y malograron una importantísima parte de la producción de frutas, principalmente de peras.
“Las zonas de producción afectadas se encuentran ubicadas en las localidades de Allen, Cipolletti y General Fernández Oro. Las pérdidas abarcaron una amplia franja de unos 25 kilómetros de largo por otros 4 kilómetros de ancho, lo que representan casi unas 8.000 hectáreas donde hoy se reclama la situación de emergencia y desastre agropecuario”, explicó Borocci.
Actualmente los productores de estas zonas frutícolas están presentando las declaraciones juradas, para que sea atendida su situación de pérdidas por heladas ocurridas el 31 de octubre pasado. Luego también se están recepcionando por parte de APAV pedidos por declaraciones juradas por las tormentas de granizo que tuvieron lugar el día 9 de noviembre último.
Según Borocci, “fueron afectados más de cien productores frutícolas de Río Negro y Neuquén, según datos preliminares que nos han llegado a la Asociación de Productores del Alto Valle, la cual hoy está recibiendo las declaraciones juradas por fenómenos climáticos de heladas y granizo que se envían desde las fincas afectadas”.
Productores
Desde la entidad se aclaró que hay productores que tienen dos o tres unidades productivas en actividad, y cada una de ellas con su Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), lo cual significa que han sido afectadas cerca de unas 300 unidades de producción. Cada unidad productiva en el Alto Valle es realizada por productores pequeños y medianos con fincas de entre 6 a 50 hectáreas en producción. Al tiempo que también están en funcionamiento empresas que cuentan en producción con más de 100 hectáreas dispersas en diferentes localidades afectadas en las zonas del Comahue.
En los últimos días APAV envió a los productores frutícolas de Río Negro y Neuquén una carta para solicitar que frente al “gravísimo fenómeno climático de granizo” ocurrido el pasado 9 de noviembre, que estaban a disposición las Declaraciones Juradas (DDJJ) para certificar los daños provocados por la caída de granizo. Este relevamiento tiene por objetivo por parte de la entidad llevar adelante la “tarea de evaluación” de los daños ocurridos sobre los frutos, especialmente las peras. De acuerdo a lo acordado con el secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, se dará un plazo de hasta diez días para la presentación de las declaraciones juradas de aquellas producciones que sufrieron daños con el granizo.
Seguir leyendo: